«Todo el que vote el domingo estará votando por la Asamblea Nacional Constituyente, reconociendo el poder de la ANC. Todo el que salga a votar, porque es la ANC quien los convoca, quien organiza», señaló el jefe de Estado a través de un contacto telefónico con el programa de la estatal VTV «Con el mazo dando».
En realidad los comicios son organizados por la también chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) que según la Constitución debería ser un poder autónomo, pero en la práctica también depende del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
Maduro además insistió en que todos los candidatos electos tienen que cumplir con el requisito de juramentarse ante la Constituyente para poder aceptar su cargo.
Según analistas, esta orden abre las puertas a una nueva fase de la crisis política venezolana, porque esa asamblea impuesta por Maduro para desplazar al poder legislativo electo en diciembre de 2015, y que se atribuye poderes supremos, no es reconocida por la oposición ni por muchos países americanos y europeos que son clave en las relaciones internacionales de Venezuela.
«La ANC decidió que los gobernadores que el pueblo va a elegir (…) para poder asumir sus cargos, tendrán que juramentarse y subordinarse a la ANC como requisito sine qua non, ineludible. No podrá haber un gobernador o gobernadora que se juramente y acepte su cargo sin juramentarse ante el poder plenipotenciario de la nación», dijo Maduro.
Dirigentes opositores ha recalcado que los llamados de Maduro en realidad buscan promover la abstención entre el electorado opositor, que es mayoría. Por cada cinco puntos que suba la abstención, el chavismo ganará un gobernador más, según un simulador interactivo del portal Prodavinci.
De esta forma, la abstención se ha convertido en la última esperanza del chavismo en estos comicios. Las renovaciones de cargos de gobernadores están vencidas desde hace un año. El chavismo, que controla el CNE, sin justificación alguna, se negó a convocarlas hasta que tuvo en sus manos la constituyente.
Este proceso constituyente llevó a Estados Unidos y ahora a la Unión Europea a acelerar una serie de duras sanciones contra el gobierno de Maduro y sus personeros más influyentes, inclusive las rectoras del Consejo Nacional Electoral.
Hasta la fecha unos 50 países, además de reconocidas instituciones internacionales, varias decenas de organizaciones no gubernamentales, partidos políticos de fuera y dentro de Venezuela, desconocen o rechazan la constituyente de Maduro y han estrechado el aislamiento del heredero de Hugo Chávez.
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