También surgen más preguntas. Los familiares exigen la presencia del fiscal noveno militar, Luis Marval, para que la medicatura forense proceda a entregarles los cuerpos y darles cristiana sepultura.
Según indican las actas de defunción de Pérez y Díaz Pimentel, su muerte fue producto de un «traumatismo craneoencefálico por herida de arma de fuego. Proyectil único».
Daniel Soto: herida de bala en la Tercera vértebra cervical por herida de arma de fuego.
Abraham Agostini: Hemorragia subdural. Fractura de cráneo. Herida por arma de fuego. Proyectil único.
Lisbeth Andreina Ramirez: hemorragia subdural y fractura de cráneo por herida de arma de fuego.
De forma extraoficial, los hermanos Abraham y Jairo Lugo presentaban las mismas heridas.
Es decir, aún y cuando los cuerpos pudiesen presentar heridas en otras zonas, las causas de muerte de los siete fueron producto de heridas en la cabeza.
En esas actas, de las cuales los familiares tienen todos copias, estaría una señal importante y abre la pregunta de cómo es que sí hubo un enfrentamiento, la causa de muerte de todos sea la misma.
El pasado 15 de enero, un operativo policial que duró varias horas, resultó con la muerte de siete personas, entre ellas el exinspector del Cicpc, Óscar Pérez, quien en junio de 2017, sobrevoló Caracas con un helicóptero de la Policía Científica llamando a la ciudadanía a activar el artículo 350 de la Constitución.
Ese día también realizó algunos disparos a las sedes del Ministerio de Interior y Justicia y el Tribunal Supremo de Justicia. Desde ese día, empezó la búsqueda de Pérez por parte del Gobierno.