Durante el transcurso de la jornada, las personas se acercaron al Distribuidor Altamira en Caracas para sentarse, tal cual como habían indicado los dirigentes de la oposición, y de esa forma hacer una protesta tipo Martin Luther King Jr.
Ataviados con cualquier adminículo que tuviera la bandera de Venezuela, con toallas, sillas, sombrillas, sombreros y otras cosas, la gente acudió desde varios lugares de Caracas a participar en la actividad. Sin peleas, sin gritos. Solo sentarse en el caliente asfalto en la mitad de la Autopista Francisco Fajardo en donde hicieron varias cosas como leer, pintar, tomar una siesta y hasta retomar la conversación (perdida gracias a los teléfonos inteligentes) con un fin último: protestar por lo que consideran justo.
Tras varias horas, los manifestantes violentos hicieron actos de presencia. Quizás la advertencia que hiciera el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, de que supuestos agentes «infiltrados» irían a la actividad para instar a marchar. Eso fue como una alerta, porque la gente no le hizo caso. Pero si, aparecieron una vez más los que protestan de una forma más radical: con barricadas, escombros y daños a varios bienes.
Foto: Gustavo Vera/El ESTÍMULO
Foto: Andrea Hernández/El ESTÍMULO
Foto: Pedro Agranitis/El ESTÍMULO
Foto: Pedro Agranitis/El ESTÍMULO
Foto: Andrea Hernández/El ESTÍMULO
Foto: Gustavo Vera/El ESTÍMULO
Foto: Pedro Agranitis/El ESTÍMULO
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Foto: Pedro Agranitis/El ESTÍMULO
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Foto: Andrea Hernández/El ESTÍMULO
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