Saquear por hambre, también robar y matar
Ser comerciante ya no es sinónimo de prosperidad. Los negocios de comida no solo se ven afectados por la elevada inflación, sino que también deben abrir las santamarías y lidiar con las amenazas de posibles saqueos. Con una escasez que supera el 80% y sin soluciones efectivas al problema del desabastecimiento, el hambre se convierte en el escudo para personas con verdadera necesidad. Se filtran los amigos de lo ajeno