“LA TUMBA”, catacumba para estudiantes todavía vivos

En la actualidad, en plena era postmoderna de este siglo XXI, en Venezuela se construyó una en las profundidades de la ciudad de Caracas, conocida como “La Tumba”.

A simple vista en Plaza Venezuela se puede apreciar un edificio de arquitectura moderna, que no pareciera resguardar ningún secreto oscuro. Sin embargo, bajo sus bases se encontraría una excavación de cinco pisos. Por supuesto sería un lugar totalmente cerrado. El color blanco sería el predominante en el lugar no precisamente para dar paz a sus visitantes.

Se trata de unas celdas de tres metros de ancho por tres metros de largo, con una cama, sin baño y sin ventanas. La profundidad de “La Tumba” la hace carecer de la posibilidad de ver y sentir los rayos del sol. Por si fuera poco, no hay ventilación y solo se oye el ruido, el estruendo de los trenes del Metro de Caracas que pasan cerca.
El aire acondicionado pasa las 24 horas del día prendido por lo que llega un momento en el que es insoportable para el cuerpo humano.

Allí está encerrado el joven Gerardo Carrero de 26 años de edad, desde agosto de 2014. Carrero pasa allí las 24 horas del día y solo se le permite salir cuando quiere ir al baño. Desde hace cinco meses Gerardo no ve la luz del sol y sus familiares son los únicos que pueden visitarlo, sus abogados no. Según sus padres, el joven no tiene noción del tiempo y tiene alucinaciones. Tuvo intenciones de quitarse la vida.

Debemos recordar que Gerardo Carrero fue detenido en el campamento de estudiantes que estaba en la sede del PNUD en la avenida Francisco de Miranda y el cual fue desalojado por la Guardia Nacional la madrugada del 8 de mayo de 2014 a las tres de la madrugada. El día 10 de ese mismo mes fue presentado en tribunales y lo enviaron al Helicoide.

El 21 de agosto, cansado de que la justicia no se hiciera de forma expedita como manda la Constitución Nacional, envió una carta dirigida al presidente Nicolás Maduro en la que indicaba entre otras cosas, que iniciaba una huelga de hambre.

Su padre, quien lleva el mismo nombre Gerardo Carrero, divulgó lo que le contó su hijo de lo acontencido después que esa carta fue pública.

“Gerardo Me dijo: papá abrieron la celda como a las 8 de la noche me sacaron a empujones, me llevaron a otro lugar en el mismo edificio (Helicoide) y me guindaron de un tubo con esposas, pero antes me envolvieron las muñecas con periódico y teipe para que no quedaran marcas. Me gritaron, me ofendieron, me amenazaron a mi y a ustedes (su familia) y me golpearon. En las piernas me dieron con una tabla”. Este es el relato que le dio Gerardo Carrero a su padre.

Después de este 21 de agosto, Gerardo fue trasladado a “La Tumba” donde permanece hasta incomunicado y sin la posibilidad de enfrentar su proceso penal en tribunales.

Según lo expresado por el Relator Especial sobre la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, Juan Méndez, en julio de 2008, “se ha demostrado fehacientemente en numerosas ocasiones que la reclusión en régimen de aislamiento puede causar graves daños psicológicos y a veces fisiológicos. De las investigaciones se desprende que entre un tercio y un 90% de los reclusos, muestran síntomas adversos en este tipo de lugares de reclusión. Se ha documentado una larga lista de síntomas que van desde el insomnio y la confusión hasta la alucinación y la psicosis. Los efectos negativos sobre la salud pueden producirse tras sólo unos cuantos días de reclusión y los riesgos para la salud aumentan con cada día transcurrido en esas condiciones”.

“NO ES NECESARIO UN LUGAR ASÍ”
El Defensor del Pueblo Tarek Willian Saab el 4 de febrero de 2015 no desmintió pero tampoco afirmó que las condiciones de este lugar fueran tal como lo cuentan.

Indicó que después que la consultora jurídica de la Defensoría visitara el Sebin en Plaza Venezuela, los detenidos en la llamada “TUMBA”, pidieron que mejoraran sus condiciones de reclusión.

El abogado y criminalista Fermín Marmol García manifestó que la sede del Sebin en Plaza Venezuela, desde su puesta en servicio, siempre ha sido un lugar muy restringido y ese sitio, la llamada “Tumba” aún más, inclusive para los funcionarios nuevos de ese organismo. Mármol manifestó que existe un código especial para entrar allí entre los propios miembros de la policía política.

Según el criminalista, en el mundo penitenciario existen las celdas de castigo y son aceptadas. Sin embargo, solo significa el aislamiento del reo con el resto de la población interna para ser tratado pero, no en menoscabo de su condición humana.

“El aislamiento por temas políticos, por seguridad de Estado en un país como el nuestro, que solo busca el quiebre emocional de las personas no tiene sentido y debe ser revisado, porque inclusive para el más peligroso de los delincuentes, sus derechos humanos deben ser preservados”, explicó con preocupación Mármol García.

“Mas allá de lo que pueda ser la seguridad del Estado, Venezuela no tiene temas bélicos contra nadie y no tiene justificación que puedan tener otros países del mundo como EE.UU, Francia e Israel, entre otros, y tener sitios de reclusión donde realmente se vulneren los derechos humanos, donde se vulnere la integridad de las personas, tanto emocional como física. Es total y absolutamente innecesario”, aseguró Mármol García, quien agregó que es algo que debe aboliese y ejercer el poder público con transparencia.