En el lugar se encontraban cientos de personas, la mayoría de ellos vecinos de la comunidad donde vivían las víctimas, quienes asistieron en solidaridad con los familiares de los infantes.
En medio de un ambiente pesado, los niños de la comunidad rindieron homenaje a los fallecidos a su manera. Con populares canciones infantiles, estos elevaron sus voces durante toda la ceremonia.
Wilfredo Ruiz, padre de una de las niñas, aseguró que las autoridades le prometieron, por solicitud de él mismo, que capturarían al responsable de los hechos vivo para llevarlo de vuelta la comunidad.
“Ellos prometieron traerlo vivo acá al barrio, pero lo mataron”, aseveró Ruiz en el lugar.
También, entre lágrimas y sollozos, una mujer de edad avanzada que se identificó como bisabuela de uno de los niños, gritaba “¡No hay justicia, Maduro. No hay justicia!”.
La mujer, quien no reveló su nombre, reconoció en público que estaba de acuerdo con el gobierno al mismo tiempo que acusaba al presidente no haber justicia debido al terrorífico acontecimiento más el hecho de que su hijo, otro de los padres, se encuentra actualmente privado de libertad, y según ella “es totalmente inocente”.
Vecinos contaron que al padre, quien aún se encuentra preso, en un módulo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en Coche, no se le permitió asistir ni siquiera con esposas a la funeraria debido a que las autoridades querían evitar cualquier intento de fuga por la gran afluencia de gente que había. Durante el sepelio, un grupo de asistentes alzaron su voz en protesta exigiendo libertad para él.
Al salir de la funeraria, las carrozas fúnebres se desviaron al ya mencionado módulo de la GNB para permitirle al padre dar el último adiós a su hija, lugar al que El Estímulo no pudo entrar debido a que los funcionarios a cargo solo autorizaron el acceso de las carrozas y de los familiares más cercanos.
Al llegar al Cementerio General del Sur, varios de los asistentes se bajaron de un camión tipo perrera de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el cual fue prestado como colaboración para facilitar el traslado al lugar del entierro.
Finalmente, se llevó a cabo el sepulcro en el cual los niños volvieron a cantar para conmemorar a las víctimas.
Fotos: Daniel Hernández