El Presupuesto 2022 de Venezuela que será presentado este viernes es insuficiente, injusto y desequilibrado. Solo un ejemplo: el Programa de Alimentación Escolar del ministerio de Educación, para atender a 6,4 millones de niños, recibirá unos $135 millones en el año, al cambio de hoy. Eso equivale a $21 por cada niño. Será un centavo de dólar por cada día de clases del calendario escolar normal.
Si se dividen los 508 millones de bolívares asignados en el Presupuesto de 2022 para “otorgamiento de protección social a la población venezolana mediante prestación dineraria de corto y largo plazo”, se nota que la supuesta vocación justiciera del chavismo es solo retórica posada en las nubes.
Ese es el monto destinado para atender a cinco millones de personas, jubilados y pensionados del muy deficitario Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Calculado al tipo de cambio oficial de 4,6 bolívares por dólar de este jueves 9 de diciembre, ese monto equivale a 101 dólares en el año por cada “beneficiario”.
Es decir, 8,42 dólares por mes.
Esta es la realidad matemática y contable de un Presupuesto 2022 que a todas luces se desmiente en cada cuadro de cálculos.
Además de las pensiones, hay otras partidas presupuestarias en la Seguridad Social de un sistema socialista que dice rescatar la dignidad humana y salvar el planeta Tierra.
“La Seguridad Social constituye un derecho que le asiste a toda persona de acceder, por lo menos a una protección básica para satisfacer estados de necesidad. A tal efecto, a través de este sector, el Gobierno Nacional lleva a cabo el sistema de protección socio-económica que comprende: la atención médico-hospitalaria odontológica, las pólizas de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), las pensiones, las jubilaciones y otras prestaciones, que en algunos entes incluye préstamos en dinero e hipotecarios, extensibles a sus familiares más inmediatos”, dice uno de sus enunciados.
Este argumento lo compran a pie juntillas algunos sectores fieles convictos del chavismo, desde la izquierda caviar europea hasta una minoría de militantes en barriadas de Caracas y en llano adentro.
“Se estima para ello Bs. 1.421.383 miles”, añade el sobre la Seguridad Social el proyecto de Presupuesto que será presentado este viernes a la cuestionada Asamblea Nacional electa en diciembre y con absoluto dominio del chavismo.
Pero esa cifra total para esta categoría equivale a $308,9 millones al cambio de la fecha actual e irá disminuyendo al ritmo de la devaluación constante del bolívar.
“Este sector ejercerá su acción a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) con Bs. 979.063.000 ($212,8 millones) y de la Tesorería de Seguridad Social (TSS) con Bs. 6.350.000 ($1,4 millones), para orientar su accionar a proteger la seguridad social de la población en materia de salud, a través del fortalecimiento y mejoras a los equipos en las unidades asistenciales y administrativas adscritas al (IVSS)”, dice por ahí el documento de 335 páginas.
“…Con la finalidad de ofrecer un servicio óptimo y de calidad, enmarcado en el derecho que tiene el pueblo a la salud de manera universal igualitaria, solidaria y gratuita, a la población económicamente activa, a los funcionarios jubilados y pensionados y a los grupos más vulnerables, como elemento fundamental del Sistema de Seguridad Social y el Sistema Público Nacional de Salud”, añade.
Al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) se le asignarán en total Bs. 894.317.000 (194 millones), “para continuar protegiendo la seguridad social de la población en materia de salud, garantizando a la población económicamente activa, a los funcionarios jubilados de la Administración Pública Nacional y a los grupos más vulnerables, la incorporación progresiva y la afiliación al sistema de seguridad social, al igual que el disfrute de las prestaciones dinerarias a largo y corto plazo”.
Si se mide ese Presupuesto 2022 entre la población que queda en el país después de la diáspora (28,4 millones de habitantes según ONU) alcanza a $474 por persona (per cápita).
Antes del chavismo Venezuela era la cuarta economía más poderosa de América latina, hoy está peor que los empobrecidos países de América Central.
El Presupuesto Nacional 2022, de $14.000 millones, está por debajo del de Costa Rica ($18.400 millones) y República Dominicana ($17.600 millones).
En gasto per cápita Costa Rica tendrá $3.612 en 2022, Rep Dominicana $1.622 y El Salvador $1.140.
Colombia, donde viven casi dos millones de venezolanos, tendrá un presupuesto 2022 de $90.223 millones, lo que equivale a $1.764 por persona.
El Presupuesto 2022 de Venezuela es insuficiente, injusto y desequilibrado a todas luces: por ejemplo, el Programa de Alimentación Escolar del ministerio de Educación, para atender a 6,4 millones de niños, recibirá unos $135 millones en el año, al cambio de hoy.
Eso equivale a $21 por cada niño. Será un centavo de dólar por cada día de clases del calendario escolar normal.
El Programa del ministerio de Educación «para la prevención y reducción del Embarazo Precoz», destinará un centavo de dólar en 2022 para atender a cada una de las 2,1 millones de personas más vulnerables, de ellas 1,785 millones de niñas y adolescentes.
El canal oficial de propaganda y desinformación, VTV, con de las tasas de audiencia más bajas del país, tiene asignados $24,9 millones. Es casi lo mismo que lo designado para la Universidad Central de Venezuela (UCV).
La UCV tiene 62.000 estudiantes en una comunidad académica total de 80.000 personas (eso equivale hoy a un presupuesto anual de $302 por persona). También supone menos de un dólar por cada día de actividad universitaria fuera de vacaciones.
Corpoelec, la corporación centralizada que maneja todo el colapsado sistema eléctrico nacional recibirá $72,6 millones parta gastos corrientes. Es decir, apenas dos veces más que el canal de propaganda VTV.
En rigor, el 7,1% del presupuesto irá al pago de remuneraciones de servidores públicos. Pero eso da un promedio de apenas $510 por trabajador en el año, es decir, $42 mensuales de sueldo.
El sector seguros en Venezuela sufre los mismos males que el país: se ha reducido en tamaño, empleos y clientes monto global de las pólizas. Ahora, la pandemia de covid le hace perder unos $150 millones este año. Las empresas afinan estrategias para captar parte de ese 90% de los venezolanos que no tiene ninguna cobertura.
Al meterle la lupa a los números se verifica que en realidad el presupuesto consolida un régimen de gobierno que promueve enormes injusticias sociales; no ofrece protección social real a los ciudadanos, ni empleos dignos a los servidores del Estado y financia una serie de empresas estatales deficitarias y quebradas a las que les da prioridad por encima de las necesidades más apremiantes de los venezolanos comunes.
