La doble fecha de las eliminatorias suramericanas dejó a un héroe indiscutible: Wilker Fariñez. El portero de la selección venezolana fue un dolor para los delanteros de Colombia y Argentina. Con apenas 19 años, lleva la responsabilidad de darle seguridad a una Vinotinto que busca renacer de sus cenizas.
Es domingo, 11 de junio de 2017. Hora: 7:47 am. El árbitro asigna cuatro minutos adicionales. Venezuela está abajo en el marcador por un solo gol, en su primera final mundialista, ante Inglaterra. Todos los jugadores se concentran en el área, ávidos por concretar la última oportunidad de la Vinotinto, un córner. El portero también sube. Es Wuilker Fariñez.
Se aleja de su zona natural para atacar, como lo hacía en Nuevo Horizonte, Catia, desde los 5 años. Aquel jugador, que hace menos de dos décadas pateaba por primera vez un balón, es ahora conocido por todo un país. “La situación lo ameritaba. De niño, también jugaba y porteaba. Si mi equipo estaba perdiendo, me metía en el juego”, recuerda para una entrevista que le realizó la revista Clímax. “En mi barrio hay una canchita de tierra, y aprendí a jugar ahí. Siempre soñé llegar a un mundial, siempre fue mi meta. No sabía que se cumpliría tan pronto”, se anima.
Y mucho menos que sería la figura de Venezuela en la doble fecha de la eliminatoria ante dos equipos que están luchando por clasificar a Rusia 2018: Colombia y Argentina. Contra los primeros, detuvo un cabezazo a quemarropa de Falcao, figura del Mónaco y uno de los máximos goleadores de Europa en la pasada temporada. Y contra la albiceleste , desvió los balones malintencionados de Icardi, Dybala y Messi.
“Wuilker (Fariñez) es un gran chico que seguramente crecerá muchísimo en su carrera. Le deseamos lo mejor en el futuro”, afirmó el capitán de la selección nacional, Tomás Ricón, después del partido contra Colombia, que finalizó 0-0.
“Estoy trabajando mucho para lo que viene”, respondió el portero a la emisora 1300 AM después de ese juego. “El fútbol va en crecimiento, y el arquero no puede quedarse atrás. Estoy agradecido por toda la confianza”, agregó.
Wuilker tiene 19 años —que cumplió el 15 de febrero— y ha sido futbolista más de la mitad de su vida. Tras tres años de caimaneras, a los ocho lo inscribieron en el equipo del colegio San Agustín El Marqués. Su tío y su papá se turnaban para llevarlo a los entrenamientos, que eran bastante lejos de casa.
Una vez, a sus 9 años, camino a un partido en San Antonio de los Altos, un aguacero y la billetera vacía de su padre casi quiebran su fortaleza. “Hemos vivido momentos duros. Ese día no nos tomamos ni un agua, porque teníamos el dinero justo para los pasajes. Nos mojamos. Llegó llorando a la casa. Estábamos pasando una situación económica mala”, comentaba Luis, su padre, en una entrevista radial, un día después del subcampeonato logrado por la selección nacional. “Le prometí que cuando cobrara la quincena, le compraría una hamburguesa. Eso era lo que le gustaba a él”, relata.
“Verlo en un mundial es algo inexplicable. Lo ves y lo ves, y no lo puedes creer. Horas antes, me dijo por teléfono que le diera la bendición, que eso era lo que necesitaba el equipo, porque garra y ganas tenían”, señala el progenitor, quien sólo tiene halagos para el joven. “La buena crianza en los barrios es muy importante, y él es un muchacho tranquilo, nunca me dio un dolor de cabeza. Siempre fue muy disciplinado, centrado en sus metas. Su mamá y yo siempre le damos gracias a Dios y se lo encomendamos. Hay que vivirlo, para saber cómo se siente tener a un hijo como Wuilker”.
Fariñez es ficha también del Caracas Fútbol Club, equipo que se jugaba la final del Torneo Apertura al momento de esta entrevista. Se integró al campeonato local en poco más de una semana, tras su regreso de Corea del Sur. “Lo importante ahorita es seguir formándonos, seguir aprendiendo. Esta final con el Caracas es una nueva oportunidad, y trabajamos para ser campeones”, advertía antes de caer por diferencias de goles ante Monagas.
Pero sin tiempo para lamentaciones, pronto tuvo que ponerse de nuevo bajo las órdenes de Rafael Dudamel. Y sus atrapadas en esta doble fecha mundialista se llevaron los elogios de importantes figuras del deporte mundial, como los de René Higuita, uno de los porteros más importantes en la historia del balompié, Greivis Vázquez y analistas como Juan Pablo Varsky.
Los venezolanos tienen arquero para mucho rato, que bien por el chamo, qué condiciones tiene
— Rene Higuita (@higuitarene) 5 de septiembre de 2017
Un orgullo venezolano @Wuilkerfarinez sin duda eres el mejor portero, que grande eres!!! ⚽️ pic.twitter.com/ZEvZMBY6WV — Greivis Vasquez (@greivisvasquez) 6 de septiembre de 2017
Qué bueno es Fariñez, por favor.
— VarskySports (@VarskySports) 6 de septiembre de 2017
Sin embargo, Fariñez se toma las cosas con calma y fija su meta en 2022: “Trabajamos con ambición desde el Suramericano. Somos una familia, y siempre confiamos en que lo íbamos a lograr. En la cancha, sudamos con el objetivo de darle alegría al país. Vamos bien, y debemos continuar aprendiendo, con mucha fe, orando. Tenemos dos grandes compromisos como selección: el preolímpico, y la clasificación a Catar”.]]>
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