En su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, la ONG califica al régimen de Nicolás Maduro de «autocracia incompetente» y lo acusa de haber «destruido la economía de un país potencialmente rico en petróleo».
En un diagnóstico devastador, HRW considera que no queda en el país ninguna institución independiente que pueda actuar como contrapoder, más aún después de que el Gobierno haya «llenado los tribunales de jueces que ni siquiera fingen independencia».
«En este panorama tan crítico, no hay instancias internas para frenar abusos o castigar a los responsables. ¿Qué es lo único que queda? Las instancias internacionales. Son la única posibilidad, la condena internacional constante», dijo en declaraciones telefónicas a Efe el director para América de HRW, José Miguel Vivanco.
La organización subrayó especialmente el giro adoptado por los gobiernos de once democracias latinoamericanas, cuya reacción ha sido «sobresaliente», a juicio de Vivanco.
Las voces que se alzaron en los países vecinos para sumarse a los manifestantes dentro de la propia Venezuela supusieron un hecho sin casi precedentes, ya que tradicionalmente han sido reticentes a criticar la represión, señala el informe.
Vivanco ve en la aplicación de sanciones individuales contra responsables venezolanos la forma más efectiva de presionar al régimen venezolano, como se dispone a hacer la Unión Europea congelando activos y prohibiendo entrar en territorio comunitario a ciertos altos cargos.
Además, llamó a los países latinoamericanos a pedir que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) abra una investigación por la violación de derechos fundamentales en ese país.
Por otro lado, la organización instó a estar «vigilantes» en las elecciones que se celebrarán en 2018 en diferentes países latinoamericanos, después de que los expertos de la Organización de Estados Americanos constataran grandes irregularidades en los comicios del pasado año en Honduras.
Para el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, el país con «mayor riesgo de victoria populista» es México, donde Andrés Manuel López Obrador lidera las encuestas.
«Y (el presidente estadounidense, Donald) Trump es su mejor amigo, políticamente hablando, porque cuanto más se mete con México y los mexicanos, más apropiada parece ese tipo de respuesta», subrayó Roth.
La organización considera «muy precarias» las condiciones democráticas existentes en México, y recuerda en su informe el «escaso progreso» que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha hecho en perseguir a las fuerzas de seguridad responsables de graves abusos como torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Respecto a Colombia, el informe aplaude el acuerdo de paz con las FARC alcanzado en 2016, pero se muestra crítico con la parte referida a la justicia, ya que «se arriesga a dejar impunes a criminales de guerra».
«Valoramos el esfuerzo de (el presidente, Juan Manuel) Santos, pero no podemos ocultar nuestras objeciones respecto de la debilidad del acuerdo de justicia, que promueve más la impunidad que la justicia o el castigo a aquellos que han cometido graves violaciones», apuntó Vivanco.
El hecho de que el tribunal no pueda imponer penas de privación de libertad para los autores de esos crímenes, sino sólo restricciones a la libertad ambulatoria para realizar tareas de servicio a la comunidad, «es algo que no tiene precedentes en ningún país del mundo», subrayó.
HRW también recuerda las «espantosas condiciones de vida» que sufren los indígenas Wayuu en la provincia de la Guajira, que «no son dignas de un Estado que aspira a incorporarse a la OCDE».
En su repaso a los países de la región, la ONG califica de «muy desafortunado» el indulto concedido por el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, a su predecesor Alberto Fujimori, y lo considera un «pésimo referente» para el resto de sus vecinos.