Con “gas del bueno” y perdigones impiden el paso a Campo de Carabobo

El sitio donde se libró la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821,  que fue una de las más importantes acciones de carácter militar durante la Guerra de Independencia de Venezuela,  estuvo prohibido por un gran contingente de efectivos de la Guardia Nacional (GN) que fue acompañado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Policía de Carabobo.
La MUD había convocado a sus seguidores a avanzar en caravanas desde los puntos donde siempre se concentran: La Redoma de Guaparo, Los Samanes (Valencia), Fin de Siglo (San Diego) y esta vez incorporaron uno más: la estación de servicio Mi Bohío en plena Autopista Regional del Centro.
Mientras los opositores alistaban a sus seguidores para arrancar hacia el histórico lugar, la GN se preparaba y movilizaba a lo largo de la Autopista del Sur, desde el Distribuidor de San Blas en Valencia. Se desplazaban en motos, dos en cada una, cargando unos morrales que lucían pesados.
Al llegar a la Encrucijada, que conecta con Campo de Carabobo,  Cojedes y Yaracuy, estaba instalada una alcabala y piquetes castrenses y policiales. La orden era clara: nadie pasa.

Los que tenían compromisos en Barrera, Campo de Carabobo y La Yaguara (Carabobo) o más allá en el estado Cojedes, en población como Tinaquillo, Taguanes o San Carlos, recibían la información que no podían transitar por la zona.
“Voy a Tinaquillo a celebrar el Día de las Madres con mi familia y mi viejita de 85 años, ahora no sé qué hacer”, se quejó desde su carro Rosa Pérez que secaba su sudor porque el calor superaba los 37 grados centígrados.

La alcabala estaba dispuesta desde las 6:00 AM del sábado. También desde Cojedes, otro punto de la GN y policías cerraba el paso hacia Carabobo. Los que por necesidad debían ir hacia Valencia o Tocuyito, tenían que continuar el trayecto de varios kilómetros a pie, incluyendo niños, madres con bebés en brazos y personas de la tercera edad.
Los soldados observaban con cierto pudor la escena. No era sencillo caminar tanto con el calor en su máxima expresión. «Y el sol de mayo», como atinó a decir un vendedor de helados que aprovechó para salir de mucha de su mercancía.
Al menos 3 heridos

Mientras se preparaban en el sector Los Samanes para salir hacia La Encrucijada, la GN comenzó allí a lanzar las primeras bombas lacrimógenas y perdigones, acción que dejó con dos heridas de perdigón al periodista del Circuito Unión Radio, Ricardo Graffe, que cubría las incidencias de la concentración.
Luego a las 12:40 PM, cuando motorizados del cuerpo castrense avanzaron desde La Encrucijada hacia la zona que conduce a Tocuyito, comenzó la represión. Gases lacrimógenos y perdigones a granel; los carros trataban de retroceder y quienes se habían bajado de ellos, corrían de un lugar a otro.
La activista de Proyecto Venezuela, Mariangel Navas, fue alcanzada por una bomba lacrimógena que le causó una enorme herida en la zona cercana a la ceja. Rápidamente fue rescatada y llevada en moto hacia una clínica en Los Guayos.
Después otro herido, también por bomba en la cabeza, quedó inconsciente. Se trata del médico Carlos Serrano, que movilizaron a la Ciudad Hospitalaria “Dr Enrique Tejera” de Valencia.
Las personas corrieron hacia restaurantes, casas y cualquier sitio disponible para tratar de resguardarse. A lo lejos otros huyeron hacia la estación de servicio en La Encrucijada.
Dirigentes políticos, que quedaron del otro lado de la línea de fuego, se quejaron de la arremetida y trataron de dialogar con los soldados que estaban en el piquete. Nada pudieron lograr, no hubo paso.

Del otro lado de la autopista, sentido hacia Valencia, unos hombres vestidos de civil, pero con chalecos antibalas, mantuvieron el tráfico detenido en el retorno de La Encrucijada hacia la capital estadal mientras duraba la represión. Las personas se quejaban del calor, el olor leve a gases y la enorme cola que trancó todo el sector. Las mujeres cargaban a sus niños y les ponían pañales de tela en la cabeza.
Cerca de las 2:00 PM, abrieron ese retorno y los carros pudieron avanzar hacia Tocuyito y Valencia, pero en sentido a Campo de Carabobo, no. La orden era que nadie llegaba al sitio donde arde la llama en el Altar de la Patria.]]>