Fue aprobada en segunda discusión la Ley del Estatuto para la transición que regulará todo el proceso político una vez cese la usurpación. Un punto clave en esta coyuntura.
Según el diputado Juan Miguel Matheus, el artículo 233 de la Constitución, otra pieza fundamental para fundamentar lo que ocurre en el país, no es “un dibujo libre. Es la posibilidad de volver a la Constitución”, aseguró al tiempo que insistió en que, dada la situación, en este momento es insuficiente y de allí, la necesidad de este Estatuto que, según él, ofrece “algunas” certezas y la garantía de la defensa “plena e irrestricta” de la Constitución.
La primera de estas es la presión necesaria de la gente para que ayude a hacer cesar la usurpación y atender los huecos que se generen una vez ocurra ese cese, y la segunda será la conformación de un gobierno provisional.
Matheus hizo mención al artículo 14 de este Estatuto que designa al presidente de la Asamblea como presidente encargado de Venezuela y cuyas actuaciones estarán bajo el control parlamentario.
El Estatuto correrá plenamente para convocar a elecciones, unas que tal parece no serán en el corto plazo.
En este momento y mientras dura la “usurpación”, Guaidó será el presidente de la Asamblea y Presidente Encargado. Una vez cese esta usurpación, comenzará a ejecutarse plenamente el artículo 233; sin embargo, se tiene previsto que las elecciones se convoquen después de los 30 días que estima la Constitución por lo que la Asamblea pasará a ratificar a Guiadó como Presidente Provisional del país, periodo en el cual se separará de la presidencia de la Asamblea.
Esa “provisionalidad” durará hasta 12 meses, lapso en el cual deben realizarse las elecciones. Dicho gobierno de transición cesará una vez que Guaidó juramente al nuevo presidente.
El Estatuto también regula la designación de los Poderes Judicial, Ciudadano y principalmente, el Electoral. Especifica además “los estadios del presidente encargado y provisional”.
Y es que se hace una distinción entre ambos términos. En palabras de Matheus, se “dibuja la figura del presidente” y se construye un “instrumento para la historia”.
“La Asamblea debe ser consciente. No hay en la historia una transición que haya tenido en el centro un Parlamento libre. Estamos haciendo historia”, señaló Matheus.
Para el diputado por el PSUV, Eustoquio Contreras, este instrumento genera “ruidos”.
En relación a la votación en la Asamblea cuando tenga que ser ratificado, “¿será (Guaidó) juez y parte?”, cuestionó Contreras, así como planteó un problema legal pues, según él, si Guiadó se desincorpora del Parlamento “en ese momento se pierde su cualidad como Presidente de la República según el artículo 233”, indicó.
Contraerás llamó a actuar con cautela a los opositores y no abandonar la posibilidad de negociar con Nicolás Maduro.
Por otro lado, los opositores están atentos a lo que se produzca en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en los próximos días en relación a un adelanto de elecciones legislativas como pidió Nicolás Maduro.
Guaidó indicó que sería “un absurdo” por parte del gobierno ya que la ANC no es reconocida ni nacional ni internacionalmente.
“No quiero imaginarme la consecuencia social que esto generaría”, manifestó.
La "Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares" fue presentada por Delcy Rodríguez, quien explicó que consta de cuatro capítulos y 30 artículos. Entre las prohibiciones del capítulo dos se incluyó "la constitución de organizaciones sociales o con fines políticos que se fundamenten en el fascismo" y también un apartado especial para regular redes sociales
"Consulta Popular" del proyecto de Ley que fiscaliza y regula la actividad de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en Venezuela arrancó este viernes con énfasis en presunciones de que estas entidades sirven para financiar a partidos políticos opositores, reciben fondos del imperialismo, lavan dinero y son una amenaza para el sistema.
Sin incidencia en las decisiones reales, sin capacidad de dictar leyes que se vayan a ejecutar realmente y sin sentido político de la oportunidad, al menos, para estar presentes en los debates de fondo del país, esta Asamblea Nacional-2015 es una triste entelequia
