La hiperinflación vuelve la pensión “sal y agua”, denuncia la tercera edad

Son decenas, pasando del centenar de personas incluso dependiendo del banco a visitar, pero la costumbre, para su lamento, ganó la batalla. Algunos están ahí desde las 7:00 am, otros más temprano, y una cosa es segura, su periplo para poder contar con el efectivo es de no menos de tres y hasta cuatro horas según el ritmo dentro de la entidad.

“Ha estado más larga”, confirma una pensionada que llegó con las primeras luces del día a un banco ubicado en un centro comercial del municipio Chacao, pero todavía faltaban unos 25 metros, un aproximado de 50 personas, para poder entrar al lugar.

Esta forma parte de un grupo que, cuando fueron consultadas sobre el monto que entregaba la sucursal, sumó una respuesta diferente.

“Ni idea”, dice. Otra interrumpe: “mil ochocientos”. Dos más se sorprenden al saber que podrían contar con el monto deseado, incluso su totalidad.

La pregunta abre la puerta a una historia que una de ellas cuenta y que despierta en las pensionadas un debate. En un banco privado, cuenta una de ellas, una amiga intentó retirar mil bolívares, pero al anunciarle el monto al cajero, este le entregó una planilla en la cual debía justificar el motivo de su retiro y de dónde salieron los fondos.

El Estímulo consultó a una gerente de la marca mencionada, quien detalló que el procedimiento forma parte de una orden establecida por Sudeban a todo el sistema bancario del país; sin embargo, informó que los pensionados, al menos en su cobro de este pago, están exentos.

A pocos metros otra larga cola marca la mañana de los pensionados. Ahí, un hombre se queja porque asegura que el monto ya no tiene impacto; todo lo contrario, “eso se volvió sal y agua”.

Pese a que el tema económico del país es parte de la discusión habitual de los ciudadanos, este, en su intento de ver el vaso medio lleno, agradece que al menos la lluvia que tanto daño hizo a Caracas en los últimos días no apareció este viernes. En su lugar, un sol inclemente calienta las calles. “Me estoy bronceando sin ir a la playa”, bromea.

Recuerda que el mes pasado la situación fue tal por la presencia de pensionados y el bajo número de cajeros disponibles, que el gerente de aquella oficina tuvo que hacer esas labores para paliar la crisis de aquel momento.

Venezuela, un país marcado, entre otros problemas, por una hiperinflación histórica, padece los estragos en materia económica, viendo como el ritmo de los precios marcha a una velocidad que los repetidos aumentos salariales del Ejecutivo no pueden alcanzar.

Los 1.800 bsS que hoy perciben tanto pensionados como empleados con salario mínimo representan apenas una parte mínima de los 44.079 bsS que el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) presentó como el valor de la canasta básica alimentaria del mes de septiembre. Para ello serían necesarios 24 salarios mínimos para cubrir el monto del noveno mes del año.