Venezuela

Militares de Maduro abrieron fuego contra los indígenas, narra testigo

"No fue un enfrentamiento, fue un ataque", relató el indígena venezolano Salomón Pérez en un hospital brasileño mientras aguardaba noticias de dos familiares heridos este viernes en una refriega con militares por el ingreso de ayuda humanitaria a su país. Mientras, el régimen de Maduro dice que todo es mentira.

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El incidente -que dejó un muerto y 15 heridos, según el testigo, en tanto que informes de Caracas señalan dos muertos-, se produjo en la pequeña comunidad indígena pemón de Kumarakapay, en el sur del estado Bolívar, a una hora de la frontera con Brasil.

Pérez cuenta que los miembros de la comunidad estaban conversando con un general de la Guardia Nacional Bolivariana para pedir la apertura de la frontera, cerrada la noche anterior de forma indefinida por orden de Nicolás Maduro, cuando efectivos abrieron fuego contra ellos.

«La gente estaba en su comunidad, tranquilos, los militares vinieron y comenzaron a disparar a los indígenas», aseguró Pérez, quien viajó a Boa Vista, la capital del estado fronterizo de Roraima (norte de Brasil), acompañando en un convoy de ambulancias a su hermano, uno de los siete heridos de bala que llegaron al Hospital General de esta ciudad.

Dos muertos y unos 15 heridos causó el ataque de los militares al mando de Nicolás Maduro que hacían cumplir  por la fuerza la orden de cerrar la frontera con Brasil para evitar el ingreso de ayuda humanitaria internacional a Venezuela. 

Una mujer y un hombre de la etnia pemón murieron en la refriega registrada en el asentamiento Kumarakapay, ubicado en el estado Bolívar (sur), a poco más de una hora de la frontera con Brasil, indicó el diputado opositor Américo De Grazia en Twitter. 

Indígenas pemones trataron de impedir que una caravana de vehículos militares avanzara hacia la frontera con Brasil para bloquearla, luego de que Maduro ordenara cerrarla. 

Mientras hablaba con varios periodistas, llegó otra ambulancia, de la que los sanitarios sacaron en una camilla a su sobrino, herido también por una bala en el costado derecho, a la altura de las costillas.

Algunas de las víctimas fueron llevadas a Santa Elena de Uairén, ciudad fronteriza venezolana, pero debido a la falta de insumos -aseguró Pérez- otros siete heridos fueron trasladados a centros hospitalarios brasileños.

Las ambulancias son los únicos vehículos que lograron cruzar la frontera desde el cierre decretado por Maduro, que ve «provocaciones» en la ayuda humanitaria internacional desde Colombia, Brasil y Curazao que se propone ingresar el sábado el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países.

«Hay heridos en el hospital de Boa Vista porque en Venezuela no hay medicamentos, dónde operar, dónde curar, nada», dijo Pérez, de 45 años.

«Estamos en la lucha (…), el régimen del gobierno está matando a mis hermanos con armamento de fuego, los están matando», dijo Pérez entre lágrimas y con la voz quebrada.

Pérez explicó que los miembros de esta comunidad, situada en San Francisco de Yuruaní, a 83 kilómetros de la frontera, le pidieron al general de la Guardia Nacional que les permitiese ir a Brasil a buscar las donaciones almacenadas en Boa Vista.

Visiblemente emocionado, Pérez dijo haber sentido «tristeza» al ver a compatriotas caminando en la carretera que separa Boa Vista de la frontera con Venezuela, mientras recorría este camino de 215 kilómetros en el convoy de ambulancias que trasladaba a los heridos.

En los últimos tres años, más de 150.000 venezolanos han abandonado su país hacia Brasil en busca de oportunidades, debido al agravamiento de la crisis política, social y económica que arrecia en el país.

Por su parte, el canciller del régimen de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, negó todos estos hechos, este viernes en Nueva York.

«Lo que ocurrió esta mañana nada tiene que ver con las versiones que han circulado. De hecho, algunos de los heridos están heridos por armas blancas, machetes, incluso flechas», dijo Arreaza en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas, citado por la agencia EFE.

«Qué fácil es si hay unos muertos en Venezuela, y más si están cerca de alguna frontera, decir que fue el Ejército venezolano, fue Maduro que mandó matar a su pueblo, etcétera», señaló.

Arreaza se refirió a lo ocurrido como un «falso positivo» y advirtió que Estados Unidos y sus aliados van a intentar responsabilizar también al Gobierno de cualquier cosa que ocurra este sábado, cuando la oposición tiene previsto intentar hacer entrar ayuda humanitaria en el país.

Pero, una teniente detenida por los pemones tras el ataque, da otra versión:

https://twitter.com/ClavelRangel/status/1099103896532848641

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