Los periodistas Maryori González (camarógrafa), Guido Villamizar (productor y estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB) fueron liberados, «esperamos la liberación de Marcos Vergara y Davis Valera», escribió VivoPlay en su cuenta oficial en Twitter refiriéndose a los dos motorizados que siguen detenidos, y confirmaron ejecutivos de la empresa.
Según otras fuentes periodísticas, las cuatro personas fueron capturadas en las inmediaciones del barrio Chapellín, de la urbanización La Florida, Caracas, por hombres encapuchados, que los entregaron a efectivos de la Guardia Nacional.
El equipo periodístico cubría el curso de una marcha opositora que fue duramente reprimida cuando pretendía llegar a la Cota Mil, la autopista que bordea a Caracas por el norte y a donde más temprano habían pretendido llegar los manifestantes antes de ser repelidos por la Guardia Nacional y la Policía Nacional.
Sólo después de más de tres horas, de lo que fue calificado como un arresto ilegal y hasta un «secuestro» porque se desconocía la identidad de los captores y a dónde habían sido llevados los detenidos, se supo que habían sido trasladados al Fuerte Tiuna, donde funciona el ministerio de Defensa y otras importantes dependencias de la Fuerza Armada. El equipo de abogados de Vivo Play se trasladó hasta el lugar para gestionar la liberación, dijeron a El Estímulo fuentes de la empresa.
«Se desconoce el paradero del equipo corresponsal de Vivo Play secuestrado ilegalmente por agentes de la Guardia Nacional», había escrito el canal en su cuenta oficial en Twitter cuando los comunicadores llevaban más de tres horas detenidos.
Vivo Play, un canal por Internet con presencia en el mercado internacional, es el único medio audiovisual que está transmitiendo en vivo y directo las protestas que sacuden a Venezuela desde hace un mes, además del canal VPI, otro más modesto esfuerzo en formato digital, con coberturas puntuales.
Con reporteros en la calle e imágenes crudas, sus reporteros han registrado la fuerte represión de los agentes del gobierno de Nicolás Maduro contra los manifestantes pacíficos; así como los posteriores enfrentamientos entre encapuchados que usan piedras y bombas molotov contra los piquetes de efectivos antimotines, al final de las frustradas concentraciones.
Por orden del gobierno, Vivo Play fue censurado de las parrillas de los canales de TV por suscripción y frecuentemente es bloqueado su acceso vía Internet.
El Sindicato de Trabajadores de la Prensa (SNTP), colegas periodistas y presentadores de Vivo Play posicionaron la etiqueta en Twitter en busca de información sobre el paradero del grupo.
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