La noche del pasado 21 de diciembre un convoy del ejército venezolano, chocó contra una motocicleta en la vía que conduce al urbanismo Villa Camila, en el sector La Mulata, del municipio Pedro María Ureña, el accidente dejó una víctima fatal: Ángel Sebastián Quintero de apenas 8 años de edad y de nacionalidad colombiana.
La madre del infortunado infante, Janeth Quintero (colombiana) exige justicia, ante lo que consideró un exceso de los militares venezolanos, quienes en ocasiones anteriores habían sido advertidos que podían ocasionar un accidente al salir –según Quintero- de manera intempestiva a la carretera sin medir consecuencias.
La mujer, residenciada en Cúcuta, relató que cuando se desplazaba por la zona en donde había ido a pasar las fiestas navideñas con la familia, ocurrió el desafortunado episodio que le cegó la vida al menor de sus tres hijos.
“Eran como las 7 de la noche y me desplazaba despacio en la moto con el niño, de la nada salió un convoy del ejército y me arrolló. Me caí a un lado de la carretera y con las ruedas de atrás le quito la vida a mi bebé. Yo me levante como pude y llame al niño, no me contestó y al tocarle la cabeza era pura sangre lo que había”, relató desconsolada la madre.
El vehículo militar no se detuvo en el lugar del siniestro para ayudar a los heridos, aseguró Janeth Quintero, a pesar de los llamados de auxilio hechos.
“Ninguno del ejército me ayudó, ni un teléfono me prestaron y cuando la gente que pasaba en carros se detenía con la intensión de colaborar y ellos no dejaban, les decían a la gente sigan su camino y apuntaban con los fusiles”.
Transcurrida más de una hora, la joven madre comentó que arribó al lugar una comisión de la Guardia Nacional, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) y el alcalde de Ureña, a quién no le permitieron en un primer el acceso a la zona.
“Ellos decían que no eran ellos, gracias al alcalde que pidió mover el convoy fue que se dieron cuenta que los cauchos le habían pasado a mi bebé por encima”.
Pasada una semana ninguna autoridad militar venezolana se ha pronunciado sobre el hecho que mantiene consternada a la comunidad fronteriza.
“Me dijeron que el responsable estaba detenido y que se lo habían llevado, no sé a dónde. No sé quién fue, me dijeron que lo tenían en Rubio, pero no sé si es cierto”.
Autoridades consulares de Colombia en Venezuela ya estarían al tanto del trágico suceso ocurrido en territorio nacional y que enluta a una familia colombina, pues la denuncia fue interpuesta por la medre del niño fallecido el pasado 26 de diciembre.
“Quiero justicia a pesar que haga lo que haga la vida de mi bebé no la voy a recuperar. Les pido a los gobiernos de Colombia y Venezuela que hagan justicia por la muerte de mi hijo, el responsable tiene que pagar”.]]>
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