Venezuela

Niños con diabetes en Carabobo también viven su viacrucis

Los niños con diabetes en Carabobo están librando una batalla por su salud, en medio de la escasez de los medicamentos que necesitan para mantener a raya la enfermedad, así como la falta de una alimentación adecuada.

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Fotografía: Tibisay Romero

Greyci Castro, presidenta de la Fundación Dulce Esperanza, dedicada a atender a los menores con problemas de diabetes en el estado y orientar a los padres para que conozcan sobre la enfermedad, indicó que un frasco de insulina tiene un costo aproximado de unos 150.000 bolívares, o 35 dólares.

“Todos los insumos acá en el país no se encuentran, y por eso deben ser traídos de afuera, como de Colombia, y los costos son muy elevados. Un niño debe medirse su glicemia aproximadamente tres o cuatro veces al día para su control”, refirió Castro.

De igual forma, señaló que el llamado lápiz de insulina le puede durar a un joven de 18 años de ocho a 10 días, mientras que en el caso de un niño de cinco años alcanza para cuatro meses.

Castro dijo que solo en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera de Valencia llevan un censo de pacientes diabéticos infantiles y les están dando unas pocas cintas e insulina al mes, pero es insuficiente.

En el mismo centro de salud hay por el momento una médico que atiende estos casos, pero el resto debe acudir a consultas privadas.

Adicionalmente, los pacientes con diabetes también requieren exámenes periódicos y consultas con neurólogos, cardiólogos, psicólogos y podólogos.

Además requieren ser monitoreados por nutrólogos, cuya consulta se ubica en 10 dólares en promedio, “y los padres no tienen como asumir esto”.

La situación se complica aún más cuando los representantes deben buscar los recursos para comprar los alimentos que la dieta de un diabético debe contener. Por lo general, no alcanzan a cumplir lo programado y algunas familias toman la decisión de suprimir las proteínas debido a lo costoso que les resulta, añadió Castro.

La fundación Dulce Esperanza maneja cifras de entre 300 a 400 niños en Carabobo que padecen la enfermedad y, según las mismas, se trata sobre todo de menores de edad de escasos recursos.

“Se ha notado que la población ha incrementado (…) Científicamente aún no hemos comprobado por qué tanto debut, que así se le llama al diagnóstico cuando debutan con diabetes tipo 1”.

Viajan con cavas

Castro narró, con voz entrecortada, que ahora muchos padres deciden llevarse a sus hijos fuera del país, caminando hasta cruzar la frontera.

Dijo que viajan con cavas para la insulina, pero muchos niños sufren hipoglicemia e hiperglicemia, si bien “logran llegar a un destino buscando una mejor calidad de vida que aquí no consiguen”.

Apagones

Greyci Castro indicó que la situación que generan los frecuentes apagones también se vuelve desesperante, pues los afectados deben preservar la cadena de frío del medicamento que utilizan.

“Una insulina puede permanecer incluso uno o dos meses pero a temperatura ambiente. Queremos que los padres se orienten a buscar alternativas como envolverlas en pañitos de agua fría o meterlas en materitos en tierra húmeda. Se pierden (las insulinas) cuando hay neveras que no permanecen con el frío y es muy doloroso porque bastante que les cuesta conseguirlas”, recalcó.

En Carabobo los cortes eléctricos ocurren a diario, a veces hasta por más de 10 horas, aunque en el plan presentado por la empresa Corpoelec establecía que los mismos serían de tres horas. La situación ha causado también complicaciones a pacientes con otras patologías, como los enfermos renales que requieren de diálisis.

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