La medida de incrementar el precio del combustible el 19 de febrero de 2016 tras 18 años congelado, no generó ingresos adicionales para Pdvsa y el Fisco, aún representa un subsidio para la población de mayores ingresos y en lugar de reducir elevó la importación de gasolina generando pérdidas para el país.
A un año del alza en el precio de los combustibles en el mercado interno, la «temida» decisión ha tenido poca efectividad fiscal debido a lo insuficiente que resultó el ajuste. La industria petrolera continúa reflejando pérdidas, los ingresos públicos poco se incrementaron y los venezolanos continuaron afectados por los altos niveles de inflación generados por los desequilibrios de la economía.
Un precio de la gasolina a todas luces rezagado luego de 18 años de congelación, se quedó nuevamente relegado en el último año ante el constante incremento de la inflación y del dólar paralelo. El combustible tuvo un ajuste de 6.085% al pasar de 0,097 a 6,00 bolívares el litro para la de 95 octanos, así como de 1.328% al pasar la de 91 octanos de 0,070 a 1,00 bolívar.
«¿Qué cuesta 40 bolívares, una malta, un refresco? ustedes están de acuerdo con que establezca un aumento de la gasolina a 1 bolívar para la de 91 (octanos) y 6 bolívares para el de 95 (octanos). Y todos los recursos vayan para las grandes misiones y micromisiones», dijo el presidente Nicolás Maduro al anunciar el alza del combustible en febrero de 2016.
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A un año de instrumentarse el nuevo precio del combustible, se evidencia que el ajuste realizado en 2016 fue insuficiente. Analistas advirtieron en su oportunidad que el aumento debió ir acompañado de una serie de medidas de tipo fiscal, cambiaria y monetaria para superar los desequilibrios macroeconómicos que se incentivaron ante la falta de decisiones en esta materia.
Esto se observa en los resultados de 2016: una inflación histórica de 800%, un dólar paralelo o negro cuatro veces más alto y una recesión que lleva ya tres años.
El profesor del IESA, José Manuel Puente, coincide en que el aumento de la gasolina fue en dirección correcta pero insuficiente.
«Se debió ejecutar un cronograma de incremento gradual de uno a dos años hasta llegar al precio idóneo para cubrir los costos de producción. En este momento el precio final está muy por debajo», dijo.
Por otra parte, sostiene que Pdvsa y la República aún pierden millones de dólares al año, no sólo porque no cubre los costos, sino por la importación de gasolina que ha hecho la industria petrolera estatal.
De acuerdo a cifras del Departamento de Energía de los Estados Unidos (US Energy Information Administration), durante 2016 Venezuela intensificó la importación de componentes de gasolina desde el mes de abril para llegar a un volumen de 3.000 barriles diarios. Durante la era chavista, esta práctica se inició en el año 2008 con la compra de 1.000 bd.
«El peor negocio del mundo es importar gasolina a precios internacionales y venderlo en el mercado interno a menos de un centavo de dólar», afirmó Puente.
El economista Ricardo Villasmil destaca que al ser Venezuela la economía con la mayor inflación del mundo y además registrar una devaluación significativa, el precio de la gasolina se rezagó nuevamente.
«El costo por litro de la gasolina aumenta ya que Pdvsa debe también importar y pagar en dólares los aditivos para producirla».
Luego de una intensa campaña para tratar de convencer a los venezolanos de la necesidad de aumentar la gasolina y el diésel que comenzó en 2014, el gobierno de Maduro se atrevió a ejecutar la medida, pero tuvo temor de colocar el precio que debía tener el combustible.
Villasmil resalta que el Fisco perdió la oportunidad de recibir ingresos significativos, al colocar un precio por debajo del costo de producción del combustible. Aunque el Ejecutivo aseguró que los ingresos por gasolina irían a un fondo para financiar las misiones, se desconoce el monto destinado y su ejecución.
«Desviar los ingresos a un fondo social es otra herramienta discrecional con la que cuenta el Gobierno para manejar los recursos. Era necesario invertir en la propia industria, por lo menos en el corto plazo, ya que la misma ha sido descuidada en los últimos años», sostuvo Villasmil.
Para Puente, tener la gasolina más barata del mundo no es una virtud del sistema, «es un gran defecto», porque implica grandes costos fiscales para el país y termina siendo una política regresiva que no beneficia la población más humilde.
«¿Cuántas escuelas, hospitales y carreteras pudieran construirse? Lo bueno sería generar ingresos como hacen muchos países como Brasil y Colombia que los utilizan para la infraestructura. Cuando se tiene la gasolina más barata del mundo te conviertes en una especie de Robin Hood al revés, los beneficiarios del subsidio a la gasolina son las personas con mayores ingresos».
En 2016 antes de ejecutarse el alza de la gasolina, el pasaje del transporte urbano superficial era de Bs 15, mientras el tanque de un carro de 40 litros se llenaba con Bs 4. Hoy en día, la situación no ha cambiado. Para llenar el tanque con gasolina de 95 octanos una vez a la semana se debe disponer de Bs 240, mientras que para el pasaje ida y vuelta en transporte público se debe cancelar Bs 200 diarios, es decir, Bs 1.000 semanal.
– Las cifras para justificar el aumento –
1.- Venezuela perdía 12.500 millones de dólares anuales por el subsidio a la gasolina.
2.- 100 mil barriles diarios se contrabandeaban a través de la frontera.
3.- El consumo interno de gasolina era en 2014 de 765 mil barriles diarios versus los 321 mil barriles diarios de 1999.
4.- 56% de la población se traslada en transporte público, 28% en vehículo particular, 12% en bicicleta y 4% en moto.
5.- 53% de la gasolina es consumida por carros particulares, 39% el transporte público y 8% el transporte de carga.
6.- 62% de la personas que tienen vehículo son de altos ingresos.
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