El escrache venezolano: humillando al enemigo
El hartazgo del majunche, del escuálido, del oligarca, del expatriado toma un nuevo cariz: el reclamo cara a cara y cuerpo a cuerpo. El país hace aguas y la revolución bolivariana se hunde, por eso hay quienes optan por increpar directamente al que sienten culpable o cómplice del caos. Lo entienden como protesta legítima aunque se acumulen las voces que condenan la práctica. Fuera del país es más evidente, donde no hay escoltas ni las “chapas” pesan