Venezuela

Monseñor Celli asegura que "si fracasa el diálogo, el camino podría ser la sangre"

"Si fracasa el diálogo nacional entre el gobierno venezolano y la oposición, no es el papa sino el pueblo de Venezuela el que va a perder, porque el camino podría ser el de la sangre", expresó Monseñor Claudio Maria Celli, enviado del Vaticano a mediar en el diálogo entre el Gobierno y la oposición.

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En una entrevista para el periódico argentino La Nación, uno de los diplomáticos más experimentados de la Santa Sede, no ocultó su preocupación.

El artículo sostiene que “en su despacho de Villa Nazareth, su residencia de Roma, recibe todo el tiempo información desde la capital venezolana. Presidente emérito del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, de 75 años y experto en China y Vietnam, Celli fue nombrado por Francisco como su enviado especial a Venezuela. La misión es a todas luces difícil: a través de un diálogo nacional, apagar esa bomba de tiempo que es hoy el país que gobierna Nicolás Maduro”.

Contó a La Nación que las 48 horas que pasó a principios de semana en Caracas fueron agotadoras.

«Cuando me reuní con los representantes de la oposición, en la mañana del lunes, les dije claramente: ‘Mi miedo es que haya muertos en la manifestación del jueves. Y si hay muertos, el diálogo, ¿qué diálogo es?’. La oposición reflexionó y gracias a Dios suspendieron esta manifestación», contó Celli.

Sobre las dos reuniones que ha tenido con Maduro indicó que el presidente le dijo, durante la primera cita, que había prometido al papa en una reciente reunión en el Vaticano que iba “a dialogar” y que cumpliría “con la promesa”. En la segunda reunión el representante de la Santa Sede narra que le dijo al mandatario: “ ‘Señor presidente, esta mañana me encontré con la oposición y hay tres pedidos. Hay que dar señales y estas no necesitan tiempos bíblicos. Hay que dar señales de que el diálogo es el único camino, y que se puede recorrer en este momento’. Se lo dije muy claramente”.

Celli considera que “la situación está muy fea”, no solo “a nivel político, sino social y económico”.

“No hay comida, no hay medicinas. Es innegable que el país está enfrentando una situación muy difícil”, respondió.

Sobre las últimas declaraciones de Maduro en las que llamó “terroristas” a los dirigentes de Voluntad Popular y dijo a la oposición: “Ni con votos, ni con balas volverán a Miraflores”, el religioso indicó: “Yo había pedido evitar expresiones violentas y agresivas. Empleé un término: un lenguaje des-armado. El problema es que estas cosas son más fuertes que ellos”.

Celli acotó que la Santa Sede no está realizando una mediación entre el Gobierno y oposición sino un “acompañamiento”.

Se mostró inseguro sobre si las negociaciones tendrán resultados. Le preguntaron si es una «misión imposible» la que le dieron. Él respondió: “Yo espero que no. Estoy rezando por esto. El problema no es que la Santa Sede pierda la cara, es el pueblo venezolano el que se hunde más. Porque si acaso en una delegación o la otra quieren terminar con el diálogo, no es el Papa sino el pueblo venezolano el que va a perder, porque el camino podría verdaderamente ser el de la sangre. Y hay gente que no tiene miedo de que haya derramamiento de sangre. Esto es lo que me preocupa».

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