Opinión

Tan lejos y tan cerca de Milei

El azar me ha llevado a hospedarme en el mismo hotel -el Libertador- en el que el presidente de Argentina recién electo y sus colaboradores más cercanos hacen vida antes de asumir oficialmente el cargo el 10 de diciembre

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El azar, no puedo llamarle de otra manera, me ha traído en visita breve a Buenos Aires, para participar en un evento sobre cómo hacer frente a la desinformación en América Latina. Los organizadores, con bastante antelación, habían seleccionado al Hotel Libertador, sobre la avenida Córdoba en el centro de la capital argentina, como lugar para alojar a los visitantes y también como espacio para la reunión. En el ínterin ha dejado de ser un hotel cualquiera.

Se trata, ahora, de un edificio común en las noticias del país sureño ya que es el lugar donde se ha instalado Javier Milei y sus colaboradores más cercanos. Es el hotel del presidente electo, quien asumirá la presidencia el venidero 10 de diciembre.

Así como el azar obró para ponerme en el espacio que es el foco noticioso en estos días, también el azar hizo lo suyo para sacarme del meollo informativo. Mi estadía, breve, ha coincidido con una visita, también corta, del presidente electo a Estados Unidos. Sí, mientras estaba alojado en el hotel del presidente electo, éste realizaba contactos y encuentros en Nueva York y Washington.

Aún sin Milei dentro del hotel, el Libertador estaba rodeado de seguridad y de equipos periodísticos, que, a riesgo de perder posiciones estratégicas para sus transmisiones en vivo, dejaron estacionadas las unidades móviles en las inmediaciones del edificio.

El personal del hospedaje guarda absoluta discreción sobre el día a día de Milei en lo que los medios le llaman el Bunker del Hotel Libertador. No hay manera de que confirmen si el presidente electo toma mucho o poco café, si le gustan las medialunas de manteca (mantequilla) con mermelada o solas. El personal que visiblemente es de seguridad sonríe ante la pregunta de cuándo regresa Milei al edificio.

Cuando en el celular se abre la opción de Wi-Fi disponible aparece “WIFI-LLA”, LLA hace referencia a “La Libertad Avanza”, la coalición variopinta que se ha juntado en torno a Milei, quien tuvo un ascenso meteórico. Hace tres años era un habitué de los programas de televisión local, siempre con posiciones excéntricas, una figura estridente. Así se hizo diputado federal en 2021. Dos años después terminó por arrollar en segunda vuelta al candidato del peronismo y actual ministro de Economía, Sergio Massa.

La presencia de un presidente electo, operando desde un hotel, literalmente armando su nuevo gobierno y decidiendo qué medidas tomará, no es un asunto habitual en Argentina, en los últimos años. Los hoteles, sin embargo, han fungido históricamente como espacio para la negociación y encuentro político, esto me lo ha asegurado la politóloga María Lasa y el periodista Fernando Ruiz.

Milei, quien suele manifestar admiración por el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), y en especial por su ministro de economía, Domingo Cavallo, ha replicado en realidad lo realizado por Fernando de la Rúa, ex presidente tristemente recordado entre los argentinos. De acuerdo con un artículo de 1999, que me ha compartido Raúl Ferro, tras una consulta en el chat entre los consejeros de la Fundación Cadal, el hotel Panamericano en 1999 fue una suerte de “Casa Rosada paralela”, en referencia al palacio de gobierno de Argentina.

De la Rúa y su vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez, quien renunció tempranamente al poder denunciando corrupción, ocuparon durante largas semanas los pisos 19 y 20 del hotel Panamericano, en lo que también la prensa bonaerense de entonces calificó de bunker.

Milei, entretanto, opera con lo que se llama la mesa chica en el hotel Libertador. Es bastante llamativo que su vicepresidenta, Victoria Villarruel, no forme pase de ese espacio reducido pero de decisiones cruciales para el próximo gobierno que comienza el 10 de diciembre. Ella mantiene su propia agenda, sin mostrarse junto a Milei, visitando guarniciones militares y cuerpos de seguridad, lo cual constituye en sí mismo un mensaje más que simbólico.

Finalmente se acaba mi estadía, breve, en Buenos Aires. Tal como el título de una emblemática película del realizador alemán Wim Wenders, he estado “Tan lejos, Tan cerca” de Javier Milei.

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