Venezuela

Crisis venezolana entra en horas de montaña rusa con su diálogo de sordos

La crisis que atraviesa Venezuela entra en horas determinantes, antes de que este viernes 11 negociadores del gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición agrupada en parte en la coalición electoral Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se sienten en una nueva mesa de negociación promovida por el Vaticano. Después de ese encuentro crucial, se decidirá si el supuesto diálogo continúa o conduce a nuevas acciones de calle, según las partes en conflicto.

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Colas escasez
AFP PHOTO / FEDERICO PARRA

El encuentro, en el que se instalará la segunda sesión plenaria de la «Mesa de diálogo», comenzará la mañana del viernes en el lujoso hotel Meliá, uno de los más grandes del centro de Caracas. Estarán presentes representantes del chavismo y de la oposición. Se espera que ambos bandos se sienten en una misma mesa a las cinco de la tarde.

Pero, a juzgar por las partes enfrentadas, no se esperan grandes resultados de esta segunda mesa de discusiones, mientras millones de venezolanos padecen una atroz situación económica y social, en medio de la inflación más alta del mundo, una profunda depresión económica, escasez de alimentos y medicinas, auge de la violencia criminal y un desencanto con los actores políticos de cada bando.

Por el lado de la oposición el secretario ejecutivo de la MUD, el periodista Jesús «Chuo» Torrealba, dijo el jueves que «se acabó la tregua» y lo que viene es una lucha sostenida.

“Tienen 24 horas. En estas 24 horas podrían producirse esos gestos en materia de liberación de presos políticos que está esperando el Vaticano y el mundo”, advirtió Torrealba, según un comunicado de prensa oficial de la alianza opositora.

La oposición parece ir a la mesa de diálogo sin resultados concretos. Los partidos opositores presentaron al gobierno una lista de dirigentes presos cuya libertad piden como un gesto de buena voluntad.

Pero el capitán Diosdado Cabello, para muchos analistas el verdadero gobernante del país, pues sus órdenes son acatadas hasta por el presidente Nicolás Maduro, le echó otro balde de agua fría a estas demandas:

“Yo se los dije el 5 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional no es (Henry) Ramos Allup. Pasaron una lista de 140 presos políticos y piden que sean liberados ya. (…) Ellos quieren convertir el diálogo en la Ley de Amnistía, un nuevo carmonazo, quieren que salgan nuevas elecciones, por favor no le pidan tanto al diálogo. Y les voy a decir algo, Leopoldo López seguirá preso, por asesino”, agregó.

Los venezolanos «necesitan soluciones urgentes”, dijo por su parte Torrealba en la mañana del jueves, en otro evidente esfuerzo por intentar identificar la iniciativa política de la oposición con las más apremiantes necesidades de la gente común.

Analistas políticos han cuestionado que la más visible petición de la MUD sea pedir la libertad de los presos políticos, un tema de mayor interés para los familiares y amigos de estas víctimas de la represión oficial, mientras millones sufren en silencio por la falta de alimentos o de dinero con qué comprarlos, y los asesinatos y secuestros siguen ocurriendo en ciudades grandes y pequeñas de todo el país.

“La tregua que nosotros, a pedido del Vaticano, acordamos para que se pudiera instalar esta mesa, se acabó. Eso se acaba este viernes 11. Aquí lo que viene es lucha. Para nosotros, la Mesa de Diálogo es simplemente un escenario más de lucha”, subrayó Torrealba durante su programa de radio La Fuerza es la Unión.

Dentro de la propia MUD, -una variopinta coalición de partidos donde cada uno tiene su propia agenda de intereses dentro del propósito común de derrotar al chavismo-, han surgido duras críticas a las condiciones de este diálogo, pues afirman que el gran beneficiario es Maduro, quien ha comprado tiempo para emprender nuevas medidas populistas de fin de año, incluyendo «el adelanto de la Navidad», con la esperanza de llegar incólume hasta 2017.

El partido Voluntad Popular, del célebre preso político Leopoldo López, se niega a sentarse en esa Mesa de Diálogo alegando que no están dadas las condiciones de transparencia y honestidad por parte del gobierno.

Analistas políticos también señalan que el supuesto diálogo acabó por completo con la iniciativa del referendo revocatorio que la mayor parte de los venezolanos (80% según encuestas como las de Datanálisis) quieren aplicarle a Maduro.

“La calle se va a reactivar en la defensa incondicional del pueblo que está pasando trabajo”, aseguró Torrealba. Las movilizaciones de calle tienen como mensaje la exigencia de una solución electoral inmediata, agregó en un aparente esfuerzo por restañar los daños.

“O nos devuelven el referéndum revocatorio o se hacen elecciones adelantadas, pero esto no aguanta más”, apuntó.

El fin de la “tregua” no es una amenaza, dijo. “Eso no significa que nosotros tengamos que pararnos o no de la mesa, porque la mesa es un escenario más de lucha. Se trata de hacer lo que se tenga que hacer. De caminar y mascar chicle. De estar en la mesa haciendo lo que se tenga que hacer y estar en la calle haciendo lo que tenemos que hacer”, señaló.

Informó que sostuvo un encuentro con monseñor Claudio María Celli, enviado especial del papa Francisco, quien llegó a Venezuela la tarde del miércoles para participar en el nuevo encuentro.

“La lucha que viene va a ser dura. La lucha que viene pudiera no ser breve, pero es la lucha que tiene que dar este pueblo para salir de esta situación en paz y por la paz, con un nuevo gobierno que dé respuestas a las realidades de los venezolanos”, insistió el alto vocero de la MUD.

Este jueves, un grupo de estudiantes se reunió en la emblemática plaza Brion de Chacaíto, en Caracas, para protestar.

La MUD ha intentado con poco éxito sumarse a las iniciativas de la llamada «sociedad civil», es decir de gremios, ONGs, sindicatos y personas comunes que llevan a cabo sus propias protestas contra el gobierno de Maduro y piden un cambio político como fórmula inicial para comenzar a salir de la quiebra económica y social del país.

“Todas esas luchas tienen que ser desarrolladas, encaminadas, promovidas, encausadas, lideradas por la Unidad Democrática”, dijo Torrealba.

Recordó que en la lista de los más de 130 presos políticos hay varios que ya tienen boleta de excarcelación sin que hayan sido liberados. Otros con más de dos años de detención sin que se les haya realizado la audiencia preliminar; y los que requieren de una medida humanitaria inmediata, como el caso del diputado preso Rosmit Mantilla, quien requiere de una intervención quirúrgica urgente.

Recientemente el hombre fuerte del chavismo, el capitán Diosdado Cabello, dejó claro que no esperan nada de estas supuestas negociaciones.

Aseguró que el Gobierno continuará en las mesas de diálogo aunque, a su juicio, “no le ve mucho futuro”, debido a lo que calificó como reticencia de la MUD para conversar sin hacer exigencias. “Es un pérdida de tiempo hablar con ellos”, señaló.

«No aceptamos plazos, condiciones, presiones o chantajes de la oposición. Diálogo bajo el respeto a la Constitución!!» proclamó en su cuenta de Twitter hace pocas horas.

«No está planteado realizar elecciones generales en 2017. Nosotros no se la vamos a facilitar», dijo sobre una de las propuestas en discusión.

«Tendrán que levantarse de la mesa de diálogo, pero nosotros no los vamos a complacer», agregó.

Por  intermediación de El Vaticano, la oposición accedió a cancelar una marcha que pretendía llegar hasta el palacio de gobierno de Miraflores el 3 de noviembre. También suspendió un supuesto juicio político que llevaría a cabo la Asamblea Nacional parta determinar las responsabilidades de Maduro en la actual crisis.

Esto fue denunciado por el gobierno como un supuesto intento de promover un golpe de Estado. En las últimas horas, el chavismo ha arreciado con esta tesis y el Procurador general de la República pidió al Tribunal Supremo de Justicia un amparo preventivo que anule todas las acciones de este tipo emprendidas por el Parlamento.

Críticos dentro de la propia MUD han señalado esta acción del chavismo como una  nueva evidencia de que «cayeron por inocentes», al desactivar el referendo y el juicio político mientras el gobierno arrecia en sus ataques al ya anulado parlamento.

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