Sin embargo, a primera hora de esta mañana un concejal barcelonés ha acudido al centro cívico a comunicar a los organizadores que carecían de permisos para utilizar ese local municipal, autorización que debe tramitarse previamente a través del consistorio.
Un portavoz municipal explicó que el Ayuntamiento tuvo constancia ayer por la tarde de la intención de montar las urnas en el centro cívico, después de que acudieran a la Guardia Urbana a pedir que garantizaran la seguridad en una votación a la que hoy esperan que acudan entre 18.000 y 20.000 personas.
Pese a impedirles la entrada al centro cívico, el portavoz municipal ha asegurado que se han cedido a los organizadores de la consulta sillas y mesas para montar las urnas en la calle, frente a las puertas del centro cívico, que además ha sido cortada al tráfico por la Guardia Urbana para garantizar la movilidad y la seguridad de la votación.
El proceso para votar inició a tempranas horas de la mañana y se mantendrá abierto hasta las 6 de la tarde o hasta que haya votantes en la cola. La coordinadora de la editorial Alfa, Virginia Riquelme contó que ha estado dos horas en la fila; pero que “avanza rápido. Lo importante es la partición masiva”.
Adriana Ruvial, coordinadora del centro, contó que el grupo alquiló un centro cívico; pero Agustín Colón impidió que lo utilizaran. “Pidió que no nos abrieran el centro y alegaba que no habíamos pedido una licencia. Pagamos casi 1.000 euros e informamos al centro cívico lo que íbamos a hacer, en nuestra factura dice que nuestro motivo era para elecciones. Avisamos a la Policía de Cataluña y a la Policía local y ninguno nos dijo nada de esa licencia. Es una decisión política de Podemos”.
A pesar de los inconvenientes, Ruvial estimó que 6.000 personas ya votaron y esperan 16.000 más.]]>
