Venezuela

Detener a manifestantes: negocio redondo

Las protestas son escenario de atropellos y violaciones a los Derechos Humanos. La Policía y Guardia Nacional vieron en ellas la oportunidad de hacer negocios. Por venalidad, también ponen los grilletes a quienes se alzan en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Algunas víctimas, amén de sortear los abusos por disentir, deben pagar las extorsiones monetarias que aseguran la pronta libertad

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FOTOGRAFÍA: PEXELS

Salir a manifestar puede significar no volver. “Prefiero que me maten a que me metan preso”, expresó un estudiante en la movilización del lunes primero de mayo de 2017. El temor a los barrotes por parte de los organismos de seguridad del Estado acecha a quienes protestan en contra del gobierno de Nicolás Maduro. En muchos casos, los apresados han de arrostrar a la justicia venezolana por crímenes no cometidos. ¿Qué vale la libertad? Antes de verse en confinamiento, hay ciudadanos que se valen de cualquier tipo de mecanismos, fraudulentos o no. Incluso hay quienes aguantan torturas y maltratos para evitar conflictos. Se trata de un “sálvese quien pueda”. Las reglas no están escritas. Solo valen las jugadas de policías, fiscales y jueces. Extorsiones, maltratos, negociaciones y contactos se entretejen en un sistema corrompido luego de poner las esposas.

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