Venezuela

Catuche, cómo una barriada de Caracas enseña a solucionar espinosos problemas

El Proyecto Catuche es un trabajo colectivo de convivencia social, dignidad, comunicación, cooperación y fe. Fue impulsado desde hace más de 20 años por el sacerdote José Virtuoso, cuya figura sigue presente en este rincón del centro de Caracas. En Catuche la comunidad organizada consolida soluciones innovadoras a problemas comunes en cualquier otra parte del mundo.

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Daniel Hernández |El Estímulo

La zona de Catuche es una larga y angosta barriada popular a los pies del cerro el Avila, entre las parroquias La Pastora y Altagracia, del municipio Libertador de Caracas. Está formada por pequeños barrios de viviendas más o menos consolidadas. Sus habitantes, como los de muchos otros sectores en Venezuela, levantaron hogares en las cercanías del cauce de una quebrada, por lo que todo el sectores una zona de alto riesgo de desastres naturales, como crecientes y derrumbes.

El río Catuche, un riachuelo en realidad, tiene su afluente en el vertiente sur del cerro El Ávila y atraviesa toda la comunidad. En la parte alta de la montaña las aguas son cristalinas, pero en la parte baja han sido contaminadas por las cañerías de aguas servidas, provenientes de las casas que han sido construidas a ambos lados del cauce. A falta deun buen sistema de embaulamiento todos los desechos desembocan en el moribundo río.

Como en otros sectores populares de Caracas, Catuche sufre distintos problemas, especialmentepor la mala calidad de los servicios públicos, como la escasez de agua potable, falta de vigilancia policial, apagones frecuentes, entre otras carencias. Su ubicación en pleno centro histórico de la capital, muy cerca de todas las sedes de los poderes púbicos nacionales, no lo libró nunca de estos males comunes a los vecindarios pobres de Venezuela, urbanos o rurales.

Pero sus habitantes, alentados por líderes comunitarios, activistas e instituciones, desafiaron esa realidad para buscar sus propias soluciones sin esperar que cayeran del cielo.

Los habitantes de Catuche fueron revisando cada unos de los acuerdos para iniciar los trabajos en la comunidad.. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo.

Hoy sus voluntariosos residentes destacan cómo con el desarrollo de la barriada tuvieron que hacer frente a una delicada situación: el enfrentamiento entre las bandas delictivas que generaronuna marcada división del sector. Este ambiente de confrontación impedía llevar adelante programas socialescolectivos que ayudaran a mejorar la calidad de vida de las familias.

Lo primero entonces fue labrar una forma de convivencia pacífica y alcanzar acuerdos de paz entre las bandas enfrentadas. En esta tarea fue clave el papel de las mujeres, especialmente las madres de la víctimas y de los victimarios, para terminar con el circulo vicioso de la violencia y la venganza.

Antes de iniciar las obras que transformaron la vida en Catuche los ingenieros asesoraron a los vecinos. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

En esos años duros algunos jóvenes de Catuche resolvían sus diferencias a balazos y se perdieron muchas vidas. fallecieron varias personas. Lo primero entonces era frenar los enfrentamientos, negociar una paz duradera.

Parte del grupo de muchachos que trabajaron en las permanentes mejoras de la comunidad., Fe y Alegría maneja un programa de formación de albañiles que emprenden la autogestión. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

Miedo a la lluvia

Además de la inseguridad y la violencia criminal, la lluvia sembraba temor colectivo. Con cada aguacero se elevaba el nivel de la quebrada y la fuerza de la corriente que bajaba del Ávila amenazaba con arrastrar las casas ubicadas a lo largo de la rivera. Algo de eso pasó cuando el desastre de diciembre de 1999, que se sintió más en el estado Vargas, en la vertiente norte de El Avila, donde miles perdieron sus hogares o murieron bajo el lodo y los escombros.

Hoy en Catuche sus habitantes recuerdan los riesgos permanentes de construir donde no se deben y están alertas para evitar que eso vuelva a ocurrir.

Mireya Díaz tiene actualmente 72 años y ha pasado gran parte de su vida en Catuche, en donde crió a sus siete hijos y ahora a varios nietos.

“Yo vivía en una de esas casas que se ubicaban al lado de la quebrada, cuando me asomaba y había nubes en el cielo ya sabía que tenía que estar alerta, con la creciente del cauce. Si escuchaba en el techo de zinc que la lluvia era fuerte, empezaba a vestir los muchachos, para abandonar la casa a un lugar más seguro, en la parte alta, lejos de la quebrada, cada vez que llovía y crecía el cauce no sabía si me quedaría sin casa”, relata Díaz.

El caso de Mireya es el mismo que padecían muchas familias de la comunidad, como explica Félix Goidas, quien actualmente es el coordinador general de la Asociación Civil Catuche, Asocica.

“Junto a mi esposa y mis cuatro hijos viví en un rancho de unos cinco metros cuadrados al lado de la quebrada. Recuerdo haber salido en varias oportunidades de mi casa bajo la lluvia, para proteger a mi familia del peligro que generaba el aumento del cauce, no hay palabras para describir esa sensación de miedo e impotencia”, señaló Goidas.

Los propios habitantes de Catuche fabricaron en el lugar los adoquines para pavimentar la vereda paralela al curso de la quebrada. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo
Los adoquines de concreto para pavimentar el pequeño bulevar son hoy orgullo de los vecinos. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo
Las tomas de agua limpia, traída desde los manantiales del Avila, se abren en horarios puntuales para los vecinos. Daniel Hernández/El Estímulo

Un ángel llamado Joseíto

La comunidad de Catuche estuvosumergida por muchos años en el abandono, reinaban el miedo, la desesperanza y la desunión, para poder buscar soluciones a los problemas que aquejaban a las familias. Fue así hasta la llegada del padre jesuita José Francisco Virtuoso, en el año 1987. Este singular personaje fue bautizado por los vecinos como “un ángel llamado Joseíto”.

“José Virtuoso, llegó a nuestra comunidad cuando tenía 28 años, todavía no era ni cura,se la pasaba caminando las calles, hablando con la gente de todos los sectores, junto con el grupo de padres jesuitas no solo se interesó en motivarnos a estudiar la Biblia, también se preocupó por la situación que estábamos pasando, especialmente por el riesgo que significaba la quebrada”, cuenta una de las vecinas.

El padre jesuita José Virtuoso (segundo en la fila) durante una de sus muchas visitas a Catuche, acompañado de colaboradores en la consolidación del barrio. Las plantas de vetiver, a los lados de las escaleras, ayudan a consolidar los taludes y evitar derrumbes.

Años después Virtuoso llegaría a ser rector de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, la más destacada del país.

Pese a su ocupada labor académica y como activista de los Derechos Humanos y de la organización civil, de sus constantes alianzas y reuniones con personas y organizaciones que como él siempre han querido mejorar a Venezuela, Virtuoso mantuvo su estrecha relación de vida, organización y trabajo comunal con Catuche.

Fue así hasta que falleció en octubre de 2022.

El padre Virtuoso le hizo comprender a esta comunidad que para poder solucionar cualquiera de los problemas que les aquejaban era necesario organizarse, asumir responsabilidades individuales y colectivas; hacer alianzas con instituciones públicas y privadas, así como contar con la asesoría de profesionales en distintas áreas.

Después de muchas reuniones y talleres de capacitación, de convencerse de que merecían una mejor vida, especialmente por los niños que allí crecían, con el impulso de Virtuoso nació el Consorcio para el Desarrollo Urbanístico y Ambiental de Catuche, mejor conocido como Proyecto Catuche, a través de la cual se conformaron cuatro unidades de trabajo encargadas de las áreas de Proyecto y Diseños, Administración, Educación y Comunicación Comunitaria y la Unidad de Contraloría.

Por decisión unánime de los vecinos, el padre José Virtuoso se encargó de la unidad de Educación y Comunicación, desde donde continúo la motivación, capacitación y logró la unión comunitaria.

El padre José Virtuoso siempre de la mano con los habitantes de Catuche, el señor Monterola, activo constructor popular, da testimonio de eso. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo.

Ya conformado el consorcio, se plantearon que la primera acción a emprender era el saneamiento de la quebrada, levantaron un censo de las familias que vivían en las cercanías del cauce y para ellasdesarrollaron un proyecto urbanístico, en unos terrenos más seguros dentro del mismo barrio.

“Los primeros edificios fueron construidos en la 1997, en la zona de Portillo, beneficiando a 32 familias, posteriormente se construyeronentre los años 2003 al 2007 otras edificios, en Puerta Caracas, en donde se le ofreció solución habitacional a 199 familias”, explicó Félix Goidas, coordinador general de la Asociación Civil Catuche, Asocica y beneficiario de uno de los apartamentos, junto a la señora Mireya Díaz.

Además de la construcción de los edificios y saneamiento de la quebrada, los vecinos también se han preocupado por rescatar las caminerías, puentes, jardines, sistema de alumbrado, canalización de las aguas de lluvia, han transformado los pasos principales que antes eran de tierra y ahora tienen adoquines de concreto, fabricados allí mismo.

José Virtuoso en Catuche
El sacerdote José Virtuoso, fue figura pública, rector de la UCAB, activista por los Derechos Humanos y para los vecinos de Catuche «el padre Joseíto». Aquí en una de sus últimas homilías en Catuche, poco tiempo antes de sucumbir a un agresivo cáncer. Foto Daniel Hernández /El Estímulo

Liderazgo y trabajo colectivo

“Aquí cada vecino, cada familia participó. Tomos asumieron una responsabilidad. Muchos de los materiales fueron adquiridos con recursos propios de los residentes, también obtuvimos ayuda de algunos entes gubernamentales públicos y privados. Nuestro proyecto se ha ganado importantes premios,las obras comunes fueron construidas por los hombres, durante los fines de semana, mientras que las mujeres se encargaban de organizar las reuniones y los talleres de capacitación”, señaló Goidas.

En el proyecto urbanístico también fueron contemplados espacios públicos comunes para el disfrute, como pequeñas plazas y jardines, así como las obras para la mitigación del riesgo de la quebrada, que son construidas por los vecinos, utilizando además materiales de desecho, muchos de los cuales han sido extraídos de la propia quebrada, como son las piedras arrastradas por las crecientes.

Osman Mosquera, es otro de los vecinos de Catuche. Ha tenido una participación muy activa en el desarrollo del programa urbanístico en la zona.

“Tengo 41 años y toda mi vida he vivido en esta comunidad, desde que conocí al padre Joseíto, me motivó a participar, realizamos varias obras juntos, ayudé a restaurar la cancha deportiva, construí varios puentes, caminerías y ahora estoy colaborando en la construcción de varios muros de contención elaborados con cauchos viejos (llantas), para darle estabilidad a varios taludes”.

Osman Mosquera, vecino de Catuche

Señala que el padre Virtuoso, además de apoyarlos en la construcción de obras, también les mostró el camino para construir ciudadanía, saber cómo convivir con los vecinos de todos los sectores, vivir con la inseguridad de las bandas delictivas, vivir al lado de una quebrada… “yo me siento orgulloso de todo lo que hemos logrado, mi comunidad sigue creciendo, somos ejemplo para otras comunidades” señala Mosquera.

Con el apoyo del movimiento Fe y Alegría, también han logrado realizar y mantener obras de gran importancia como son las dos centros comunitarios, uno de ellos ubicado en Portillo y el otro en la zona de La Quinta, este último construido en unos terrenos en donde antes había un basurero. Ahora ahí funciona un salón de usosmúltiples en donde ofrecen tareas dirigidas y asesoría educativa a los niños del sector, un hogar de cuidado diario, y la capilla San Ignacio de Loyola.

El centro La Quinta también sirve como lugar de encuentro para que los estudiantes de distintas universidades acudan a realizar sus prácticas profesionales, de las que son requisito indispensable para obtener sus títulos de profesionales.

Con sus grandeslogros y dificultades, los vecinos de Catuche, señalan que su proyecto es una gran escuela, donde todos participan, en un proceso constante de capacitación, que 22 años más tarde, persigue el mismo objetivo inicial: seguirmejorando la calidad de vida de la gente que allí habita.

Apoyo de la embajada de Francia

El embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, visitó recientemente a la comunidad para conocer de primera mano sus protagonistas y los logros que han tenido a través del Proyecto Catuche. Junto a los líderes comunitarios recorrió los diferentes sectores y destacó cómo esta experiencia puede servir para ser replicada en distintos países, incluso en Francia, y en localidades donde tienen problemas similares a los de esta barriada caraqueña.

Romain Nadal, embajador de Francia en Venezuela reunido con las activistas que trabajan por la comunidad de Catuche. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

Señaló que desde que obtuvo informaciones del proyecto le impactó mucho, tanto como ciudadano, así en rol de padre, especialmente por la situación del enfrentamiento entre bandas y el riesgo que tenían las familias por el cauce de la quebrada.

“Considero que este es un laboratorio de innovación social, que cumple varios objetivos: soluciones habitacionales, ofrece acceso a la vivienda a las personas necesitadas, crea espacios colectivos, permite el desarrollo de los procesos educativos, culturales y deportivos, además profesa la fe religiosa entre los creyentes, aquí se ha creado a partir de la iniciativa de sus residentes una vida colectiva, una convivencia comunitaria, que me ha dejado muy impresionado”.

Romain Nadal

Señala que los acuerdos de paz para acabar con la violencia, promovidos por las madres de la comunidad y el padre José Virtuoso, son uno de los grandes logros en Catuche. Expresó su admiración sobre cómo en esos mismos espacios violentoshoy se han consolidado distintas artes como es las clases de música, ballet, cine y el teatro.

El embajador Romain Nadal camina el bulevar de Catuche con los vecinos

Igualmente señala que es impactante cómo los propios habitantes de Catuche diseñaron sus proyectos de forma endógena, decidieron qué obras de infraestructura requerían, las diseñaron, la priorizarony las ejecutaron con sus propias manos y recursos.

“De esa determinación vemos ahora las caminerías, calles, puentes y otras obras a partir de la voluntad comunitaria, sin ayuda pública, vemos que no todos son albañiles, pero se capacitaron para aprender el oficio», destaca el diplomático.

“En estos espacios se lucha contra la desigualdad, objetivo que compartimos y apoyamos. Considero que es un modelo a seguir en cualquier país del mundo, incluso en Francia, en donde se presentan problemas similares a los de Catuche, por ejemplo en lo relacionado a larecuperación de espacios físico. Nos interesa cómo se proyectan al futuro y queremos ofrecer nuestro apoyo para que cumplan sus metas”, señaló el embajador de Francia en Venezuela.

Señaló que desde la embajada de Francia ya han colaborado con los vecinos de este sector, pero que ahora buscan afianzar esas alianzas a través de intercambios culturales y asesoría técnica a través de las escuelas de arquitectura francesas, que anualmente envían profesionales en el área desde Paris,quienes pueden aportar buenas ideas en la construcción de viviendas sociales, pero que también están interesados en conocer sobre este proyecto.

La quebrada de Catuche: aprender a convivir con un cauce que puede ser una grave amenaza cuando hay copiosos aguaceros. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

“También ofrecemos a los vecinos de Catuche, programas de financiamiento a destinados a proyectos en las áreas educativas, deportivo y alimentario, podemos ofrecer cursos de francés a través de la Alianza Francesa,para los vecinos interesados en aprender otro idioma”, señaló.

En cuanto al uso de materiales de reciclaje para la ejecución de obras embajador Nadal señaló que este es un proceso admirable, pues demuestra que los vecinos de Catuche tienen mucha conciencia ecológica, que refuerzan entre los niños con los proyectos educativos que ofrecen en sus centros comunitarios.

Desde hace 20 años la República de Francia apoya de alguna forma a la comunidad de Catuche. Cada año arquitectos franceses visitan la visitan para darle seguimiento a los proyectos urbanísticos que desarrollan con instituciones locales y con los propios habitantes.

El activista José Virtuoso S.J

Francisco José Virtuoso Arrieta nació en Caracas el 17 de septiembre de 1959. Era un sacerdote perteneciente a la Compañía de Jesús, que ocupó el cargo de rector de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB,desde el año 2010, hasta su fallecimiento acontecido el 20 de octubre del año 2022.

Desde muy joven “El padre Virtuoso”, “Virtuoso”, o sencillamente “Joseíto”, como así lo llamaban sus amigos, fue un hombre inquieto, amigable, quese preocupaba por los problemas sociales que padecíanlos venezolanos, especialmente los más vulnerables, los habitantes de los sectores populares.

En el año 1977 se unió a la Compañía Dulce Niño de Jesús y en el año 1990, se ordena como sacerdote de esta misma congregación.

El Padre José Virtuoso en la misa de Navidad del año 2021 oficiada en Catuche

En el año 1986 obtiene su título delicenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Urdaneta (Maracaibo-Venezuela) y en 2003 obtuvo el doctorado en Historia por la UCAB. En esta misma casa de estudios fue profesorde pregrado y postgrado desde 1994, en cátedras de Historia y Filosofía Política. Francisco José Virtuoso Arrieta, S.J. fue designado como rector de esta casa de estudios en el año 2010, cuando sucedió al también sacerdote jesuita Luis Ugalde, y reelecto en tres oportunidades, la última en junio de 2022.

“Vivir de cara al país y para este país”, fue el lema que el padre Virtuoso, asumió en cada proyecto social que realizaba, en la asociaciones civiles en las que participabay durante todoel tiempo que estuvo ligado a la UCAB, así como a otras casas de estudioa nivel superior.

Fue director del Centro Gumilla, el centro de investigación y acción social de la Compañía de Jesús en Venezuela; participó en la Comisión Nacional para la Reforma Policial convocada por el Ministerio de Justicia, dirigió de la ONG Ojo Electoral organización que buscaba promover la participación y la transparencia electoral a través de actividades no partidistas, también participó en el Frente Amplio Venezuela, donde convergíandiversos grupos políticos y civiles.

Los vecinos de Catuche atesoran los efectos usados por José Virtuoso en su labor pastoral y en su última misa en la comunidad.

Escribió varios libros de interés socialentre los que se cuentan La crisis de la catolicidad en los inicios republicanos de Venezuela, La preocupación social de la Compañía de Jesús en Venezuela y Aportes y desafíos del compromiso social de la Iglesia en la Venezuela Hoy.

El Padre José Virtuoso, mantuvo una vida muy activa en distintos escenarios de la sociedad venezolana, pero hasta sus últimos días, su principal proyecto social fue Catuche. Lo convirtió en algo muy personal, en un proceso creado y ejecutado por los propios vecinos, amigos que al final se convirtieron en parte de su familia.

Con la firme convicción que los vecinos de Catuche eran los dueños de su propio destino y que organizados podrán alcanzar sus sueños, y lograr una calidad de vida más humana, Joseíto, nunca perdió la esperanza en este proyecto y en la gente que lo ejecuta.

“El padre José Virtuoso ofició su última misa en nuestra comunidad el 11 de septiembre 2022, allí nos volvió hablar de la unión, de la manera cómo podemos alcanzar nuestros sueños, reiteró la necesidad de mantenernos unidos, volvió a caminar su barrio junto a los vecinos, miró con orgullo, con satisfacción el trabajo realizado y se despidió. Nos causó un gran impacto a todos cuando nos enteramos, 47 días después de aquella misa,que nuestro protector había fallecido, la tristeza nos invadió. En la iglesia, en una caja de cristal, guardamos la vestimenta y la Biblia que utilizó en sus misas, como un símbolo que nos recuerda que no podemos desfallecer para culminar este proyecto, en la memoria de Joseito, de nuestro ángel, vamos a seguir, cumpliendo los lineamientos y las enseñanzas que nos inculcó, siempre estará presente en la comunidad y en nuestros corazones”.

Lisbeth Mora, una de las vecinas y coordinadoras del Proyecto Catuche

Datos sobre Proyecto Urbanístico de Catuche

  • Más allá de las obras de mitigación y riesgo, consideran los vecinos que este es un proyecto urbanístico que forma ciudadanos, y que la organización comunitaria es su mayor logro.
  • Este proyecto ha servido como un modelo en otras comunidades, entre ellas Agua China en la parroquia Macarao y La Morán en la parroquia Le Vega, ambas ubicadas en Caracas.
  • En el año 1995 el entonces alcalde del municipio Libertador, Aristóbulo Istúriz, expuso este proyecto como un ejemplo de rehabilitación de barrios, en la tercera Conferencia del Centro Iberoamericano de Desarrollo de Estratégico Urbano, en sede de Bilbao, España.
  • La Organización de Naciones Unidas, ONU, en su II Congreso Mundial de Hábitat realizado 1985, en Estambul, Turquía, selección el proyecto Catuche como modelo de gestión ciudadana.
  • Tomando en cuenta los logros obtenidos con este proyecto, en 1996, el alcalde del municipio Libertador, Antonio Ledezma, continúo el apoyo al desarrollo del proyecto urbanístico.
  • En sus inicios hace más de 22 años, se estimaba 10 mil personas serían beneficiadas con los trabajos.
  • Con la llegada de la pandemia del COVID, se paralizaron las actividades, pero los vecinos han decidido retomar todos los proyectos y seguir mejorando su calidad.

Editado por Omar Lugo/El Estímulo

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