Economía

4 decisiones incómodas que deben tomarse para enderezar la economía

Muchas veces, en el ámbito personal, tenemos que hacer cosas que nos pueden resultar incómodas, pero que son decisiones necesarias. Algunas son medidas preventivas (exámenes médicos, por ejemplo), otras pueden ser decisiones coyunturales debido a crisis temporales (despedir empleados, reducir gastos de viajes u ocio, por ejemplo); en fin, cotidianamente estamos expuestos a decisiones que aunque son desagradables hay que tomar para nuestro beneficio futuro.

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Lo mismo pasa en el plano macroeconómico. Hay que tomar decisiones desagradables, pero que sabemos van en beneficio de la economía del país en el mediano o largo plazo. Si tuviéramos que hacer una lista de las cuatro (4) decisiones más incomodas, pero necesaria para el país, diríamos que serían las siguientes.

1. Aumento de la gasolina en el mercado interno. No es coherente que el país se encuentre en una situación de crisis de liquidez y llenar un tanque de gasolina cueste menos de 0.03 dólares versus 50 dólares en cualquier otra parte del mundo. Un subsidio de 1.666 veces.

2.Acabar con el subsidio al tipo de cambio. No podemos seguir teniendo 3 tipos de cambio en el país, con una brecha tan grande entre uno (Bs 6,30/1 USD), el otro (Bs. 12/1USD) y el otro (Bs. 200/1USD).

3. Subsidiar al pueblo en lugar de subsidiar el tipo de cambio. La principal razón por la cual el Gobierno mantiene el subsidio al tipo de cambio, no es otra, en mi opinión, que evitar que los precios de los bienes y servicios esenciales sufran incrementos de precios exorbitantes, que dificulten su adquisición por la mayoría de los venezolanos. Pero es preferible sincerar los precios y subsidiar directamente al pueblo. Si en lugar de vender un producto al 1 o 2% de su valor real, el gobierno optara por entregar tickets de subsidio o consumo de bienes esenciales, que permitan, a los venezolanos que lo necesiten, cubrir la cesta básica, ello en el mediano o largo plazo tendría un efecto positivo sobre la transparencia de las cuentas fiscales y ayudaría a resolver el problema de escasez. La principal razón de la escasez es el contrabando de extracción que hemos bautizado como “bachaqueo”, y si se sinceran los precios esa situación tendería a acabarse. Al mismo tiempo, la subida de precios de los bienes y servicios, frente a la escasa capacidad de compra del ciudadano, se mitigaría con medidas de subsidio directo, cuya eficacia sería mucho mayor y fácil de controlar, que un subsidio general a los precios o al tipo de cambio.

4. Promover la exportación de bienes y servicios. Venezuela se encuentra en situación privilegiada, versus otros países, para introducir sus productos en los mercados externos (exportación). La devaluación experimentada en el país hace que, en términos reales, seamos muy competitivos si lo analizamos desde la perspectiva de los costos de producción. Podemos optar por desaprovechar esta ventaja o por aprovecharla. Y si la aprovechamos, no cabe ninguna duda que Venezuela está en una situación privilegiada para generar divisas por exportación de rubros no tradicionales. Este es un país con mucha experiencia en el ramo industrial, que hay que explotar en este momento de bajos costos de producción. Eso es lo que normalmente hacen las grandes economías para salir de las crisis cíclicas. Y es lo que debemos hacer hoy en el país.

Me autolimité a cuatro decisiones incómodas, pero hay una quinta que voy solo a enunciar, sin desarrollar, porque probablemente será mi quinto artículo en El Estímulo: después de adoptar esas cuatro decisiones, para ver resultados, hay que tener la paciencia que tuvo Florentino Ariza en El Amor en los Tiempos del Cólera.

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