Los dos periodistas, uno de Omega 94 en el estado Sucre y otro de La Guacamaya TV en Zulia, eran afectos al oficialismo y murieron en acciones policiales. También falleció el hijo del dueño de la televisora zuliana que, aunque cumplía arresto domiciliario, se encontraba en la sede del medio de comunicación ese día
En agosto, en operaciones policiales irregulares realizadas en estados equidistantes, mataron a dos periodistas afectos al oficialismo: José Carmelo Bislick de la emisora Omega 94 en Sucre, y Andrés Eloy Nieves Zacarías, de La Guacamaya TV en Zulia. Ambos casos tienen ribetes extraños. Hoy, 9 de septiembre, la Unesco solicitó al Estado venezolano investigar sus asesinatos.
«Condeno los asesinatos de Andrés Eloy Nieves Zacarías y José Carmelo Bislick», afirmó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en un comunicado. Para ella, las amenazas y los ataques a los periodistas «son obstáculos inaceptables para el ejercicio de la libertad de prensa y de la libertad de expresión».
Al repasar los hechos pareciera que hay más que ataques a la libertad de expresión. Sin embargo, en ambos casos los periodistas murieron por uso excesivo y abusivo de la fuerza de cuerpos policiales. En la televisora zuliana, además, falleció también Víctor Torres, hijo del dueño, que se encontraba en la sede de La Guacamaya TV a pesar de estar cumpliendo arresto domiciliario por delito de drogas.
En el caso de La Guacamaya TV, televisora del estado Zulia, en el extremo Occidental de Venezuela, todo apunta a venganza policial por una extorsión fallida más que a un ataque a la libertad de información.
El 21 de agosto, la FAES (el grupo policial armado que sigue órdenes directas de la cúpula del gobierno de Nicolás Maduro) llegó agresivamente a la sede de La Guacamaya TV en la ciudad de Cabimas, estado Zulia. Fue una redada con disparos y golpes. En esa acción policial murieron Andrés Eloy Nieves Zacarías y Víctor Torres.
A Andrés Nieves, el director Franklin Torres lo calificó como «comunicador alternativo». Era activamente chavista. De hecho, en ese momento, y siempre según las versiones del director de La Guacamaya TV, utilizaba la oficina para escanear carnets de la patria (identificación chavista, necesaria para acceder a cualquier ayuda del gobierno), supuestamente para «desbloquear las cuentas» y conocer el saldo de los bonos en efectivo que les depositan.
Nieves pertenecía al partido oficialista Psuv, a Somos Venezuela y al Frente Francisco de Miranda, todos grupos chavistas. La FAES lo mató de dos tiros en el pecho.
Víctor Torres, hijo del director del medio, se encontraba en la oficina aunque realmente no debería haber estado allí porque se encontraba cumpliendo arresto domiciliario por asunto de drogas. «Ya estaba a punto de terminar la sentencia», expresa su padre. A él le dieron un balazo en el corazón.
En su reporte oficial, La FAES aseguró que se trataba de dos «delincuentes» que «extorsionaban» y que, incluso, uno de ellos era «muy conocido en la zona». El director de La Guacamaya TV negó esas acusaciones y denunció que les «sembraron» armamento.
Para Franklin Torres, las dos muertes son «evidentemente una muestra del abuso de autoridad y exceso policial» y asegura que ambos eran inocentes. En sus declaraciones después del hecho, no se refirió a presiones a las informaciones que difundía la televisora.
Por el hecho fueron arrestados cinco funcionarios de la FAES. Uno escapó y fue capturado poco después, cuando intentaba huir a Colombia
La posición del defensor del Pueblo de Zulia, Aristóteles Torrealba, coincide con la de Franklin Torres. A su juicio, la hipótesis de extorsión policial cobra fuerza.
En declaraciones a Radio Fe y Alegría Noticias, Torrealba dijo que los funcionarios extorsionaron a las víctimas por «errores» del pasado. Como no cedieron, montaron un «falso positivo». Añadió que esa condenable práctica se ha hecho común en el estado occidental. Este sería el caso en el asesinato de los periodistas de La Guacamaya TV.
El caso de Bislick es distinto al de La Guacamaya TV. Ocurrió en Güiria, población del estado Sucre, en el extremo oriental del país.
José Carmelo Bislick sí hacía contundentes críticas al gobierno en su programa radial en Omega 94, pero también era líder chavista. Incluso fue concejal del Municipio Valdés y candidato a alcalde, siempre por el PSUV, partido al que pertenecía. A pesar de su afiliación política, Bislick denunciaba tráfico de combustible, drogas, extorsión y corrupción en Sucre en su programa radial de alta audiencia.
Según la defensora venezolana de los Derechos Humanos, Rocío San Miguel, Bislick formaba parte del «chavismo crítico»
Cuatro hombres armados, que personas cercanas a Bislick aseguraron que eran policías, irrumpieron la noche del 17 de agosto en casa del periodista y se lo llevaron.
Apareció muerto al día siguiente, tirado en un descampado, con varios impactos de bala. Se desconoce el motivo. Tampoco hay detenidos por el hecho.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa se pronunció sobre los asesinatos de periodistas y solicitó investigarlos.
#AlertaSNTP | Asesinan al comunicador popular y trabajador de #GuacamayaTV, Andrés Eloy Nieves Zacarías, en la sede del canal en #Cabimas, estado Zulia.
El hecho ocurrió durante un operativo de las Faes este #21Ago. Víctor Torres, hijo del dueño del medio, también fue asesinado. pic.twitter.com/z4q1tyqCJZ— SNTP (@sntpvenezuela) August 23, 2020
La FAES es un brazo de la policía nacional creado por Nicolás Maduro. Ejecuta órdenes directas de la cúpula gubernamental. En reiteradas ocasiones, la alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, ha pedido su disolución. Por su parte el líder opositor, Juan Guaidó, busca que la comunidad internacional la considere como una entidad terrorista.
