El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha formalizado ante las autoridades suizas la petición de extradición de los siete responsables de la FIFA, cinco de ellos latinoamericanos, detenidos en este país desde hace cinco semanas.La petición formal llegó ayer al ministerio helvético, que procederá a examinar si reúnen en cada caso las condiciones requeridas.
Están detenidos por este caso en el cantón de Zúrich el uruguayo Eugenio Figueredo, en su calidad de vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y de la FIFA; el costarricense Eduardo Li, presidente de la Federación costarricense de fútbol; y el brasileño José María Marín, miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Están igualmente detenidos desde el pasado 27 de mayo Julio Rocha, expresidente de la Federación Nicaraguense de Fútbol y funcionario de la FIFA; y el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela y miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Además, la policía suiza arrestó a los británicos Costar Takkas, ex secretario general de la Federación de Fútbol de Islas Caimán, y Jeffrey Webb, presidente de la Confederación de Fubtol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, y vicepresidente de la FIFA.
Todos ellos se encontraban en Zúrich para participar en el Congreso anual de la FIFA, que tenía como principal punto de su agenda la elección de su presidente, cargo para el que Joseph Blatter fue reelegido y al que renunció días después.
Para evitar cualquier riesgo de colusión, los siete se encuentran en distintos lugares de detención en Suiza.
La solicitud de extradición formulada por EEUU se basa en las sospechas fundadas de que estos dirigentes, así como empresarios de compañías con las que colaboraban, formaron una red de corrupción que permitió el pago de más de cien millones de dólares en sobornos.
«El 1 de julio, la embajada de Estados Unidos en Berna transmitió a Suiza los pedidos de extradición, en los plazos previstos por el tratado de extradición entre los dos países», precisó hoy el Ministerio suizo de Justicia.
Según las investigaciones de una fiscalía de Nueva York, los siete altos dirigentes de la FIFA recibieron de representantes de medios deportivos y empresas comerciales del ámbito futbolístico millones de dólares en cada caso, a cambio de conferirles los derechos de transmisión, comercialización y auspicio de torneos de fútbol en Estados Unidos y América Latina.
Según el ministerio helvético, «esos actos de corrupción, acordados y preparados en suelo estadounidense, también fueron el objetivo de transacciones a través de bancos estadounidenses», razón por la cual la Justicia de EEUU decidió abrir un procedimiento al respecto.
Fuentes del Ministerio de Justicia suizo recordaron que los actos que se les reprochan deben ser considerados igualmente delitos en Suiza.
De aceptar su extradición, ésta podría efectuarse en un plazo muy breve, pero de oponerse, el procedimiento podría tomar hasta seis meses.
En los próximos días, los exdirigentes futbolísticos podrán dar su parecer ante la policía cantonal de Zúrich en relación a su eventual extradición, que hasta ahora todos han rechazado.
Una vez que los detenidos hayan sido escuchados por la policía, éstos y sus abogados tendrán catorce días para tomar una posición definitiva.
Ese plazo puede prolongarse catorce días adicionales, pero únicamente por motivos muy serios.
A continuación, las autoridades de Justicia suizas decidirán -en base a los pedidos de extradición recibidos, a la audición de los detenidos y de las posiciones que adopten, si se concede o no la extradición.
En caso de que la extradición sea aprobada, quedarán todavía dos instancias superiores de apelación, el Tribunal Penal Federal y, el máximo órgano de justicia, el Tribunal Federal.
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