Venezuela

El juego político se tranca en Venezuela

Mientras siguen las largas colas en todo el país para conseguir los productos de primera necesidad, para comprar cauchos, para adquirir baterías para los vehículos, para hacerse con alguna medicina de rutina o por alguna verdadera emergencia, la nación entra en una espiral de peligrosa ingobernabilidad, etapa que no solapa la crisis económica más importante del nuevo siglo en el país.

Publicidad

Una Asamblea Nacional que cambió de color, un Poder Ejecutivo que se resiste a este cambio y un Tribunal Supremo que emite sentencias dejando sin efecto la voluntad popular expresada en las urnas electorales el pasado 6 de diciembre, es el prólogo de este barco a la deriva que se llama Venezuela.

La revelación de un acercamiento entre gobierno y oposición, ¿pudiera ser la pieza que destranque el juego político?
Si hubo tal acercamiento, el politólogo Luis Salamanca la celebra, porque según dice, «en este momento el asunto no es constitucional, es de poder, es de fuerza, es de poder político, es una lucha no sólo entre los poderes del Estado sino, entre los dos poderes políticos de la nación, entonces la única forma de solventar esta situación es con diálogo».

Aseguró que entre las diferentes corrientes del PSUV, Aristóbulo Istúriz es uno de los que tiene mucha «mano izquierda y mano derecha» y que pudiera servir para que las conversaciones entre gobierno y oposición se concreten. Lo que si no parece estar muy claro para Salamanca, es si el nuevo vicepresidente pudiera convencer a las diferente corrientes que están dentro del partido de gobierno para llegar a tal diálogo.

«Yo tengo la impresión de que quien está llevando toda esta intentona de desconocer el poder legislativo es Diosdado Cabello, entonces no sé, si Aristóbulo puede convencer a Cabello», aseveró Luis Salamanca.

Según el sociólogo Ángel Oropeza hasta los países en guerra dialogan. Bajo este análisis, asegura que es la única forma de hacer política. «Entonces, todo el mundo sensato, quiere que haya algún tipo de acercamiento, de comunicación sin que esto conlleve a entregar posiciones, es para que la situación no nos arrastre hasta la violencia».

Oropeza manifestó que la oposición desde hace tiempo está mandando un mensaje al gobierno en el cual le ha dejado ver que, una derrota no significa la muerte. «Tú puedes perder y luego retirarte, para después ver como haces para intentar volver, sin embargo algunos factores del oficialismo no lo han visto así, y este país va a seguir adelante con gente de todos los colores», dijo el sociólogo.

¿Choque de poderes o ingobernabilidad ?

Para el politólogo Luis Salamanca, el actual conflicto entre el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la Asamblea Nacional (AN) y el Ejecutivo Nacional, hace ingobernable el país. Sin el choque entre ellos, era muy baja la gobernabilidad, indicó Salamanca.

«Gobernabilidad significa, calidad de gestión del poder Ejecutivo en el cumplimiento del deber en todas sus funciones y en la implementación de medidas que den cuenta de los problemas colectivos, entonces en ese sentido, la gobernabilidad es prácticamente nula en cuanto a los graves problemas del país. Es una responsabilidad específicamente del gobierno», explicó el politólogo.

Dijo que hay que diferencia la crisis entre poderes con la que viene, que es de estatalidad, es decir, una crisis de la capacidad del Estado para llevar a cabo sus fines, porque para hacerlo, el Estado debe estar unidos.

Salamanca aseguró que la legalidad del TSJ era nula, porque nadie puede desconocer a un poder público en una democracia a menos que de un golpe de Estado. Agregó que este es el ejemplo más claro de que el Estado está dividido.

El politólogo se hace la siguiente pregunta: ¿qué va a pasar si el TSJ continúa tildando de ilegales los actos del parlamento ?

«Buenos, sus decisiones no van a tener efectos vinculantes obligatorios para el país. Ahora cuando todo esto cese, aquí va haber responsabilidades penales de los involucrados en esta situación, por qué?, por haber puesto al Estado venezolano en una situación de fractura donde sus poderes no puedan funcionar normalmente», dijo Salamanca.

El sociólogo Ángel Oropeza manifiesta que cuando te enfrentas a un gobierno poco democrático, estas cosas suelen pasar. En una verdadera democracia, cuando un contendiente electoral cae derrotado, se prepara para una nueva afrenta política, pero en Venezuela no ha sido así, quien perdió pretende arreglarlo todo a lo «Jalisco».

«Lo que está ocurriendo es el enfrentamiento entre unos diputados que fueron electos por el poder popular y unos magistrados de dudosa legitimidad porque todos saben cómo fueron escogidos entre gallos y medianoche, entonces en cualquier país del mundo un enfrentamiento entre el pueblo y unos burócratas dudosamente escogidos, no hay mucho que discutir, la razón siempre la tiene el pueblo», manifestó Oropeza.

Ángel Oropeza dijo que el gobierno arma estas situaciones ante la imposibilidad de reconocer los resultados electorales. «Desde el punto de vista político y legal las tiene todas perdidas», aseguró el sociólogo.

Agregó que, desde la época de Chávez, el gobierno siempre ha jugado a dividir, de hecho, la gran estrategia del año 99 fue la de la polarización y en esta última elección dio un poco al traste con eso, según Oropeza, aunque fue hecha de forma distinta, desde el punto de vista socio económica. En este momento están intentando repolarizar al país indicó el profesor de la UCAB, la vieja carta es decir, «no entendieron lo que pasó».

Publicidad
Publicidad