Cultura

Westworld, ¿qué funciona y qué deja dudas?

La nueva serie de HBO, presentada como la heredera de Juego de Tronos, mostró algunas de sus cartas en su estreno. ¿Posee las cualidades para, como especula la crítica, tomar el testigo? Veamos.

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Westworld es una nueva serie de ciencia ficción. Y de ese género, hay miles en la televisión de cable actual. ¿Qué la hace diferente? La discusión ética que puede levantar, más allá de las interesantes interpretaciones y elitesca factura fotográfica. Desde los pomposos créditos, queda claro el presupuesto asignado y más cuando Anthony Hopkins y Ed Harris entran en acción. Pero ese dilema ético que plantea tiene un Talón de Aquiles: no es novedoso.

Imagine que puede encarnar a Franco Nero (Django), Telly Savallas (The Scalphunters), John Wayne (Río Bravo), Lee Van Cliff (Per qualche dollaro in piu) o Clint Eastwood (Il buono, il brutto, il cattivo); de sheriff a cuatrero, de violador a Llanero Solitario, en Westworld puede ser quien desee. El juego de roles es facilitado por los Hosts (huéspedes o anfitriones), que están diseñados para no herir a los Newcomers (visitantes o recién llegados). Sin embargo, el pasatiempo de esta aséptica sociedad futurista es amenazado por problemas en el sistema operativo de los robots y por un enigmático jinete que busca lo que puede haber detrás de esta experiencia.

Jonathan Nolan (el hermano menor de Christopher, el famoso redentor de Batman) y Lisa Loy, bajo la supervisión de J.J Abraams, crearon Westworld, basándose en el argumento de la película del mismo nombre, que protagonizó el gran Yul Breiner en 1973.

Buenos contra malos

Para convertir la película en una serie, Nolan y su combo generaron una atmósfera más melancólica y agregaron personajes que generen capas deshojables cuando la serie – y la audiencia- avance. Visto el primer capítulo, este es un resumen muy caprichoso de los personajes más interesantes:

– Bernard Lowe. Jeffrey Wright le entrega un tono muy oscuro a un personaje que fácilmente podría diluirse por ser un secundario que debe compartir el encuadre con Anthonny Hopkins. Nada nuevo para un ganador del Emmy, Globo de Oro y Sindicato de los Escritores, cierto, pero desde la primera vez que lo vemos en escena, intuimos que hay algo que se guarda. Es el jefe la División de Programación de Westworld y creador de la inteligencia artificial.

– Dolores Albernathy. Evan Rachel Wood proporciona toda la belleza virginal que necesita el Salvaje Oeste. Es el segundo personaje que descubre que su vida es toda una mentira. La manera como entra y sale de conciencia -siempre dentro de Westworld- por órdenes de sus superiores es simplemente una clase de actuación. Quienes vieron Across The Universe, aquel hermoso homenaje a The Beatles, pueden recordarla como la preciosa Lucy Carrigan.

Peter Abernathty. Es una lástima que veterano actor de series de televisión Louis Herthum (Longmire, True Blood) solo aparezca en cinco capítulos. Interpreta al padre de Dolores. Ese movimiento de labios y en general la expresión facial para darnos a entender la tristeza que le embarga, tras entender lo que sucede en el mundo artificial, es sorprendente.

– The Man in Black. Es Ed Harris haciendo de Ed Harris, así que no necesita presentación. Pero a diferencia de los de arriba, el interés que genera en la audiencia proviene de conocer cuál es su origen y su verdadera motivación. En teoría es un invitado, es decir, no es un robot, que desea descubrir a la corporación y para ello está dispuesto a violar y matar.

– Shannon Woodward. La revelación de la serie debido a su pasado, en el que ha interpretado a la típica chica tontica o de fiesta o de comedia. Elsie Hughes es la nerd, una alumna avanzada, encargada de revisar los problemas de programación de los robots. Siente una atracción por los Hosts.

– Clementine Pennyfeather. La armenia Angela Sarayfan, conocida por trabajar en la saga Crepúsculo, expone toda su exótica figura para darle vida a una de las prostitutas más codiciadas de Westworld. Es el objeto de deseo de Shannon.

– Héctor Escaton y Armistice. Rodrigo Santoro e Ingrid Bolso Berdal representan a una divertida pareja sanguinaria. Sorprende el maquillaje de la segunda, pues afean muy bien su hermoso rostro.

Y estos quedaron en deuda:

Dr. Robert Ford. Probablemente su aporte crecerá en medida que la trama se complique, pero por ahora la actuación Anthony Hopkins no es más que la suma de posturas reflexivas que ya hemos visto en otros personajes desde su ascenso al estrellato como Hannibal Lecter. Es el director creativo de Westworld y por lo tanto, responsable de toda la obra.

Theresa Cullen. La sexy y veterana actriz danesa Sidse Babett Knudsen, que nos deleitó en la sensual The Duke of Burgundy,  interpreta a una  jefa que debe estar alerta ante cualquier tipo de anomalía de la empresa que le paga a Ford. El problema con este personaje es que, de buenas a primeras, luce plano, como esos papeles de mujeres que arreglan conflictos en la Casa Blanca. Veremos.

– Lee Sizemore. Simone Quarterman tiene una oportunidad de oro para enderezar su hasta ahora pobre filmografía, pero ni el guión le ayuda ni su afectado performance contribuye. Es el director artístico de Westworld, que por su temperamento vive peleado con el resto de compañeros.

– Maeve Millary. La preciosa y camaleónica Thandie Newton se pone en la piel de una Madame, capaz de explotar, literalmente, la cabeza de cualquier enemigo con una bala. A pesar de los ligueros y su espectacular figura, hasta ahora es un personaje tipo, que seguro evolucionará en los próximos capítulos.

Esto ya lo hemos visto

Es la sensación que deja el primer capítulo. A pesar de su excelente factura y del elíptico cierre, el cinéfilo podrá asociar la trama con filmes tan dispares como Blade Runner, Jurassic Park, I Robot, Resident Evil y la influencia de juegos de mapas abiertos, como Red Dead Redemption. Por supuesto que no se trata de un delito tomar elementos de obras conocidas. Dependerá de cómo se maneje la mano de cartas el resultado final. Un buen ejemplo es The Night Of, extraordinaria serie que trabaja con una premisa viejísima: conocer si el acusado de un crimen es culpable o no. Muchas veces lo clave no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta. Igual estamos en el año de la nostalgia y eso lo ha confirmado la exitosa Stranger Things.

Los efectos especiales son brillantes, pero mejor es la banda sonora

Finalmente, lo más acertado de Westworld, al menos en el primer capítulo, es el trabajo complementario. No hay un elemento dejado al azar, los efectos parecieran mínimos, lo que siempre hablará bien de este recurso. No debería sorprendernos porque estamos ante un proyecto de un Nolan. Sí, en cambio, es un gran golpe en la mesa los arreglos de tres temas en el debut: Ain’t No Grave (Johnny Cash), Black Hole Sun (Soundgarden) y Paint it Black (Rolling Stones). Con esta última versión de la London Symphony Orchestra nos despedimos del post, hasta los próximos capítulos.

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