Venezuela

FOTOS | Altamira: Un guetto sin muros e inundado de lacrimógenas y robos

Este miércoles, el muro en la Plaza Altamira se fue cercando. Vecinos del sector reportaron a El Estímulo que los motorizados de los cuerpos de seguridad disparaban bombas lacrimógenas "de forma intermitente" en varios edificios. Uno de ellos fue el conocido Centro Plaza, donde los gases afectaron a muchos de los que ahí transitan diariamente.

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Fotos: Andrea Hernández

Un guetto. Así podría definirse las zonas aledañas a la Plaza Altamira durante estos 75 días de protesta. Esa zona de Caracas se ha convertido para muchos en símbolo de la libertad, En la actualidad, la situación es diferente a lo que se vivió en 2002. Hoy,  las fuerzas de seguridad (Guardia Nacional y Policía Nacional) no sólo reprimen las manifestaciones, sino que el modus operandi que aplican va más allá porque «meten miedo» a la gente de la zona.
Antes de llegar al lugar previamente descrito, un ¡paf! nos llamó la atención. El humo blanquecino y de lenta dispersión, como es el de la bomba lacrimógena era como una mancha en la tranquila -aunque hoy congestionada- primera avenida y primera transversal de Los Palos Grandes. Obvio, al acercarnos, causó efecto inmediato, mientras los vehículos transitaban «normal» por esa calle.
En el Centro Plaza, la gente se arremolinaba en la parte baja del lugar, afectada por los gases que habían caído más temprano y el que, tan solo a media cuadra, acababa de detonar. Así lo refirió Rolando González, quien dijo que tenía en ese centro comercial aproximadamente unos 20 minutos y contó que «más o menos cada 10 minutos, pasa la Guardia. Dan la vuelta por la avenida Francisco de Miranda. Lanzan bombas en esta transversal (…) A veces suben y mira, acaban de lanzar una allí. No entiendo cuál es el propósito. Me imagino que es que no quieren que hayan ni tres personas juntas».
Indicó además que hay mucha gente que quiere ir a su casa (porque aproximadamente a las 4:30 PM se hizo el recorrido) y no puede salir de las instalaciones, por temor a una nueva arremetida «sin sentido» de los efectivos policiales.
Aunque las cercas y los muros no existen físicamente, sí se evidencia una pared verde, caqui  y a veces blanca, que forman los efectivos de la GNB y PNB cada vez que hay convocatorias de la Mesa de la Unidad. Toma los mismos puntos de siempre y que, luego de la dispersión de los manifestantes y quedan los integrantes de la llamada «Resistencia», se quedan peleando con los funcionarios.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
Por otra parte, Maria Claudia Angulo, expresó angustiada que habían unos niños cerca de donde ella se encontraba «y le cayeron a bombas». De igual forma, refirió el caso de una mujer que tenía su bebé en los brazos.
«Así pasó igualito con una mamá con una niñita guindada en los brazos. Estaba amamantando. No respetan nada», denunció.
En el grupo de personas que esperaba en la salida del Centro Plaza, también estaba Abraham González. Este joven, con pasamontañas, un guardacamisa y un rosario en el cuello, aseguró que se encuentra desde tempranas horas de la mañana en Altamira «luchando por un mejor país». Refirió que desde muy temprano «no los dejaron concentrarse» y dijo que habían detenido a tres estudiantes más temprano, aunque manifestó que «no se cuántos se han llevado ahora». Agregó que en ese centro comercial es uno de los puntos donde se refugian.
Relató que a una mujer, mientras pasaba por Miga’s de Los Palos Grandes, «le tiraron perdigones en la cara feo y se la llevaron al hospital». Cuando pasamos por el mencionado local, evidenciamos que la puerta de entrada al restaurante, que es de vidrio, estaba partida.
Otro joven, quien no quiso dar su nombre, refirió lo acontecido en el Saren de La Castellana. Denunció que «los escoltas del Saren nos sacaron las pistolas y nos cayeron a plomo hace rato. Uno en el brazo y otro en el dedo (…) Nos cayeron a plomo desde arriba».
Es ahí cuando la gente que hace vida en el sector, ya sea porque labora en la zona o vive en ella, deben buscar caminos más hacia el norte donde la vida intenta funcionar «como si no pasara nada».
Dejamos el Centro Plaza para bajar a la avenida Francisco de Miranda. Evidentes signos de lucha estaban en la calle: basura en la calle, poca -o nula- circulación y, por raro que parezca, los perreros aún estaban ahí, frente al edificio Cavendes. No quisieron dar su nombre, pero contaron que la situación «está fea» en el lugar. Ratificaron que los efectivos de la Guardia Nacional «van y vienen» para reprimir a los manifestantes.
«Ya nosotros estamos recogiendo, porque esto esta feo», puntualizó.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
Cerca del puestico, había un pote plástico, que estalló con una gran mancha de pintura. Los «perreros» contaron que escasos minutos antes de que llegáramos al lugar, estaba un muchacho comiendo y que el recipiente (que son los mismos que se usan para servir arroz chino) le cayó cerquita de los pies «porque los vecinos del edificio se los lanzan a los funcionarios cuando pasan».
De ahí, nos dirigimos a la otra parte del Centro Plaza. Al frente, el Centro de Arte La Estancia estaba cerrada como si fuera un primero de enero, aunque sus trabajadores aún estaban dentro.
En la parada de carritos por puesto que está frente al mencionado complejo, había basura quemándose. Una especie de barricada improvisada, porque estaba pegada a la acera al lado de unos mototaxistas que buscaban rebuscarse con la situación.

Ahí, estaba Wilson Jiménez. Él trabaja en el Centro Plaza. Desde su oficina, en la Torre C, observó cuándo la Guardia Nacional amedrentaba a las personas. «Daban vueltas a cada rato y le empezaban a lanzar bombas. En algún momento, corrieron hasta allá (cerca del Arturo’s que está al lado). Se pararon aquí, les lanzaron una bomba, y de ahí fueron a echarle perdigonazos allá atrás».
«Estaban jugando con la gente, como con zozobra», dijo.
Posteriormente nos trasladamos a la Plaza Bélgica, cerca de la sede del Saren en La Castellana, donde más temprano se generó un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y manifestantes. Ahí, fue incendiado un vehículo, fuego controlado de inmediato por los bomberos que acudieron al lugar.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
«No se sabe quién encendió el vehículo», refirió una fotoperiodista de El Estímulo. «La gente del Saren lanzaba cosas a la calle y en el lugar se llevaron a una persona detenida. Se lo llevaron ‘ensanduchado’  y lo pasaron como tres veces cerca de los periodistas», relató.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
Sin embargo, para llegar, nos encontramos con grupos bastante grandes de personas que usaban esos «caminos verdes» para poder salir del municipio Chacao. Carritos por puesto, trabajadores e incluso, vendedores de Kino, trataban de llevar una vida «normal» mientras eso ocurría a escasas cuadras de distancia. Cuando llegamos al Saren, ya todo había culminado.
Aún la Policía de Chacao permanece obstaculizando los accesos a la Plaza Altamira por el Friday’s y por el Miga’s, con el fin de resguardar a la población. Aunque con las motos y los transeúntes valientes sólo les dan una advertencia.
En la Plaza Altamira, la situación era tan -o más tensa- porque los efectivos de seguridad «se rotaban» para rodear el lugar  y no permitían que las personas se concentraran. «Si veían diez personas juntas, les lanzaban una bomba», dijo nuestra fotoperiodista.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
Por otra parte, en las redes sociales los relatos son más fuertes. Varias personas denunciaron robos de sus pertenencias por parte de  los efectivos de seguridad.
14062017 Altamira Andrea Hernandez/EL ESTIMULO
Los residentes de la zona se preguntan hasta cuándo podrán soportar el asedio de los Guardias y la Policía cada vez que convoca la Mesa de la Unidad. Aprietan el cerco, que exacerba las intenciones de la «resistencia» de seguir adelante.]]>

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