Trabajadores de la CHET protestan por falta de insumos y mejoras salariales

Aseguraron que lo que ganan no les alcanza para los gastos cotidianos de alimentación, transporte, pago de servicios públicos y otros compromisos con sus familias.

Rostyn Flores, camillero en el centro de salud en el área de Pediatría, dijo que los bajos sueldos y las pocas herramientas e insumos médico-quirúrgicos les llevan al borde de un colapso emocional.

“Todos los empleados estamos molestos, estamos con una gran necesidad de que nos escuche alguien como el gobernador del estado, Rafael Lacava”, resaltó.

Señaló que no cuentan con transporte, además laboran en áreas donde se desbordan las aguas negras en los alrededores de la CHET y los baños están colapsados. “No funcionan los ascensores, no hay camillas, ni sillas de ruedas”, denunció.

El enfermero Miguel Véliz indicó que la salud se encuentra “en terapia intensiva” porque faltan muchos insumos que deben costear los familiares de los enfermos.

También se quejó del problema de la falta de transporte público en la ciudad, por lo que muchos de los que laboran en ese centro de salud deben irse caminando hasta sus hogares.

Véliz dijo que ganan Bs 270.000 mensuales, lo que significa que en una quincena reciben alrededor de Bs 120.000, por los descuentos, y eso no les alcanza para adquirir ni siquiera un kilo de arroz.

No descartan hacer una marcha hasta el Capitolio de Valencia, sede del gobierno regional de Carabobo, junto a todos los gremios de la salud para exigir las mejoras en los centros hospitalarios y ambulatorios, así como en sus contrataciones colectivas.

-Familiares afectados-

María Soto, madre del niño Moisés Acosta -que está hospitalizado desde hace tres meses por quemaduras-, manifestó que durante este período tuvo que vender muchos enseres y objetos personales para costear las medicinas que deben suministrarle a su hijo.

“Ya vendí todo lo que tenía y no tengo nada que vender, solo me queda la nevera. Le están pidiendo Ciprofloxacina y no la hay (…) He tenido que comprar yelco, inyectadora, compresas, guantes, además de hojas blancas. Tampoco hay serología. Lo han trasfundido tres veces y la serología es paga”, dijo.

Silvia Pérez, otra mujer que se unió a la protesta, se quejó porque deben montarse en camiones de estaca por la falta de transporte público, además de los servicios públicos deficientes que hay en el país y el alto costo de la vida.

“No queremos oír más de política, queremos son soluciones para este pueblo que sufre por la salud, la alimentación y los malos servicios como la luz, el agua, el gas y todo lo que nos toca vivir. Es un martirio enfermarse en este país. Escuchen al pueblo, oigan sus problemas y ayúdennos”, destacó.