Las lecciones del Roland Garros

Dos semanas de sorpresas, lluvia, abandonos y emoción marcaron al Major celebrado sobre polvo de ladrillo y que dejó, entre tantas cosas, cinco lecciones para recordar.

1.- Asignaturas pendientes en Francia

Que en la ciudad de la luz se necesite de lo artificial para jugar al tenis suena paradójico, pero esta edición nos enseñó que es urgente un techo retráctil en la cancha Phillippe Chatrier.

La lluvia se hizo sentir en París, la cual no solo empañó al deporte blanco, sino que obligó a cerrar el mítico museo del Louvre para proteger las obras, mientras que el río Sena, que atraviesa la capital francesa, presenta su mayor crecida en las últimas tres décadas.

La constante suspensión de encuentros apretó aún más el calendario, hecho que debería motivar a los organizadores del torneo a trabajar cuanto antes y sumarse al Abierto de Australia y Wimbledon como aquellos cuya cancha principal tiene techo retráctil. En tanto, el US Open debería estrenar este año la estructura en el estadio Arthur Ashe.

Los fanáticos del Roland Garros deberán esperar hasta el 2020, cuando el escenario principal presente un nuevo techo retráctil.

2.- Ahora solo puede ser mejor

El manejo de Garbiñe Muguruza en la final femenina es digno de admirar.

Solo aquel título que sumó Stanislas Wawrinka el año pasado ante Djokovic nos hizo pensar que aún hay tenistas con nervios de acero, aquellos a quienes la presión no los quiebra; todo lo contrario, los moldea, y para ella, lo sucedido el sábado fue un ejemplo más.

No solo se trataba de superar a la todopoderosa Serena Williams, sino de obtener el primer título de Grand Slam en su carrera, y para la hispano-venezolana este sería su día especial.

La potencia en sus impactos, las aperturas y una actitud como quien se pasea a diario en las finales de los principales torneo hicieron de ella la campeona del torneo.

Atrás parecen quedar los días de tensión y las dudas sobre si tiene pasta de número uno, pues sus encuentros con la norteamericana confirman que posee las herramientas para triunfar, además de una fortaleza mental de la que no todas las raquetas pueden presumir.

Con un tenis sólido desde el fondo, pero con cómodas actuaciones delante de la línea de base, Muguruza se perfila como la principal rival de la estadounidense durante el resto del año.

3.- Su día tenía que llegar

Para aquellos que se esfuerzan a diario en pro de una meta, el destino, tarde o temprano, los premiará. Para Djokovic, el premio mayor era la copa de los mosqueteros, un trofeo que le fue esquivo en sus tres primeras finales en París.

Ahora, y apagando el fuego de Murray en la final, el serbio superó un obstáculo alto, pero del cual tenía como salir airoso este año.

En ocasiones anteriores señalamos el agotamiento físico y mental de Nole, pero sendas victorias en sets corridos tanto en cuartos de final como en semis lo dejaron listo para gritar este domingo, donde toda su concentración se notó sobre un rival talentoso, pero de foco perdido.

Djokovic es la referencia de su era.

4.- Las escuelas ausentes

Tras la salida del español Rafael Nadal por lesión antes de disputar su encuentro de tercera ronda, la legión ibérica quedaba huérfana de elementos con altas opciones del titularse.

Sí, Muguruza se coronó defendiendo los colores de la madre patria, pero en los pasillos de la Real Federación Española de Tenis son ruidosos los murmullos de una representación enorme, pero que se viene a menos en las instancias importantes.

Si en la figura de Garbiñe reposan sus esperanzas, el tenis femenino debería dar más alegrías a este país en comparación con los caballeros, pues esta etapa complicada de Nadal se ha mezclado con los últimos pasos en el circuito de David Ferrer y la intermitencia de Feliciano López, Fernando Verdasco o Marcel Granollers.

Lo mismo sucede en Francia, donde Richard Gasquet apareció como el de mejor actuación entre los hombres, disputando los cuartos de final, instancia a la que ni siquiera llegó ninguna dama francesa.

Salva la bandera la dupla conformada por Caroline Garcia y Kristina Mladenovic, quienes se coronaron contra todo pronóstico en el dobles femenino. La sorpresa entre los hombres fue la de Feliciano y Marc López al consagrarse entre los hombres.

5.- Los que apuntan alto

Dominic Thiem es el heredero. Cuesta pensar en alguien que logre una gesta como la de Nadal sobre arcilla, pero el austríaco muestra pergaminos para escribir su propia historia.

Con solo 22 años, el número 15 del mundo llegó a las semis, demostrando que con el correcto manejo de su carrera, y ponderando siempre lo anímico, se sumará al top ten y se mantendrán en las principales casillas durante un buen rato.

Entre las mujeres destacó Yulia Putintseva. La kazaja se metió entre las ocho mejores del torneo, enseñando que tiene cómo escalar posiciones en el ranking de la WTA.

Solo tiene 22 años y hasta la fecha en 60 del mundo, pero haber dejado en el camino a Andrea Petkovic y Carla Suárez Navarro, además de sacarle un set a Serena, la debe impulsar a concretar mejores resultados en el futuro.