Venezuela

¿Qué hacer frente a las bombas lacrimógenas?

Contrario a lo que muchos piensan, el vinagre o la pasta dental no son recomendados para contrarrestar el efecto de una bomba lacrimógena. Como cualquier tecnología, estos compuestos han mutado a lo largo de los años, por lo que es necesario que las personas estén al tanto sobre cómo actuar al estar expuestos y atender mascotas y niños.

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Foto: AFP / JUAN BARRETO / Archivo

Mónica Krãuter, profesora de la Universidad Simón Bolívar y especialista en gestión ambiental, se ha dedicado desde 2014, y tras el análisis de más de 1500 bombas lacrimógenas detonadas en protestas venezolanas, a advertir sobre los riesgos para la salud y el ambiente de esta sustancia tóxica. Una de sus misiones en la actualidad es, además, educar sobre la correcta respuesta ante una exposición.
Empecemos por entender cómo es esta sustancia. Lo que ha sido llamado por algunos actores políticos como “gas del bueno”, realmente es un compuesto sólido, un polvillo incluso más delgado que el talco de uso común, por lo que su peligrosidad no solo se reduce a la inhalación y a su efecto en vías respiratorias, sino al contacto con la piel.
Hoy en día, el 99% de las bombas lacrimógenas usadas son ácidas, explica Krãuter, por lo que un compuesto básico es lo recomendable para contrarrestar su efecto. Olvídense del vinagre, la pasta de dientes o el Vick Vaporub, pues a pesar de que su fuerte olor puede causar sensación de alivio, provocan un efecto aún más corrosivo en el organismo. Con respecto a los dos últimos, su textura pastosa también ocasiona que las partículas de polvillo se adhieran a la piel, pudiendo causar inclusive quemaduras químicas.
¿Qué hacer entonces? La profesora Krãuter explica:

  1. Luego del contacto con lacrimógenas, no se restrieguen los ojos. Recuerden que el polvillo se adhiere a la piel, por lo tanto está pegado en sus dedos.
  2. Para contrarrestar el efecto químico use antiácido (gástrico) o una solución de tres cucharaditas de bicarbonato de sodio en un vaso de agua potable. Es importante que la mezcla quede cristalina, pues de otro modo significa que el bicarbonato no se diluyó correctamente o se añadió en demasiada cantidad.
  3. Utilice vendas elásticas humedecidas en alguno de los líquidos anteriores para cubrir su rostro. La elasticidad hace que se adapten a su fisionomía y, además, protegen la piel del contacto con la sustancia.
  4. A los niños, bebés animales y a quienes no se les puede colocar las vendas, rocíelos con la solución de agua y bicarbonato para generar una atmósfera básica alrededor de las vías respiratorias.
  5. Mantenga estas vendas, o el paño que utilice, húmedo con el antiácido o la solución de agua y bicarbonato. La neutralización química solo va a ocurrir en estado líquido.
  6. No se lance al piso. El polvillo va a decantar como cualquier sólido.
  7. No corra. Hiperventilar solo le ocasionará inhalar más sustancia.
  8. No induzca el vómito. Recuerde que el ácido quema al entrar y quemaría al salir.
  9. Puede introducir un par de gotas de la solución de agua con bicarbonato en su nariz.
  10. No toque un cartucho de lacrimógena recién proyectado con la mano desnuda. Se quemará por la temperatura y los agentes químicos. Tampoco utilice guantes que se pudieran derretir.
  11. Si se ve en la necesidad de retirar una bomba de la zona en la que está, y tiene el guante correcto para hacerlo, ahóguela en un recipiente con agua y tápelo.
  12. Si en su zona residencial hay presencia de lacrimógenas, cierre ventanas y selle las entradas.
  13. Enciérrense en los baños y dejen correr agua caliente por los grifos para para que el vapor disminuya el efecto en espacios cerrados. Si no tiene disponibilidad de agua, al menos ponga a hervir un poco (preferiblemente con bicarbonato) y mantenga a su familia y mascotas alrededor.
  14. Una vez que pase el efecto de la bomba lacrimógena dentro de la casa, abra las ventanas, permita la ventilación. No barra, evite levantar el polvillo. Usando guantes, aspire o limpie con paños húmedos que luego pueda desechar.
  15. Utilice lentes de natación, de este modo evitará el contacto de los ojos con las lacrimógenas. Esta recomendación es especialmente importante para personas que utilicen lentes de contacto.
  16. Si está cerca de un lugar donde disparen lacrimógenas, cúbrase la cabeza con un brazo mientras se aleja. Estará protegiendo gran parte de ella y evitará una herida grave por impacto.
  17. Tosa, estornude y escupa, de modo que pueda disminuir la concentración del tóxico en su cuerpo.
  18. Báñese con abundante agua tibia, tanto usted como a las mascotas que hayan estado expuestas. Procure que el agua corra de arriba hacia abajo continuamente. La razón del agua es arrastrar toda la sustancia que queda adherida a la piel y el pelo.

Sobre su uso

El artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la prohibición de armas de fuego y sustancias tóxicas para el control de manifestaciones pacíficas. Sin embargo, inclusive la violencia verbal puede ser un detonante para su uso, por lo que lo que separa de la violencia del pacifismo en una manifestación es una línea sumamente delgada y, si se quiere, maleable a conveniencia.
En cuanto a su accionar, el Protocolo de Ginebra, el cual suscribió Venezuela tras su firma en 1935, es claro: las bombas lacrimógenas NO deben lanzarse cerca –de modo que afecten- centros educativos, médicos o centros de alta afluencia. Sobre esto, Diego Scharifker, Concejal del Municipio Chacao, advierte que ya existe una denuncia en La Haya sobre el uso indiscriminado de lacrimógenas en Venezuela, violando protocolos internacionales.
Otro tema que se ha debatido en los últimos días es el grado de inclinación que debe tener el equipo que la proyecta: esto varía según el tipo; puede hacerse de modo parabólico, rastrero y horizontal, explica Krãuter –cada una tiene una restricción-, pero NUNCA apuntando directamente a una persona. De ser este el caso, el contenido se vuelve insignificante ante el impacto potencialmente mortal del proyectil.
Toda bomba lacrimógena accionada por cuerpos oficiales debería tener la inscripción de su marca, lote, advertencias, fecha de elaboración y fecha de caducidad (cada bomba tiene una vida de cinco años). Sin embargo, las envasadas por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM) no cuentan con estos requerimientos que exige el Protocolo de Kyoto sobre alteraciones ambientales. Cabe destacar que CAVIM solo comprime el contenido, no lo fabrica, y que cada una de estas bombas tienen un valor de entre 30 y 38 USD.
Sobre sus consecuencias

Que la bomba lacrimógena esté compuesta por un polvillo tan ligero la hace “inmune” a la mayoría de las máscaras. Es decir, el filtro de estos escudos muchas veces está diseñado para partículas de mayor diámetro, por lo que la lacrimógena fácilmente se cuela a través de ella. La máscara eficiente para este tipo de sustancias –que cuenta con un filtro y un neutralizador-, explica la Prof. Krãuter, tiene un costo de USD 168 y, por ser un arma de guerra no se encuentra disponible en páginas populares de comercio electrónico.
El efecto de una bomba lacrimógena dura alrededor de 5 días en el ambiente. La exposición frecuente a ellas, a largo plazo, tiene efectos teratogénico, mutagénico y cancerígeno y deriva en enfermedades crónicas. El enfisema pulmonar, los daños coronarios o renales son algunos de los problemas de salud que se pueden presentar.
Estas armas atacan las mucosas del cuerpo humano. Es de suma importancia que se evite, bajo cualquier circunstancia, la exposición de niños a esta sustancia, pues ellos, por autodefensa, producen más mucosa que un adulto.
La lagrimación, salivación, e inclusive la hinchazón por retención de líquidos, son respuestas normales del cuerpo para protegerse de la acción de este corrosivo. Sin embargo, si estos síntomas persisten, se incrementan o aparecen náuseas, vómitos, desvanecimientos, espasmos y asfixia pasados 30 minutos de la exposición, es recomendable acudir a un especialista en salud.

Para más información o dudas sobre el tema, pueden ponerse en contacto con la profesora Mónica Krãuter a través de su Twitter: @MKrauterUSB]]>

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