Venezuela

En busca de la tradición perdida

En la ciudad, los hervidos de pescado; en los Andes, la potencia de Los Siete Potajes; en el oriente, los cuajados de mariscos. Y allá donde la tierra se vuelve indómita, el morrocoy, el chigüire o la iguana. Durante la Cuaresma y, en especial, los jueves y Viernes Santo, el ayuno y la prohibición de comer carne llevaron a la caza de ciertos animales que -por su condición de anfibios- fueron muy valorados en la mesa. Hoy la mayoría disfruta de los manjares culinarios de esos días más por devoción culinaria que religiosa. Se incluyen en el listado, por supuesto, los postres: pecaminoso placer el resto del año, pero que en esta fiesta de guardar gozan del beneplácito celestial

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“Jueves Santo. Día de abstinencia de carne de animales terrestres, 

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