Lo que frenó la caminata a la Defensoría fue un acuerdo al que llegaron los trabajadores con los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el que un representante de la instancia llegaría al lugar para recibir personalmente la carta de exigencias sin que la manifestación siguiera el rumbo establecido previamente por los sindicatos.
“No es satisfactorio para nosotros llegar hasta aquí, pero nos hicieron esta propuesta y consideramos que es un avance para los trabajadores llegar hasta el MP y hacer entrega del documento a los funcionarios de la defensoría del pueblo. Estamos esperándolos en este momento. Seguiremos avanzando, ganando espacios”, fue lo que aseguró el Dirigente Sindical del Sector Salud y Secretario Ejecutivo de Fetrasalud, Pablo Zambrano.
Minutos antes el descontento de no continuar la ruta planteada inicialmente se notó en algunos manifestantes, quienes al grito unísono vociferaban que su lugar era seguir en las calles: “las calles son del pueblo, no de la policía”. Juan Velis, el presidente del Sindicato de Trabajadores de la compañía telefónica Cantv, intentó calmar a quienes pedían seguir la ruta planteada. “Somos gente seria y responsable, yo como presidente del sindicato de la Cantv le digo a mis compañeros que cumplamos el acuerdo y vamos a entregar el documento como quedamos”.
Al mismo tiempo, el comandante policial identificado como “García J” en su uniforme habló con Zambrano y le aseguró que él “controlaría a sus funcionarios” pero le pidió lo mismo porque “después nos culpan de que la represión”.
La encargada de recibir la misiva, Carola Armas apareció en el lugar y recibió el escrito. “Me alegra que no haya venido el defensor sino los compañeros que conozco desde hace años y pertenecen a la clase trabajadora. Esperamos que el defensor del pueblo se ponga al lado de la clase obrera, eso es lo que esperamos de él. Si no lo hace, entonces defiende al gobierno y nosotros vamos a seguir en la calle”, le dijo Zambrano.
Desde la plaza frente al MP, los dirigentes sindicales se reunieron para declarar a los presentes luego de entregar la carta a Armas. Zambrano aseguró que “cuando hay unidad nada nos puede vencer” antes de que Velis reiterara que “ahora lo que viene es calle y lucha porque estamos cumpliendo los pasos legales para que no digan que no se enteraron. Hoy se está enterando el defensor del pueblo, Alfredo Díaz”.
“Todos los precios son más altos que el salario que recibe la clase obrera. Los trabajadores no vamos a salir de la calle. Le decimos al gobierno que se compre sus alpargatas porque viene joropo, nosotros vamos a luchar, a estar en la calle”, terminó Zambrano.
El 5 de diciembre el turno es de los jubilados activos del Seniat, quienes llaman a reunirse en Plaza Venezuela. Al día siguiente el llamado es al Ministerio del Trabajo para protestar por despidos y el 10 los trabajadores de salud tomaran las calles nuevamente.
Salario mínimo y a duras penas
En medio del embrollo, representantes sindicales de empresas como Cantv y jubilados del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), la Cancillería, la Alcaldía de Caracas, el sector salud, empleados del Instituto Nacional del Deporte al igual que los trabajadores de las empresas básicas de Guayana continuaban alzando sus carteles y entonando sus gritos de protesta al son de salario justo para todos. Uno de ellos fue Tania Villamarin, jubilada del Seniat.
Se presentó en la protesta para “defender nuestros derechos. El 30 de agosto de este año nos quitaron todos nuestros bonos y nos metieron en un saco a ganar Bs.S 1.800. No es justo que nos quiten nuestras bonificaciones y todo lo que hemos conseguido por estudio, por grado, nuestras tablas que estaban bien concebidas y ganábamos un sueldo conforme a lo establecido en la contratación colectiva”, dijo.
Tania no tiene cómo vivir con lo que le paga la empresa a la que dedicó 35 años de su vida y aseguró que está “pasando hambre. Nos aumentan el IVA, nos quitan impuestos de esa miseria de sueldo que tenemos ¿cómo vivimos? ¿Para dónde van esos tributos?”, se preguntó.
La acompaña Reinaldo Hernández, un licenciado en administración y especialista en la gestión pública. En su caso, los Bs.S 1.800 que recibe mensualmente es la respuesta de 26 años de servicio en la administración pública. Entró al Seniat en 2005 y salió en 2016. “A todos nos dejaron rasos, no nos reconocen la antigüedad o el bono de profesionales. Nos dejaron a todos como si estuviésemos empezando a trabajar”.
Tania y Reinaldo no solo coinciden en su salario sino también en que afirman que desde el Seniat se han burlado de ellos porque no han recibido sus reclamos formalmente. A esa queja se une Erasmo Perdomo, también jubilado y con 34 años de trabajo tras de sí.
“Protesto por reivindicaciones salariales y porque revisen el número del aumento salarial del 2002 para acá. Ni los beneficios que teníamos nos llegan, nos lo quitaron. Nos sentimos ofendidos por la gerencia del Seniat, somos burlados. Sobre todo por el superintendente del Seniat, José David Cabello. ¿Qué hacemos nosotros con un millón ochocientos bolívares mensuales?”
Erasmo contó que ahora la empresa les paga semanalmente un total de Bs.S 360. “Otros cobran menos. Es una burla al funcionario público, un abuso a los funcionarios que somos pensionados y jubilados. Tenemos que reunir en la familia para comprar medio cartón de huevo, ¿quién aguanta eso? Pero ‘todo tiene su final’, como dice la canción”.]]>
