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Los X-Men de la undécima

La secuela de la película de 2014 fue extremadamente dramática, pero en cuanto a calidad cinematográfica, espantosa: el favorito parecía estar jugando con seis en vez de once, el eterno aspirante era incapaz de rematar y hasta las escenas de acción en las áreas fueron para olvidar. Repase aquí a los principales mutantes en Milán

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Mire, he sido seguidor del Real Madrid durante casi los 40 años de mi vida, y le puedo asegurar que lo que desde afuera parece una historia luminosa y envidiable (el uniforme blanco, los títulos, los grandes jugadores), vista desde adentro es mucho más sombría: la esencia del madridismo, en realidad, es un masoquismo que se especializa en sufrir cuando tienes todas las facilidades para ganar con cierta tranquilidad. Por eso es un equipo por el que terminas sintiendo una emanación de odio tan o más poderosa que de afecto.

Por eso una final en la que el Madrid gana su undécima Copa de Europa se parece a una película de X-Men, con muchos claroscuros y superhéroes más bien contrahechos. He aquí una lista de los posibles e imperfectos mutantes del desesperante drama de Milán:

El Profesor X: es un mutante que va en silla de ruedas, y por eso se parece a la manera en que Cristiano Ronaldo jugó la final de la Champions. El Profesor X es el centro del universo de los X-Men. Lo puedes ver notablemente paralítico, físicamente muy disminuido, contra las cuerdas, al borde de la muerte y de un ridículo del tamaño de su ego, pero en la escena final, no sabes cómo, derrota al villano, anota el penal decisivo y se salva de nuevo para sonreír en la foto de portada.

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El Apocalipsis: es un mutante que más sabe por viejo que por diablo, y que si lo dejas desarrollarse y crecer, se va a convertir en tu peor pesadilla. Pero no debes olvidar que, al fin y al cabo, juega en el equipo pequeño que no sabe rematar en el momento decisivo y que perderá en el momento culminante. El entrenador Diego Simeone de nuevo estuvo muy cerca de otra hazaña descomunal, luego de un inicio del primer tiempo en el que el Madrid jugaba para golear.

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Jean Grey: mentalista que, sin necesidad de mover un dedo, cumple un papel decisivo con sus poderes telequinéticos. Keylor Navas no tuvo necesidad de tocar un balón en una noche en la que Atlético falló dos penales, pero de algún modo, puso a andar una macumba costarricense que desencadenó los tiros a la madera de Griezmann (en el comienzo del segundo tiempo) y de Juanfran (en la definición de penales).

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Nightcrawler: demonio de aspecto infantil que se vuelve humo. Aunque provocó el penal dudoso que falló Griezmann, el símbolo e hijo pródigo del sentimiento colchonero, Fernando Torres, se desapareció en una final en la que el Atlético dejó pasar una oportunidad histórica para ganar su primera Orejona.

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La Bestia: un mutante más bien poco carismático, sin ningún superpoder demasiado divertido, más allá de una fuerza sobrenatural. Vamos a estar claros: Casemiro juega en un sector de la cancha en el que no tiene que tomar decisiones demasiado apremiantes, a diferencia de un Cristiano o un Bale. Sin embargo, jugó una final llena de sentido común y sus siete pulmones terminaron siendo muy importantes a lo largo de 120 minutos en un Madrid en el que casi todo el mundo terminó sostenido sobre una pata.

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Mystique: mutante desconcertante de piel azul que se caracteriza por asumir múltiples e insospechadas facetas. Antoine Griezmann, que vestirá de azul francés en la Eurocopa, no tuvo una final afortunada, pero confirmó que, en cuanto a calidad, es el alumno más aventajado de la promoción actual del Atlético. En Milán se multiplicó y convirtió en todo lo que le pidió Simeone: delantero, mediapunta, volante de ataque…

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Storm: mutante de origen humilde y poderes climatológicos descontrolados que, al principio de la película, no se sabe con precisión para qué bando está jugando, pero que termina siendo útil casi de rebote. El brasileño Danilo sustituyó al lesionado Carvajal en el Madrid y parecía que estaba jugando para el Atlético, lanzando rayos y centellas contra la defensa de su propio equipo. Aquello era como si nos hubieran soltado a usted o a mí, que a lo máximo debemos haber jugado una caimanera de futbolito en el YMCA de San Martín, en la finalísima en Milán. Sin embargo, no se sabe cómo, creció y permaneció valiosamente entero en un equipo derretido.

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Magneto: mutante de edad madura y pelo facial que empieza la película como un obrero vulgar y silvestre, pero luego se convierte en la mano derecha del Apocalipsis y casi desencadena el fin del mundo (blanco). A pesar de que falló el tiro decisivo en la definición de penales, Juanfran fue uno de los hombres más importantes del Atlético en el segundo tiempo, atrajo todos los balones con sus poderes magnéticos y sirvió el centro del empate.

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Quicksilver: en teoría tiene una velocidad superior a la de la luz, pero antes de la escena decisiva, le quiebran las piernas y entonces casi no puede ya moverse. Un mutante despojado de su cualidad fundamental, vamos. Gareth Bale jugó una prórroga lamentable y heroica al mismo tiempo, prácticamente caminando en la cancha a velocidad de cola de papel higiénico por sus problemas físicos, y fue un enorme riesgo ponerle a tirar un penal en la definición. Pero al final fue feliz.

Wolverine: fuerza animal desatada que aparece ya con la película bastante avanzada y deja un montón de cadáveres a su paso. Casi en eso se convirtió el sustituto y goleador Yannick Carrasco (belga de origen ibérico) para el campeón de la undécima.

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Cíclope: mutante que casi lo arruina todo con su visión imperfecta y peligrosa. Zinedine Zidane tiene la calva de la versión más madura del Profesor X y dirige hoy la academia blanca de superhéroes, pero en la final en Milán, el relativamente inexperto entrenador tuvo una mirada de fuego algo descontrolada que le llevó a tomar decisiones potencialmente catastróficas: cambiar a Benzema (el más entero de los delanteros) o poner a Bale a patear un penal.

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Colossus: mutante colosal que en realidad no está en la más reciente película de los X-Men, sino en la de Deadpool, pero no importa. El capitán Sergio Ramos, siempre al límite de quedar fuera de la película madridista por sus presuntas relaciones tensas con el presidente Florentino Pérez, se agigantó en la zaga blanca en la final en Milán y también respondió en la tanda de penales. Kilo por kilo, probablemente el mejor del Madrid este sábado. ¿Estará en la próxima entrega de la saga?

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