Desde que Francia anunció la reedición del diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela, se desató la confusión. Los primeros miembros de la Mesa de la Unidad Democrática negaron la reunión inminente en República Dominicana y luego se sumieron en un extraño silencio. «¿Qué les puedo yo decir? Yo lo que les puedo pedir es excusas. Esto se presta para rumores», dijo este viernes Capriles sobre la falta de información.
El gobernador pidió «voluntad política» dentro del gobierno de Nicolás Maduro para que las conversaciones generen resultados y no sean «una farsa más».
“Esa sería la única oportunidad de que exista algo serio. El gobierno nombró a Bolivia y Nicaragua, y quienes queremos cambio designamos a México y Chile, para que funjan como mediadores”, dijo al agregar que “posiblemente” se pudieran incorporar Francia, Portugal y Grecia como representación de los países europeos, además de la Organización de Naciones Unidas, la iglesia católica y la Organización de Estados Americanos.
“La negociación tiene que ser para que los venezolanos tengan una solución. Si queremos que esto no sea otra estafa, no hay que dejarlo en las manos de los intermediarios que participaron el año pasado”, señaló.
Capriles aclaró que la comunicación que se mantuvo en el país antillano “no frena” las decisiones tomadas por la Unión Europea en contra de Nicolás Maduro ni tampoco las denuncias hechas ante la Corte Internacional Penal.
“Si el gobierno no quiere sanciones, entonces que respete la Constitución. El 27 de septiembre sería la próxima reunión, si hay voluntad para resolver la crisis, para esa fecha ya debería haber resultados”.
Finalmente, dijo que la comunidad internacional es “fundamental” para la búsqueda de soluciones en Venezuela.“Porque si aquí hay un cambio de gobierno hay que salir a buscar recursos, no solo inversión, sino recursos que nos permitan salir rápidamente de la crisis”.
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