Venezuela

Gobierno vs Oposición: escenarios políticos futuros

Fin de protestas de calle o represión a todo costo. Elecciones. Salida del poder negociada, o guerra civil. Son los escenarios que sostienen y analizan politólogos, sociólogos y políticos curtidos en luchas contra dictaduras. El gobierno pudiera estar orquestando su estrategia en la desesperanza que dejaría la calle sin un desenlace de cambio político. La oposición con la mano en el timón, espera el viraje hacia las elecciones. En medio está una ciudadanía que espera desde hace tiempo oportunidades para ejercer, como está contemplado en la Constitución Nacional, el poder de decidir, el cual le fue confiscado en 2016 por maniobras tribunalicias.

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Foto: Cristian Hernández

Para el politólogo Jhon Magdaleno, el gobierno está calibrando los costos que la presión internacional está ejerciendo y se anticipa a la posibilidad real de que se lograran reunir los dos tercios de votos favorables de países que exige la Carta Democrática de la OEA para la aplicación de este instrumento de vigilancia.

“El gobierno de Venezuela mete el pie en la puerta para evitar una escalada en cuanto a las sanciones producto de la situación interna que se viene produciendo hace ya tres semanas”, aseveró Magdaleno.

“Venezuela (el gobierno) busca neutralizar las acciones de la OEA dentro de su territorio en el corto plazo, pero sobre todo, trata de reducir la presión que por intermedio de la protección y garantías del derecho del sistema interamericano se pudieran producir”, manifestó el consultor en asuntos políticos sobre la posible salida, ya anunciada, de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Internamente se asoma la posibilidad de que el Ejecutivo Nacional no de su brazo a torcer, continúe asumiendo los costos de la represión en las calles, a costa de mantenerse en el poder, situación que puede dejarlo en una situación aún más desfavorable en Venezuela y en el contexto internacional, señala Magdaleno.

Dos escenarios maduristas:

“Intentar contener la movilización, elevar los costos de la movilización social para la oposición, lo que pasa por una creciente represión de la manifestaciones. Por otro lado, están intentando retrasar al máximo la consulta electoral, pero llegará el momento en el que tengan que celebrarla. Así que lo que puede estar haciendo el gobierno es que, mientras reprime, se preparan para una consulta electoral aunque suene contradictorio”, señaló el consultor y experto en opinión pública.

Según Magdaleno, el juego de fondo serían las condiciones en que se producirían esos comicios.

“Por ejemplo inhabilitaciones, crear un contexto bastante anormal para una consulta electoral. Otro ejemplo, restringiendo aún más la capacidad de los medios de comunicación para transmitir sucesos, dificultando incluso el acceso de algunos competidores una vez sea convocada la elección, es decir, el gobierno pudiera estar creando las condiciones para intervenir un poco más en la funcionalidad de la competencia electoral”, explicó Magdaleno.

Resaltó que el gobierno no tiene radio de acción en el cual maniobrar, lo que se suma a las presiones financieras y el clima de opinión pública en su contra.

Por otro lado, “el gobierno está jugando al desgaste de la oposición y quizá, en el cálculo del oficialismo está que en algún punto del año las movilizaciones van a menguar, bien en número, en intensidad o porque los costos empiezan a ser muy elevados y la gente comience a inhibirse. Eso lo puede estar evaluando el gobierno. Sin embargo, están en una espiral en donde no tienen salida y lo que podrían conseguir es aumentar el rechazo de los ciudadanos ”, manifestó Magdaleno.

Esos son los escenarios que puede estar palpando el tren político que dirige -al menos así pareciera- Nicolás Maduro.

Del otro lado, el tiempo pudiera jugar en contra de la oposición, al menos así lo analiza Magdaleno.

“Las protestas de la oposición parecieran ser finitas, tienen un tiempo determinado, habrá un punto en el cual se exigirán resultados más concretos para que continúen las movilizaciones o para que cambien su carácter”, observó.

El analista asegura que esos logros pasan por la aproximación que tengan los dirigentes políticos de oposición con el chavismo descontento, la definición de un cronograma electoral, condiciones satisfactorias para que se lleve a cabo el proceso comicial que sea convocado y el respeto a las competencias de la Asamblea Nacional.

Estos puntos han sido exigencias de la Mesa de la Unidad Democrática.

“Esas son las victorias que podría ofrecer la oposición, el centro de eso son elecciones satisfactorias”, aseguró el politólogo.

¿Escenario constituyente, opción o distracción?

Mientras el devenir diario de los venezolanos transcurre entre protestas, muertes, heridos, paramilitares en las calles, inflación de más 65% en el primer trimestre -según la Comisión de Finanzas del Parlamento-, debilitamiento sostenido del aparato productivo, pago de deuda externa, salida de Venezuela de la OEA, el Presidente de la República Nicolás Maduro juega esta baraja, Asamblea Nacional Constituyente.

Según la socióloga Maryclen Stelling, la opción de la constituyente podría significar una distracción de los que está ocurriendo en el país por parte del gobierno nacional.

Sin embargo, agregó que para poder bajar las tensiones debe realizarse un plan de concertación nacional que debe incluir a los liderazgos de gobierno y oposición, medios de comunicación, élites económicas, empresarios, entre otros.

“Yo creo que esto es un problema de todos, no sólo de los políticos sino, también de todos los líderes de opinión”, dijo Stelling.

Sobre la posibilidad que desde el buró del Psuv se planteé 17 años después una nueva constituyente como respuesta a un posible fracaso del proyecto de Hugo Chávez, la profesora de la Universidad Católica Andrés Bello, Maryclen Stelling, expuso que pudiera verse desde ese punto de vista o porque se agotó ese modelo, o porque las personas que tomaron esa decisión consideran que después de todo un recorrido histórico este es el momento de convocar una constituyente en donde todos los ciudadanos participen de la reconstrucción del país, como lo hicieron en 1999. Sin embargo, pareciera una medida distractora, reiteró.

Del lado de la oposición, la socióloga coincidió con el análisis de Jhon Magdaleno, al considerar que el escenario de retomar la calle es un elemento a corto plazo. “Reinaugurar el frente de batalla de la calle, es un frente de batalla cortoplacista que llama al desgaste, al cansancio, víctimas fatales y destrucciones físicas, una violencia anómica. Yo creo que esa es una estrategia desesperada de la oposición y no es conveniente en este momento”, afirmó Stelling.

“En algún momento la dirigencia opositora tendrá que realizar un viraje”, planteó la educadora.

Pero, «si es cierto que en la oposición hay grupos que no están de acuerdo, desde los más democráticos y pacíficos hasta los más radicales y violentos, va a ser más difícil ponerse de acuerdo en la oposición, a diferencia del gobierno, donde se baja una línea vertical, se da una instrucción”, señaló.

Sobre “el llegadero” de esta situación, señaló que es complejo definirlo.

“El llegadero puede ser que se legitime la cultura de la violencia y abramos paso a un país tipo Colombia, tipo México, le estamos abriendo las puertas a la violencia como vía legítima para dirimir las diferencias”, dijo Stelling, quien no descartó la posibilidad de que ese “llegadero” pudiera ser una guerra civil.

En cuanto al escenario electoral, Maryclen Stelling aseguró que es el estadio que le conviene a todo el país. No dudó en resaltar que las protestas en la calle pudieran tener consecuencias negativas para la oposición y positivas para el gobierno.

“Esta calle que no llevó a nada, sino a una calle ciega, pudiera estar despertando voces disidentes dentro del chavismo-madurismo, que se estaban distanciando, y que podrían reagruparse nuevamente entorno al sector oficial”.

OTRA MIRADA

“Veo al gobierno desconcertado”

Todavía en Venezuela se pueden oír voces que le hicieron frente a la que creíamos sería la última dictadura de nuestro país, aquella del General Marcos Pérez Jiménez. Se trata de alguien que formó parte del ala radical de izquierda de Acción Democrática en la década de los años 50, Américo Martín.

El político y abogado asegura que observa al gobierno desconcertado por lo que está ocurriendo no sólo dentro de Venezuela sino, por el rechazo que se ha ido generando en el extranjero.

“El gobierno pretendió frenar las protestas, doblar las protestas, por la vía de la violencia, pero el resultado ha sido contrario, se aisló aun más en el contexto internacional y dentro del país la respuesta popular ha sido muy grande. Es difícil encontrar a alguien que los quiera acompañar a alguna elección en este escenario, se han aislado aquí y afuera”, dijo Américo Martín.

En opinión del ex guerrillero, la única opción que le queda al gobierno de Nicolás Maduro es negociar una salida, “negociar una especie de salvo conducto”, para salir del poder. Colocó como ejemplo de ello, la negociación que llevó a dejar el poder al ex presidente y dictador haitiano “Babe Doc” Jean Claude Duvalier. De esta manera, indicó Martín, se abriría la ventana de unas elecciones para un nuevo gobierno.

En torno a esto, Martín piensa que dentro de la élite oficialista no hay fuerza para tomar una decisión como esta.

“Allí adentro hay factores que están amenazados de ser enjuiciados internacionalmente y es por esto que no tienen fuerza para decidir y se dejan arrastrar por los acontecimientos actuales, lo que los está llevando a una especie de implosión interna. Por ese camino no van a salir adelante y vamos a una situación impredecible”, aseguró.

Para Américo Martín el gobierno nacional no tiene ni mucha autonomía ni muchas opciones. El abanico de salidas a la crisis se les agota. “De allí la propuesta llena de angustia de una constituyente, el diálogo o convocar elecciones”, afirmó.

Por otro lado, “la oposición hace bien de no fiarse por esas proposiciones cargadas de miedo y angustia”, aseveró Martín quien agregó, que el escenario inminente y que está por presentarse es la aplicación de la carta democrática por parte de la OEA a Venezuela.

“Eso está en la puerta del horno”, dijo.

Aunque aseguró que la dirigencia opositora sí tiene margen de maniobra, también está de acuerdo en que las acciones de calle deben tener un límite. Indicó que ahora, a diferencia de la huelga general del año 2002, hay problemas sociales más álgidos.

“Ahora hay más desesperación, hay más hambre que no había en ese momento. Pero yo no soy partidario de políticas indefinidas, tiene que haber un desenlace. La dirigencia de la MUD con cabeza fría debe decidir en qué momento hacer un viraje, manteniendo siempre la presión porque si no, el gobierno buscará maneras de escabullirse y no hacer lo que debe que es colocar esto en manos del pueblo elector”, recalcó.

Quien fuera perseguido por la Seguridad Nacional de Pedro Estrada, manifiesta que el gobierno tiene que hacer “gestos” en estos momentos.

“¿Qué pierde el gobierno con liberar a Antonio Ledezma, por ejemplo? El gobierno tiene que mostrar gestos que le permitan negociar”, concluyó.

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