Tras más de 12 horas de negociaciones, el canciller dominicano, Miguel Vargas, señaló que se ha tratado de una «jornada exitosa» y que el sábado van a continuar de nuevo para tratar de concluir estos encuentros «en procura de una salida pacífica, estable y democrática a la situación que vive el pueblo venezolano».
Al término de la reunión del viernes, el ministro venezolano de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseguró que están «muy cerca» de alcanzar un acuerdo definitivo en favor de la paz y la convivencia entre los actores políticos de ese país.
«Debemos decir que hemos sostenido una jornada profundamente intensa y productiva, donde hemos logrado progresos sumamente importantes en puntos de confluencia para alcanzar un acuerdo definitivo de convivencia pacífica y democrática en Venezuela, como lo quieren las grandes mayorías del país», afirmó Rodríguez.
El portavoz del Gobierno venezolano en el diálogo también rechazó los intentos de algunos congresistas de EEUU de torpedear este diálogo.
Mientras la oposición venezolana, que en la víspera del encuentro ha expresado su desconfianza en este proceso de negociaciones, no hizo declaraciones al término de las conversaciones.
En la reunión participaron el presidente dominicano, Danilo Medina, y el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero; y contó también con el acompañamiento de Chile y México, a solicitud de la oposición, y de Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas, invitados por el Gobierno de Nicolás Maduro.
El encuentro, que al igual que los anteriores se celebró a puerta cerrada en la sede de la Cancillería y que empezó con retraso alrededor del mediodía, estuvo antecedido de una reunión técnica este jueves en la que se trataron los seis puntos de la agenda.
Los puntos centrales para la oposición son lograr garantías electorales para los comicios presidenciales previstos para 2018, la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, la liberación de los encarcelados que consideran «presos políticos» y la restitución de unos poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
En tanto, el oficialismo exige el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos de sus funcionarios y el reconocimiento de la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos gobiernos.
Horas antes del inicio de la reunión del jueves, el diputado opositor Luis Florido señaló en su cuenta de Twitter que «un cambio de gobierno es necesario para frenar la crisis en el país», y que exigen «un acuerdo que permita elecciones libres en Venezuela», al tiempo que destacó que «entre el primer encuentro y este tercero, el Gobierno de Maduro muestra una mala fe que es insensible a la crisis.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, participó en esta tercera ronda de negociación tras dudas sobre si México acudiría en calidad de observador, tras criticar «algunas decisiones» tomada por el Gobierno de Nicolás Maduro tras la anterior ronda de negociación.
También asistió el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien el jueves señaló en Twitter que «si no hay resultados concretos y creíbles ya, entonces no tendrá ningún sentido seguir adelante», a lo que la presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, respondió que éste «en las postrimerías de su cargo como canciller opta por la triste puerta trasera y sirve a bajos intereses estadounidenses».
El diálogo se inició formalmente el 1° de diciembre, después de que quedaran en el aire durante varias semanas las conversaciones de septiembre, y al término de las conversaciones del 15 de diciembre, ambas partes destacaron los avances, pero reconocieron que necesitaban más tiempo para llegar a un acuerdo.