Tomás Rincón, el coqueto que conquistó al Juventus

“Il vero colpo è Karina”, tituló en italiano, una lengua intrínsecamente pícara, un diario deportivo del norte de la península: el verdadero golpe es Karina Mendoza, la spettacolare ex reina de belleza tachirense que le lleva tres años de edad a Tomás Rincón y que ya es considerada una de las principales WAGs —Wives and Girlfriends— del equipo juventino. “Il venezuelano non è e non sarà mai un fenómeno”: ni es ni será jamás una estrella, advirtieron, luego de la confirmación de su fichaje a finales del pasado diciembre, las características páginas rosadas de La Gazzetta Dello Sport.
Questione Di Feeling. Desde Venezuela es vista como la contratación más espectacular de todos los tiempos, la primera vez que un criollito de pura cepa llega a uno de los 10 clubes más importantes de Europa —Jeffren Suárez, un bolivarense también nacido en enero de 1988 cuya familia se devolvió poco después a las Islas Canarias, jugó una veintena de partidos para el Barcelona, aunque renegó de ponerse la Vinotinto hasta 2015. Desde Italia, Tomás Rincón es percibido como un “peor es nada”. La chequera de la Juventus no estaba demasiado boyante: el equipo más ganador y popular de su país presenció cómo el apetecido belga Axel Witsel le era arrebatado por la liga de China, que está estremeciendo el mercado futbolístico internacional con sus elevados salarios.

Por el momento, el tachirense hace de cola de cebra antes que de cabeza de pequeño poni: se le contrató en la Vecchia Signora —“Vieja Señora”— de la industrial Turín como un suplente, una póliza de seguro para el entrenador Massimiliano Allegri en caso de que se lesione alguno en el tridente de los titulares habituales dentro de la muy constipada nómina de mediocampistas del equipo blanquinegro: el alemán Sami Khedira, Claudio “Principino” Marchisio y Stefano Sturaro —un colombiano, Juan Guillermo Cuadrado, también pide pista.
“Representa al venezolano echado para adelante; alguien que salió sin complejos de unas raíces muy humildes con una capacidad modélica de superación”, define el comentarista de televisión de muy oportuno apellido, Humberto Turinese, a Rincón, a quien, por su liderazgo, bautizaron el General —gradación ya no tan bien percibida en su país de origen— en su anterior club, el modesto Genoa de Génova. Hoy es capitán indiscutible de la Vinotinto. Perdió a su madre de niño en un trágico accidente y cuyo padre, con problemas de alcoholismo, le sirvió como un ejemplo por oposición.
De introvertido nada
Más de 3.500 niños han pateado pelotas durante tres décadas frente a Jorge Antonio Olivares, el entrenador de la escuela de fútbol Monseñor Arias Blanco de San Cristóbal: Tomás Rincón es uno que mereció ser visto desde el primer minuto. “Llegó en 1997 y pasó ocho años corriditos con nosotros: aquello era un campeonato detrás de otro campeonato. Tenía un compañerito con el que era uña y carne, Leíto Colmenares, un delantero que ahorita estaría también en Europa si no lo hubiera embromado una lesión de rodilla: uno metía los goles y el otro no dejaba pasar a ningún rival. Un muchacho callado, responsable, recogidito, un poquito retraído. No es jugador de hablar ni de estar discutiendo en la cancha. A los 13 años se le murió la mamá y quedó en manos de la abuelita, Teresa, porque a su papá le gustaba mucho la bebida. Ahora uno lo ve y es todo un señor”, se enorgullece Olivares por el criado en el barrio cristobalense Unidad Vecinal que, de cantar “soy de los Andes, soy todo corazón” entre las brisas del Torbes, pasará a espectador privilegiado, ojalá desde adentro, del partido Porto-Juventus en la primera ronda a vida o muerte de la Champions League el próximo miércoles 22 de febrero.


Tomás conoció a Karina Mendoza, finalista del Sambil Model San Cristóbal 2007, el 26 de febrero de 2006. Los presentó un periodista tachirense de fútbol, Carlos Contreras, cuando ella era estudiante de Publicidad y Mercadeo y hacía pasantías como animadora en el canal regional de televisión TRT. Él tenía 18 años y ella 21. “Nunca tuvo que preguntarme: ¿quieres ser mi novia? Nos conocimos, empezamos a salir y lo dimos por hecho. Me pareció un chico lindo, tranquilo, calladito e introvertido, aunque después te das cuenta de que introvertido nada, todo lo contrario. Vi que era muy familiar, y sobre todo sano y sin vicios. Hemos tenido altos y bajos, como todas las relaciones. Hubo períodos en los que nos separamos, como cuando me fui a trabajar como modelo en Guatemala seis meses. Varias veces estuve a punto de tirar la toalla. Todo cambió para mejor después de la boda”, relata Karina desde Italia a través de un mensaje de voz enviado a una amiga. Se casaron en petit comité en una playa de Los Roques el 27 de diciembre de 2011. Tienen un hijo de cuatro años, Dominic.
Un tipo coqueto
“Admiro su personalidad”, admite uno de los periodistas de fútbol de mayor trayectoria del país, Daniel Chapela, acerca de la ficha nueva por el que la Juventus ha desembolsado ocho millones de dólares. “Ha sido capaz de levantarse ante situaciones muy adversas. Tuvo una infancia muy difícil y se ha hecho a sí mismo. Mira que llegar a Alemania no es fácil, como cuando fue contratado por el Hamburgo en una situación poco ventajosa para él en pleno invierno de la temporada 2008-2009: empezó como suplente, en una posición en la cancha que no era la suya, le costó mucho establecerse pero se integró y terminó siendo importante. A mi parecer, el mejor de la Vinotinto en la histórica Copa América 2011. En Italia ha encontrado su lugar en el mundo: un fútbol que calza con sus características. Se ha autoimpuesto la meta de mejorarse, y eso incluye su físico portentoso. Trabaja mucho su cuerpo para la alta competencia”, agrega Chapela.


Afán de superación que corrobora Humberto Turinese con una anécdota: “En octubre de 2011, la noche antes de un juego de la eliminatoria mundialista contra Argentina en Puerto La Cruz, llegó muy contento ante un grupo de sus compañeros de la Vinotinto que departía conmigo en el lobby del hotel y nos contó: ‘Acabo de dar mi primera entrevista en alemán, para un medio de Hamburgo’. Puso énfasis en que lo hacía para insertarse en la sociedad de ese país. Entonces me habló con una propiedad enorme de la industria automotriz alemana y de índices económicos, como si se tratara de un hombre de negocios. Es muy ambicioso, competitivo y ya domina cuatro idiomas”.
Ese perfeccionismo lo ha trasladado a facetas no tan sospechadas. “Lo que se me quedó grabado fue su elegancia, su grandioso estilo al vestir. Sin duda es el jugador de la Vinotinto con más presencia fuera de la cancha. Se nota que le gusta y que sabe hacerlo; entiendo que lo debe asesorar su esposa. Es un tipo coqueto, se fija en la moda. Asumo que en Italia la ha refinado todavía más. Se bajó del taxi y fue como recibir a un modelo o a un actor. A los pocos minutos llegó Juan Arango, y a pesar de que vestía ropa igual o más cara que la de Rincón, se veía terrible. Tomás impone la pauta en la cancha y fuera de ella. Es el verdadero capitán, el que todos respetan e incluso quieren imitar”, recuerda el periodista Pablo Amair, que conoció en un amistoso España-Venezuela, disputado en febrero de 2012 en Málaga, al que hoy luce una barba que le hace lucir como un compacto bisonte suelto por las verdes praderas del Juventus Stadium.


El único escándalo
“Rincón tiene un liderazgo a prueba de bombas en la selección venezolana. Es tan importante que los jugadores le consultan toda decisión que se vaya a tomar”, certifica otro cronista que prefiere mantener su nombre en reserva, y esto incluye el episodio menos elegante de un futbolista cuya carrera ha transcurrido prácticamente libre de escándalos: la carta pública que firmó con otros 14 compañeros de la Vinotinto en diciembre de 2015, en la que, en una atribución aparentemente desmesurada para los que en principio deben dedicarse solo a correr tras la pelotita, pidieron la renuncia del actual presidente interino de la Federación Venezolana de Fútbol, Laureano González; tras bastidores, la principal causa fue el impago de premios prometidos a los niños grandes. La rebelión en la grama quedó en pura bulla. “Posteriormente, en privado, admitió que no había procedido de la manera más adecuada”, revela la fuente.

Para escoger al capitán de un equipo de fútbol hay varios criterios: a veces es el que más grita en el campo; otras, el que mejor juega, o simplemente el que tiene más tiempo. Tomás Rincón parece ser otro tipo de líder: el que más hace. A los 29 años recién cumplidos, aunque parte con la desventaja de que no es un especialista en anotar goles —como Salomón Rondón— o en diseñarlos —como Juan Arango—, el General que sí infunde respeto ya está sumando condecoraciones para ser considerado el mejor de todos los tiempos en la Vinotinto. En Turín, por ahora, deja que la guerra de distracción la haga su signora, que de vieja nada.

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