Luigi Guerrero asistió a la primera y última marcha el 23E en San Cristóbal

Acompañada de familiares, amigos y estudiantes de la ULA-Táchira, Julieta Ovalles, madre del joven de 24 años, comentó que Luigi salió cerca de las 10 de la mañana, rumbo a la marcha opositora y luego de las cuatro de la tarde nada se sabía de él.
“Lo buscamos, me imagine que algo le había pasado, me vine con mi madre al hospital porque escuche en las noticias que habían muertos y heridos…en la morgue lo identificamos. Él salió solo a marchar, no llevó teléfono, ni cartera, ni identificación, solo un termo de agua y una mandarina”, relató en medio del dolor.
Pidió misericordia y el perdón de Dios para quienes asesinaron a su hijo, “porque todo lo que el hombre siembra, eso mismo recoge”.
Lo recuerda como un joven tranquilo, amigable y no le gustaba la violencia, aseguró que fue la primera y la última vez que su hijo participó en una movilización de calle.
“Se fue solo porque se creía que la marcha sería pacífica. Nuestros vecinos hasta llevaron niños. Nadie se imaginaba que saldrían a disparar”.
Julieta, señaló que la lucha por el poder, la ambición, llevan a la confrontación que acabó con la vida de Luigi.
“Por tanto odio, injusticia, ambición por el dinero que da el poder, el país se está hundiendo”, reprochó.
El joven universitario había manifestado que saldría a marchar (como tantos venezolanos) para “mostrar el descontento por el gobierno nacional porque hay mucha injusticia…confié, no le dije que no fuera. No quiero que hayan más muertes, que el gobierno nacional deje de incitar al odio y deje de estar enviando colectivos en contra de la gente porque no estamos armados…que dejen de servirle al diablo porque los dirigentes del gobierno es evidente que le sirven es a satanás, a la santería y no proclaman al Dios verdadero”.
La solidaridad del pueblo venezolano se ha manifestado con la familia de Luigi Guerrero, que ha recibido visitas, llamadas y apoyo económico de distintas personas dentro y fuera del estado Táchira. Sin embargo la madre del joven señaló que hasta el momento no ha sido contactada por ningún representante del gobierno de Nicolás Maduro, ni siquiera el proclamado “protector del Táchira” Freddy Bernal.

“Luigi era amigo de todos”

Compañeros de la escuela de Comunicación Social, lloraban a las puertas de la morgue de San Cristóbal, la repentina partida de su amigo y compañero de aula.
“Él era el amigo de todos, incluso de los estudiantes de otras carreras. Nos habían comentado que se sentía solo porque sus amigos de siempre habían salido del país. Nunca iba a marchas, nos pareció muy raro cuando nos enteramos que era Luigi el fallecido, no lo creíamos…yo vi cuando lo sacaron en una moto hacia el hospital”, dijo Luis Carrillo, compañero de clases.
El estudiante dijo tener evidencias videografías que personas en la calle disparaban contra los marchantes cerca de piquetes de la Guardia Nacional y “ellos (los guardias) no hicieron nada para impedirlo”.
Por su parte, Jean Gallanti, dirigente estudiantil de la ULA, Táchira desde la Morgue del Hospital Central de San Cristóbal, realizó un llamado a las Fuerzas Armadas Nacionales (FANB) “súmense al pueblo porque esto que sucedió a nuestro compañero y a nivel nacional no pueden seguir pasando.
El representante estudiantil, responsabilizó a los funcionarios de las Fuerzas de Acción Especial (FAES) de la Policía Nacional y a grupos “colectivos” de las muertes en Táchira.
“Hay videos y fotos como evidencia que muestran cuando llegaron a la concentración, se ubicaron a los costados y empezaron a disparar a mansalva. Responsabilizamos a Nicolás Maduro, a Freddy Bernal y ya estamos cansados de que estas personas actúen como si la vida de las personas no vale nada. Si hay más muertes la responsabilidad será de ellos…ayer a nivel nacional salimos pacíficamente y a mí un funcionario me dijo: retírese que no lo queremos matar”.

Balance

Renny Cárdenas, director del Hospital Central de San Cristóbal, precisó que el centro asistencial atendió pasado el mediodía del 23 de enero a dos ciudadanos que ingresaron en condiciones agónicas y a pesar de los intentos por reanimarlos las heridas eran mortales y fallecieron.
“De manera secuencial durante la tarde del 23 de enero ingresaron personas a la emergencia del hospital central con heridas de perdigones y proyectiles (armas de fuego). Todas las personas fueron atendidas de manera rauda, se armó un área de observación y tratamiento con óptima coordinación. Teníamos coordinado un plan de contingencia”.
En total el centro de salud recibió 21 personas, dos de ellas fallecieron y 19 con heridas de las cuales dos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente, uno de ellos con un traumatismo craneoencefálico reportó el directivo del hospital de San Cristóbal.
La presencia de funcionarios pertenecientes a distintos cuerpos de seguridad dentro de las áreas externas del hospital central, durante la tarde del 23 de enero, fue confirmada por el director del centro de salud Renny Cárdenas.]]>