En un encuentro informativo en Madrid, Juan Manuel Santos justificó esa impresión en factores como la «hiperinflación del 15.000 por ciento» en Venezuela, en el resurgimiento de enfermedades que parecían desaparecidas ante la falta de medicinas y en que «la gente muere de hambre».
Manifestó que Colombia es el país más interesado en que Venezuela pueda superar su crisis, porque tiene una frontera de 2.200 kilómetros con su vecino y porque ha acogido a un millón de venezolanos que han escapado de la situación que viven en su propio Estado.
«Somos generosos con los emigrantes venezolanos, nuestros hermanos, e implacables con el régimen», dijo Santos, convencido de que el Gobierno de Nicolás Maduro «hace agua», aunque tiene una «capacidad de negación irracional».
El presidente señaló que no va a reconocer el resultado de las elecciones del domingo porque «no son democráticas ni limpias, están amañadas para perpetuar el régimen cada vez más represivo».
Recordó su rivalidad con el fallecido presidente Hugo Chávez y cómo en 2010, en una reunión, ambos defendieron sus respectivos modelos, uno revolucionario y el otro liberal democrático.
«Le dije: podemos tener una buena relación, respetándonos y que sea la historia la que juzgue el modelo más exitoso», evocó Santos, quien añadió: «la historia decidió hace tiempo», en alusión a la diferente evolución de ambos países.]]>