Leidibeth Blanco, hermana del minero desaparecido Jesús Alfredo Arguinagalde, de 24 años, denunció que los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) ignoraron los llamados de los familiares a acudir a la mina Nuevo Callao por «falta de combustible», un día después de ocurrir las desapariciones el pasado 4 de marzo.
En la mina Nueva Callao, ubicada en el este de Tumeremo, Luisa Ortega Díaz anunció el hallazgo de los restos que pudieran ser parte del grupo de mineros desaparecidos en manos de un grupo liderado por «El Topo», identificado como Jamilton Ulloa Sánchez, dedicado a la explotación ilegal de oro.
Blanco contó a periodistas desplazados a Tumeremo el jueves pasado que los familiares tenían conocimiento de la existencia de la fosa común desde el 5 de marzo y que los cadáveres habían sido trasladados en un camión azul, luego de haber sido acribillados y mutilados en el fundo El Peregrino.
«A mí papá le habían dicho que había una fosa en Nuevo Callao, pero el Cicpc se negó porque no había combustible para ir al lugar», dijo Blanco.