Cinemanía

El vértigo de "El Club de los Vándalos" llega a la cartelera

El jueves 20 de junio se estrena en cines "El Club de Los Vándalos", con Austin Butler, Jodie Comer y Tom Hardy. Una historia basada en los Chicago Outlaws, una pandilla de motociclistas de finales de los años 60

Vándalos
Fotos: Cortesía de Focus Features
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Una mirada íntima y sin concesiones al ascenso y la caída de los famosos clubes de motociclistas ilegales de Estados Unidos, “El Club de los Vándalos” narra los orígenes de la banda ficticia de motociclistas Los Vándalos a través de los ojos de sus miembros fundadores. Inspirada en el prestigioso libro de 1968 del fotoperiodista Danny Lyon, escrito a lo largo de los cuatro años que pasó como miembro del Club de Motociclistas Chicago Outlaws, la película explora de primera mano cómo un grupo de forasteros amantes de la velocidad se transforma en una temible banda criminal que traiciona su espíritu original de vivir y dejar vivir en una época de tumultuosos cambios políticos, económicos y sociales en Estados Unidos.

“El Club de los Vándalos” narra diez años cruciales en la evolución del veterano estadista Johnny (Tom Hardy); del amante de emociones fuertes Benny (Austin Butler); y de sus compañeros motociclistas Zipco (Michael Shannon), Funny Sonny (Norman Reedus), Cal (Boyd Holbrook), Brucie (Damon Herriman), Wahoo (Beau Knapp), Cockroach (Emory Cohen), Corky (Karl Glusman), yThe Kid (Toby Wallace) mientras sobreviven en un mundo romántico y a veces violento que glorifica las armas, el alcohol, las drogas y la independencia. Kathy (Jodie Comer) le cuenta a Danny (Mike Faist) cuando se encuentra accidentalmente con ellos en el bar del club, salta al asiento trasero de la moto de Benny y se convierte en una Vándala.

En el transcurso de una década, a medida que el país cambia a su alrededor, el club pasa de ser un lugar de reunión para antihéroes ferozmente individualistas a convertirse en una empresa criminal más siniestra, y Kathy y Johnny están en desacuerdo sobre su relación con Benny.

Intrusos avariciosos toman el control e involucran a Los Vándalos en el tráfico de drogas, el juego, los asesinatos a sueldo y la guerra abierta con bandas rivales, llevando al grupo a toda velocidad hacia el olvido. Auténtica, personal e intransigente, “El Club de los Vándalos” ofrece una cruda perspectiva de los icónicos motociclistas ilegales que han habitado nuestra imaginación durante más de medio siglo, y de la cultura rebelde de la que nacieron.

“El Club de los Vándalos” fue escrita y dirigida por Jeff Nichols (“Loving”) y la protagonizan Austin Butler (“Elvis”), Jodie Comer (“Killing Eve”), Tom Hardy (“The Revenant”), Michael Shannon (“Revolutionary Road”), Mike Faist (“West Side Story”), Boyd Holbrook (“Narcos”), Damon Herriman (“Justified”), Beau Knapp (“Seven Seconds”), Emory Cohen (“Brooklyn”), Karl Glusman (“Love”), Toby Wallace (“Babyteeth”), Norman Reedus (“The Walking Dead”), Happy Anderson (“Snowpiercer”) y Paul Sparks (“House of Cards”).

La película es producida por Sarah Green (“The Tree of Life”), Brian Kavanaugh-Jones (“Bad Education”) y Arnon Milchan (“Birdman”). Los productores ejecutivos son Yariv Milchan (“Bohemian Rhapsody”), Michael Schaefer (“The Martian”), Sam Hanson (“The Lighthouse”), David Kern (“The Lincoln Lawyer”), y Fred Berger (“La La Land”).

El chispazo inicial para la película de Jeff Nichols, escritor y director de “El Club de los Vándalos”, lo tuvo hace casi 20 años, cuando su hermano mayor, Ben Lyon, le dio a conocer la transcendental historia oral y fotográfica de una banda de motociclistas ilegal del Mediano Oeste de Estados Unidos, escrita por Danny Lyon.

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Austin Butler en su papel de Benny en «El Club de los Vándalos» o ·The Bikeriders» (Fotos: Cortesía de Focus Features)

Publicado por primera vez en 1968 y reeditado posteriormente, el libro The Bikeriders es una crónica de los cuatro años que Lyon pasó con el Club de Motociclistas Chicago Outlaws, entrevistando y fotografiando a sus miembros. El libro inspiró a Nichols para crear un relato de ficción que incorpora personajes basados, en parte, en algunos de los motociclistas originales.

“Ese libro tiene un prólogo que escribió el propio Danny. En él, se remonta y relata lo que oyó que había sucedido a algunos de los miembros», explica el director: «Sólo hay una línea sobre el líder del club, un tipo llamado Johnny, que había sido cuestionado por su liderazgo. Mucha gente dice que ese incidente fue el final de la época dorada de las motos. Sólo esa frase empezó a darme la forma de la película y la narrativa”.

El prólogo que escribió Lyon estaba impregnado de nostalgia; según Nichols, una nostalgia que cree que es específica de este grupo de marginados.

A lo largo de los años, Nichols visitó Bleak Beauty, el sitio de Internet de Lyon, revisando nuevamente las crudas y con frecuencia sinceras fotos del fotoperiodista de Los Outlaws en su apogeo, en busca de inspiración. “Un día descubrí que había colgado algunos archivos QuickTime del audio original que utilizó en el texto del libro”, recuerda Nichols. “Eran Kathy, Zipco, todas las personas reales hablando. Las voces eran increíbles”.

Escucharlos hablar por primera vez le dio a Nichols el empujón final que necesitaba para escribir un guion. “Fue una herramienta crucial para mí como guionista”, afirma: “De repente pude visualizar la película, cómo podría sonar y verse”.

Las cintas de audio también le dieron a Nichols la confianza para buscar a Lyon en 2014. “Me presenté con él y le dije lo mucho que respetaba su trabajo. Él había visto ‘Mud’ y le había gustado, así que me fui a Nuevo México a conocerlo”.

Persiguiendo a Benny

“El Club de los Vándalos” se desarrolla en dos niveles, de acuerdo con el guionista y director. “Está la historia de la línea A, que trata de un triángulo amoroso, pero no un triángulo amoroso entre dos hombres que persiguen a la misma mujer. Se trata de un hombre, Johnny, y una mujer, Kathy, ambos persiguiendo a Benny. Él es todo lo que ambos quieren, pero por razones diferentes. Todos intentan llenar a Benny con sus esperanzas, sueños y aspiraciones, pero él no está hecho para contenerlos. No puede albergarlos, y no quiere hacerlo. Y es una tragedia, porque ambos pusieron tanto en algo que no está hecho para contener nada. Esa no es una historia que tiene lugar en el libro. Me inspiré en algunos personajes, pero mi trabajo fue construirlo en la forma de una narración”.

La película también cuenta una historia más profunda sobre la psicología de los grupos de marginados, añade Nichols. “El mejor ejemplo que se me ocurre es un monólogo de Zipco, personaje que interpreta Michael Shannon, en el que cuenta cómo presentarse ante la comisión de reclutamiento para el servicio militar, con resaca. Él supera todas las pruebas, pero es rechazado. Cuando lo escribí, pensé que era bastante divertido. Cuando rodamos esa escena todos se reían, tal como yo lo esperaba. Pero al final hubo un dejo de tristeza, porque Zipco realmente quería ir a Vietnam. El ejército no lo quería; era un indeseable. Ves a esos tipos duros alrededor de la fogata empezar a asentir, porque lo entienden. En realidad están reafirmando todo lo que sienten acerca de no pertenecer”.

La familia que eliges

Jodie Comer, quizá más conocida como Villanelle, la femme fatale vestida a la última moda de la aclamada serie de televisión “Killing Eve”, en “El Club de los Vándalos” interpreta a Kathy, una chica convencional del Mediano Oeste de Estados Unidos que se enamora de un enigmático joven motociclista, y es la narradora de la película.

“Estaba tan emocionada de tener la oportunidad de trabajar con Jeff Nichols”, señala Comer. “Él es alguien a quien he admirado desde hace mucho tiempo. Y cuando me enteré de que el guion está basado en un libro de fotografías tomadas en la década de 1960, fue algo único y sumamente tentador. Sólo vi dos o tres fotografías de mi personaje, Kathy. Ella no es consciente de que la están fotografiando, pero pude sacar muchas cosas de esas imágenes”.

La actriz también escuchó alrededor de una hora y media de entrevistas que le dejaron claro que Kathy es una mujer exuberante que dice exactamente lo que piensa. “Me enamoré por completo de ella”, dice Comer. “Me encanta que ella narre la película y que las historias se cuenten desde su perspectiva. Danny me dijo que ella sentía las cosas muy profundamente, que era muy elocuente y muy inteligente. No sé si ella se veía a sí misma de esa manera, pero parece ser muy capaz de decir exactamente lo que siente”.

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Jodie Comer, como Kathy, y Austin Butler como Benny

Cuando Kathy conoce a la banda de motociclistas a través de un amigo, le repugnan y la aterrorizan —hasta que conoce a Benny. “Tienen una conexión instantánea que se acentúa por el elemento de lo desconocido”, explica Comer. “Ella quiere una vida estable con él, y eso es algo que él no tiene para darle. Él es peligroso y extremadamente intoxicante. De repente se ve rodeada de consumo de drogas, alcohol, violencia”.

Kathy es testigo de todo esto e intenta contar lo sucedido sin pensar demasiado, dice Comer. “Creo que si los hombres estuvieran contando esta historia, sería muy diferente. Quizá se escucharía algo más genial, definitivamente glorificado. Pero como ella siempre estuvo en la periferia, es una narradora más confiable”.

Comer, quien creció en la ciudad de Liverpool, dice que uno de los aspectos más desafiantes del papel fue aprender el acento del Mediano Oeste de Estados Unidos de Kathy. Trabajó con la entrenadora de dialectos Victoria Hanlin durante los dos meses y medio anteriores al inicio del rodaje. “La relación de Kathy con Benny es crucial en la historia, pero en muchas de sus escenas juntos ellos sólo se miran sin que haya mucho diálogo”, comenta la actriz. “Casi nunca los ves en sus momentos privados. Sentí que la forma de captar su esencia era a través de su voz. Quería asegurarme de que hacía todo lo posible para conseguir la voz correcta”.

Sobre dos ruedas

Para Austin Butler, quien saltó a la fama mundial como protagonista de “Elvis”, Benny es una figura misteriosa y un hombre de pocas palabras. Procede de una familia más acomodada que la mayoría de los motociclistas, algo que lo distingue, dice el actor. “Ha discutido con su familia y se ha convertido en un lobo solitario. Pero hay algo en cada ser humano que necesita estar en comunidad. Cuando encontró a Los Vándalos, encontró una figura paterna en Johnny y la camaradería de todos los compañeros. Él y Kathy se casan muy pronto, pero él siempre tiene un pie fuera del matrimonio. No quiere que nadie necesite nada de él, pero Kathy necesita que deje de andar en motocicleta y salga de esa vida; y Johnny necesita que Benny se haga cargo de la banda”.

Butler creció rodeado de motocicletas: su padre y su abuelo fueron motociclistas. “Cuando tenía 16 años mi padre decidió que ya era hora de que aprendiera, así que me sentó en una moto en el lote de un estacionamiento. Después de hablar con Jeff (Nichols) sobre este papel, empecé a andar en motocicleta todo el tiempo. Cuando estaba en Australia filmando ‘Elvis’ conocí a un hombre que arreglaba viejas Harley y salíamos juntos a andar en moto. Esa fue la primera vez que me subí a una motocicleta más vieja. Me ayudó a prepararme para la película”.

Esta experiencia formó la base de la camaradería con Jeff y sus compañeros de elenco. “Todos generamos vínculos mientras entrenábamos juntos. Jeff Milburn, nuestro maravilloso coordinador de escenas de riesgo en moto, trajo estas increíbles motos de época que se manejan muy diferente de una moto moderna. Tuvimos que practicar mucho en ellas para sentirnos cómodos. La mayoría de las motocicletas que se ven en la película son de él, incluida la que yo manejo. Realmente aprendí mucho sobre motocicletas gracias a Jeff. Pasábamos horas y horas juntos, incluso meses antes de empezar a rodar. Una vez que empezó la producción y estábamos todos juntos y oías rugir los motores –ese momento en el que miras por encima del hombro y ves a Tom, Carl, Toby y a todos los muchachos– fue realmente increíble”.

La escena final de “El Club de los Vándalos” dice mucho de Butler. “Ese último sonido de las motocicletas al final es para Benny como el sonido de su padre y de todos sus hermanos gritando”, explica. “Él es como un león que ha estado en la sabana toda su vida y que de repente vive en cautiverio. Entonces escucha un rugido salvaje y sabe que es allí donde tiene que estar. Ese anhelo se sintió personal. Al ser un hombre joven, quiero estar rodeado de una cierta energía que me haga sentir que pertenezco”.

Tom Hardy interpreta a Johnny, el fundador de Los Vándalos y un macho alfa de toda la vida. Como miembro veterano del grupo sirve de ejemplo a los novatos, pero empieza a sentir su edad. Johnny quiere nombrar a Benny su sucesor. “Cuando observas a Johnny ves a un hombre que se ve superado por el tiempo”, dice Nichols. “Tiene el clásico pelo engominado y peinado hacia atrás de los motociclistas, pero los miembros más jóvenes ya no tienen ese aspecto”.

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El miembro del club llamado Funny Sonny, papel interpretado por Norman Reedus, es un recién llegado de California; un motociclista incondicional que se une a Los Vándalos.

“Hay dos piezas de cultura pop con las que yo quería terminar esta historia”, señala Nichols. “La primera es ‘The Wild One’ con Marlon Brando, que es el inicio del personaje de Johnny. La otra es ‘Easy Rider’. A Funny Sonny le pagan por sentarse fuera de una sala de cine para que la gente entre a ver la película. Se han convertido en una especie de versión cinematográfica de sí mismos. Están empezando a interpretar el papel de un motociclista”.

Cuando Butler ingresó en el elenco, el único actor que ya había sido contratado era Michael Shannon. “Entonces ni siquiera sabía qué papel iba a interpretar”, recuerda. “Él es un actor increíblemente enfocado. Termina una toma y luego se aparta; regresa unos minutos después y vuelve a meterse de lleno en el papel”.

Un ciclo universal

Al contemplar la película y el libro que la inspiró, Nichols ve un patrón que se repite en todas las sociedades. “La cultura dominante no se adapta a todo el mundo”, afirma. “Algunos forasteros se sienten atraídos por las subculturas y es ahí donde ocurren cosas interesantes. De las subculturas surge el nuevo arte. En las subculturas las personas encuentran formas interesantes de expresarse; e inevitablemente se vuelven interesantes para la cultura principal. Son absorbidas por la corriente dominante y se convierten en sombras de sí mismas”.

Cuando descubrió por primera vez The Bikeriders, el libro de Lyon y sus inolvidables fotografías y textos le recordaron una subcultura que él mismo había explorado en su juventud.

“Eso es lo que le pasó a la comunidad punk rock en la que viví a mediados de los años noventa, en Little Rock. Había una gran escena musical y una gran comunidad punk rock. No podían necesariamente explicar por qué no encajaban; simplemente sabían que no lo hacían. Crearon su propio mundo por el deseo de estar fuera de la cultura dominante. Pero se transformó y se convirtió en otra cosa. A medida que se acercaba más a la cultura dominante, el punk rock parecía convertirse en un facsímil de sí mismo. Se sentía cíclico y muy parecido”.

Este ciclo, afirma, se siente real, verdadero y universal. “Y siempre que se llega a algo que parece universal, vale la pena explorarlo para una película”.

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