La compañía estatal de electricidad Corpoelec no tiene los suficientes equipos para atender las fallas que se presentan en la ciudad capital.
Un funcionario de la compañía eléctrica que decidió mantenerse bajo anonimato, le dijo al El Estímulo que actualmente solo hay cuatro cuadrillas operativas para atender todos los inconvenientes que se reportan en Caracas y una sola bomba de achique para atender los problemas que se presentan por inundaciones en los cableados subterráneos.
El funcionario aclaró que la situación no es de recursos humanos sino de material para trabajar.
«Personal hay, lo que no hay es equipos para trabajar», apuntó.
Otro funcionario también comentó que existen fallas que tienen más de un mes reportadas y no han podido ser atendidas por el déficit de materiales que enfrenta la empresa, lo que le impide a los técnicos trabajar de la manera debida.
Cuando el problema es de inundación, los trabajadores que atienden la falla deben ubicar una bomba de achique a través de un tercero, lo cual tiene un costo extra debido a que se trata de una subcontratación.
En una situación reportada en una residencia ubicada al este de la capital, un funcionario comentó previo al pago que el aumento de sobornos por parte del personal para atender fallas ha visto un gran incremento debido a la crisis económica que golpea los salarios de los trabajadores.
En junio, El Estímulo informó que más de 17.000 empleados había renunciado a la empresa, pues la remuneración salarial estaba muy por debajo de lo estipulado. En aquel momento, Reynaldo Díaz, secretario general del Sindicato de Trabajadores Eléctricos del Distrito Capital, Miranda y Vargas comentó que la capacidad operativa de las plantas eléctricas no supera el 30% en todo el territorio nacional.
La palpable crisis que enfrenta la compañía podría llevar a un colapso inminente, causando un desajuste a nivel nacional por los distintos apagones que se han generado en meses anteriores, los cuales, según el presidente Nicolás Maduro y el ministro de energía eléctrica Luis Motta Domínguez, fueron productos de un sabotaje.
«El saboteo no existe, ellos quieren hacer ver que los robos de cables son producto de estrategias de desestabilización. Es mentira eso es robo común”, apuntó Díaz en ese momento.
El funcionario que habló con El Estímulo comentó que los empleados están trabajando con lo que tienen, pero que al paso que van llegará un momento en el que no podrán atender ni las fallas más simples.