Madres de presos políticos se mantienen encadenadas en Valencia

Carmen de Garbi fue la primera en iniciar la acción el martes a las 6:00 de la tarde para llamar la atención sobre el caso de su hijo que es uno de los dos acusados, junto a Poletti, por supuestamente haber participado en el homicidio del capitán de la Guardia Nacional, Ramzor Ernesto Bracho, el 12 de marzo de 2014 en la urbanización El Trigal, durante las protestas antigubernamentales contra Nicolás Maduro.

“Decidí encadenarme por la desesperación y la falta de justicia. Quiero ver qué pasa por fin con el caso que fue radicado ahora en el estado Aragua, creo que todo se va a alargar más. Ya quiero tener a mi hijo en mi casa, no quiero pasar otra Navidad sin él, ya sería la segunda Navidad”, explicó Carmen de Garbi, mientras tomaba un sorbo de café sentada en una silla de plástico donde se mantiene atada con cadenas a un árbol y a Martha de Poletti.

La última vez que vio a su hijo, hace más de un mes en la llamada Mínima del Centro Penitenciario de Carabobo en Tocuyito, le dijo que deseaba salir pronto en libertad, que se hiciera justicia y se conociera la verdad ante la opinión pública sobre su inocencia y la de Juan David Poletti.

 “La primera noche la pasé, en medio de todo, muy esperanzada. Este encadenamiento me ayudó a tener un poco más de esperanza. Me siento un poco más aliviada espiritualmente. Espero que el Espíritu Santo toque los corazones de aquellos que lo tienen cerrado por completo a la bondad, a la humanidad y a la verdadera justicia”, aseveró.

Por su parte, Martha Pérez de Poletti, expresó que el dolor de los presos políticos y sus familiares es compartido por quienes están en esa circunstancia, no importa si se conocen o no.

“Tenemos la fe que podamos lograr justicia porque hemos sido víctimas de interrupciones del debido proceso, por motivos o intereses ajenos que no conocemos como los intereses políticos y sabemos que nuestros hijos son inocentes, son muchachos de familias, educados en la fe y de buena voluntad. Pedimos que nos tomen en cuenta en medio de este sufrimiento como madres”, dijo.

-La defensa-

El abogado Eliécer Jiménez, defensor de ambos privados de libertad, señaló que no existe ninguna prueba que inculpe a Garbi y Poletti por el homicidio del capitán Ramzor Bracho.

“Que estas madres se encadenen demuestra la desesperación ante la injusticia terrible que estos dos jóvenes han tenido que padecer por más de año y medio. Lo último fue la radicación inconstitucional que realizó la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia de la causa de Garbi y Poletti, al enviar el expediente para que sea distribuido en un tribunal del estado Aragua”. 

Jiménez recalcó que ambos jóvenes son utilizados como chivos expiatorios para presentarlos ante el país y en el exterior como los responsables de un homicidio, además de llenar una estadística, “y decirle al mundo que han hecho justicia, cuando en este caso lo que hay son vicios a nivel procesal y que evidencian la inocencia de Antonio Garbi  y de Juan Poletti”.

Asimismo reiteró que uno de los vicios es que en la acusación que presentó el Ministerio Público hay experticias en blanco, a la par de señalar que en los elementos probatorios que utiliza la Fiscalía para realizar la acusación, todos los funcionarios que estuvieron el día de los hechos, junto al capitán Ramzor Bracho, manifestaron que no pueden identificar a Garbi ni a Poletti siquiera como que estuvieron ese día. “Ningún testigo presentado por el Ministerio Público ha sido capaz de señalar que estos jóvenes los hubiesen visto en el sitio del homicidio o que portaran armas”.

Jiménez además destacó que incluso la teniente Yendri Velazco, esposa del capitán Bracho, ha dicho en privado que conoce que estos muchachos son inocentes.

“¿Por qué lo calla teniente, por qué no dice la verdad, lo que ha reconocido de manera privada?. Nuestro exhorto es que hable con honestidad, si usted quiere justicia para el asesinato de su esposo dígale a Venezuela que sabe que estos jóvenes son inocentes”, enfatizó Eliécer Jiménez.

Garbi y Poletti fueron detenidos el 4 de junio de 2015, un año después del homicidio del capitán Bracho.