El reporte reseña cómo la llegada masiva de venezolanos está afectando el servicio público de salud de la ciudad. La nota reseña a María José Pacheco, una profesora de educación integral que se trasladó a Boa Vista para vender naranjas doce horas al día, dejando a sus tres hijos menores en Venezuela.
«Aquí se consigue comida, se trabaja, pero el dinero rinde», dice Pacheco en referencia a la vida que tiene en la capital del norteño estado de Roraima.
La llegada de extranjeros ha sobrecargado los servicios de salud, generando tensiones y conflictos entre locales y foráneos.
El gobierno del estado Roraima estima que unos 30.000 venezolanos han llegado por causa de la crisis. Según los datos de la Policía Federal brasileña suministrados a BBC Mundo, 2.238 venezolanos solicitaron refugio en 2016. Apenas cinco casos fueron denegados.
«Ha habido un aumento desproporcionado de venezolanos y esto tiene un impacto grande en un país con limitaciones», me dice Douglas Teixeira, director del servicio de urgencias del Hospital General.
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