La oposición, ante el exceso de militares y policías, a las 11:00 am, comenzaron a trasladarse de Plaza Venezuela a la Avenida Libertador de Caracas, a pesar de las lacrimógenas para, desde allí, trasladarse al CNE. «¡Revocatorio!», es el grito de las personas en el sitio.
Los alrededores de la rotonda amanecieron tomados por soldados y tanquetas de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional Bolivariana. Justo allí, el chavismo realiza un acto por el Poder Popular. El Estímulo reportó que hay unas 80 personas y se escuchan tambores. La mayoría vestidas de rojo y con franelas del Ministerio del Interior y del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) colocan toldos. Carlos Urbina, activista del oficialismo, explicó que están haciendo una “especie de conversatorio para hablar de las acciones que están tomando la oposición”. Señaló que no prevén ningún tipo de violencia, “simplemente porque aquellos, lo de la oposición, no podrán pasar”.
«Hoy hay una marcha que promueve la oposición. Toda manifestación pacifica será permitida, respetada y protegida. Pero de ahí, de lo pacífico y sin armas, como dice la Constitución Nacional, a la violencia y con armas, el asunto cambia. Es un asunto de supervivencia del Estado y al Estado hay que protegerlo porque es la garantía de paz, sosiego y orden interno», dijo, el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, en televisión, a la misma hora en que comenzaban a lanzar lacrimógenas en Plaza Venezuela.
Isabel Torres, manifestante por la Unidad quien estaba cerca de Plaza Venezuela, dijo a El Estímulo que asistió a la convocatoria para “manifestar contra este gobierno comunista”. Considera que van a llegar a llegar al CNE, aunque no duda de que hoy repriman la movilización.
Pasadas las 10:00 am los opositores comenzaron a llegar a Plaza Venezuela. La tensión e intercambio de insultos de bando y bando reinaban. A casi las 11:00 am unos motorizados presuntamente oficialistas llegaron a la rotonda. El chavismo sube la música que han colocado en su acto, algunas cantadas por Alí Primera, para acallar los gritos de “¡Revocatorio ya!”, que se escuchan con fuerza.
Con información de Johann Starchevich
