Desde el Palacio de Miraflores, Maduro indicó que todos los órganos involucrados fueron debidamente convocados, incluyendo al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, quien no asistió a la reunión.
Se pudieron ver en las tomas transmitidas al presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno; el presidente del Consejo Moral Republicano y Defensor del Pueblo, Tarek William Saab; el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López; la canciller Delcy Rodríguez; el Contralor General, Manuel Galindo; el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez; la ministra del despacho de la Presidencia, Carmen Meléndez, entre otros. Sin embargo, la fiscal Luisa Ortega Díaz no estuvo presente.
Afirmó que, con el artículo 323 de la Constitución, el jefe de Estado tiene la atribución de hacer esa convocatoria «para garantizar la convivencia» de los poderes y así solucionar el «impasse» para que sea canalizado y solucionado, con lo que se seguirá «ratificando el camino de plena vigencia de la democracia participativa y protagónica».
Dijo que Venezuela «está siendo en este momento objeto de un linchamiento político, comunicacional y diplomático» de países que quieren «ponerle la mano a nuestra Patria».
Señaló que en muchas oportunidades «no ha estado de acuerdo» con pronunciamientos que hacen los representantes de los Poderes Públicos y dijo que era «incapaz» de meterse en los asuntos de los poderes «salvo sean casos como este».
Insistió en que tiene «fe absoluta» de que la convocatoria al Consejo de Seguridad de la Nación dará «buenos resultados» para aclarar todo y así «despejar cualquier tensión y duda y ratificar el poder de darle paz, independencia al país».
Espera dar una solución pronta a la situación.
Más temprano, el presidente de la República, Nicolás Maduro, aseguró que «hoy mismo» resolverá el «impasse» ocurrido este viernes entre el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía General de la República, luego de que la titular de ese despacho, Luisa Ortega Díaz, dijera que las sentencias del Poder Judicial, en especial la última en la que se atribuye las facultades de la Asamblea Nacional, corresponden a una «ruptura del hilo constitucional».
En ese sentido, Maduro convocó al Consejo de Seguridad de la Nación para esta noche con el fin de dirimir la diferencia entre poderes «a través del diálogo» al activar el artícul0 323 de la Constitución.
«Es nuestra responsabilidad para que le salgamos al paso a la locura golpista e intervencionista de la derecha, del imperialismo y la coalición extranjera», sentenció.
Puntualizó que este viernes se generó una «discrepancia» producto de la sentencia del TSJ (que afirmó que «no sabía de sus existencia») entre la Fiscalía y el Poder Judicial «que transmitida en vivo y directo por VTV».
«No sabía nada del pronunciamiento de la Fiscal, me enteré viendo el canal ocho. Como no sabía nada de la sentencia 156 de la Sala Constitucional» y agregó que «como dicen que hay una dictadura, debe ser que yo le escribí el discurso a la fiscal y escribí la sentencia al TSJ. Entonces Maduro está loco», reflexionó.
Indicó que en Venezuela existen Poderes Públicos «legitimados constitucionalmente» y dijo que todos los poderes «actúan ajustado a su conciencia». En ese sentido, resaltó que como representante del Poder Ejecutivo «acata los mandatos de la Constitución y del Tribunal Supremo» y cuando tiene discrepancias, se dirige a otros poderes para que le aclaren lo que sucede.
«La derecha esgrime que hay una ruptura del orden constitucional (…) La única ruptura la encabezó y protagonizó la derecha fascista que ahora dirige la Asamblea Nacional el 11 de abril de 2002, hecho que fue avalado por la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos», denunció.
Ratificó que los poderes públicos «están en uso de sus facultades», excepto en la Asamblea Nacional que se encuentra «minimizada por sus propios errores en una situación atípica», por lo que gracias a sus actos en contra del Gobierno, la Sala Constitucional «ha contenido sus actos ilegales» que ha pretendido destituir al Presidente «llamando a la intervención directa de órganos internacionales en la política».
Acotó que los sectores de oposición que celebran las declaraciones de la fiscal, «que están haciendo fiesta en los comandos (…) se van a quedar con su champán frío sin destapar porque la democracia saldrá consolidada por estos impasses».
Durante la clausura del evento «Venezuela Digital», Maduro hizo un inciso en la actividad para referirse a las sesiones en la Organización de Estados Americanos (OEA) al inicio de la semana. En primera instancia, alabó el trabajo de la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, en la jornada del lunes, al decir que fue una «intervención magistral».
Volvió a calificar de «ilegal» la sesión del martes en el ente hemisférico «cuando impusieron un Consejo Permanente». Ahí felicitó al embajador alterno de Venezuela en la OEA, Samuel Moncada, por haber defendido al país.
«Le dijo sus verdades a uno por uno. Ahora, todo esto es un plan para intervenir Venezuela. Para provocar una gran conmoción nacional y para imponer al país un golpe de Estado para tomar el poder político», dijo y se refirió tácitamente al secretario general de la OEA, Luis Almagro, al decir que estaba «casi histérico, enloquecido. Interviniendo en asuntos que son exclusividad, legal, constitucional y polítia de los venezolanos. Los problemas que tenga nuestro país los solucionamos nosotros».
Aseguró que el país «no promueve coaliciones» para meterse en asuntos de otras naciones.
Afirmó que todos los días trabaja en pro del país, ya sea impulsando proyectos y los motores de la economía, así como evaluando los progresos de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Se refirió a la sesión de la OEA convocada para este lunes 3 de abril, en la que considera que «montarán otro show». A su juicio, lo ven como «su plan intervencionista» que serviría de «disparador de un acoso internacional» para crear caos en el país y «traten de separar, dividir e incendiar el país».
«Hemos echado agua al disparador y se les quedó la pólvora mojada. Llamaron a incendiar el país. Gracias a Dios se impuso la conciencia del pueblo, la paz», destacó.
Acusó que usan las redes sociales para «volverse locos» y «decir de todo». Hizo hincapié en que el Twitter es la red social con más influencia y denunció que el hijo de Alberto Federico Ravell, director de La Patilla y Cable Noticias, tiene «la llave en Venezuela» del microblogging.
Maduro afirmó creer en el diálogo y aseveró no tenerle miedo. Recordó que fue instalada una mesa de diálogo en 2016 en donde fueron invitados facilitadores internacionales como los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos. Posteriormente se sumó el secretario general de Unasur para el momento, Ernesto Samper y después, el Vaticano.
«Se dieron reuniones secretas porque ellos querían que fueran secretas. Después se hicieron públicas porque ellos lo querían así. Lo que tienen es un miedo al diálogo, dijo al referirse a la oposición.
Para el Presidente, «lo que queda de la MUD quiere una salida de fuerza. Provocar la violencia interna».
Afirmó que quiere que la oposición «regrese al camino del diálogo».