Gente del oficio

Los esposos Gomes y el rescate de la típica lunchería venezolana

La lunchería venezolana es como una fuente de soda con acento en los sabores locales. Aquí los protagonistas no son las hamburguesas ni los perros calientes, pero sí las arepas y las empanadas, los pastelitos andinos, los desayunos criollos, algunos sándwiches, y los almuerzos caseros con contornos que saben a hogar: las infaltables tajadas, arroz, papas, puré o ensalada mixta. Son los sabores con los que los venezolanos han crecido

lunchería
Alfredo Gomes frente al mostrador |Foto swuany uzcategui
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Alfredo Gomes llegó con su familia a Venezuela, desde Madeira, cuando solo tenía 12 años y enseguida se puso a trabajar en un supermercado. Eso fue hace 47 años y, desde entonces, la cultura del trabajo constante lo ha llevado a dirigir más de 10 panaderías en distintos sitios de Caracas, y desde hace unos años, una lunchería en la urbanización Santa Mónica.

No ha dejado de lado los cachitos, los minilunches, ni las canillas, entre tantos otros productos de la panadería local, pero ahora también hace empanadas, arepas y comida casera con el fin de traer de nuevo al ruedo el concepto de lunchería venezolana, ese típico sitio donde cualquier persona puede disfrutar de una «bala fría» criolla o de una comida casera en poco tiempo.

Con esa idea y, junto a su esposa María Elia, también de origen madeirense, adquirieron el local Solo arepas (un nombre que cambiará pronto pues no le hace justicia a su verdadero menú) y atienden a diario las mesas, cocinan o supervisan las faenas en los fogones y se ocupan de todos los detalles.

Lunchería venezolana Alfredo y María Elia Gomes
María Elia dice que el venezolano no come sin tajadas. Foto Swuany Uzcátegui

La lunchería venezolana es como una fuente de soda con acento en los sabores locales. Aquí los protagonistas no son las hamburguesas ni los perros calientes, pero sí las arepas y las empanadas, los pastelitos andinos, los desayunos criollos, algunos sándwiches, y los almuerzos caseros con contornos que saben a hogar: las infaltables tajadas, arroz, papas, puré o ensalada mixta. Son los sabores con los que los venezolanos han crecido.

Tienen su cocinero pero María Elia prepara lo que haga falta. Y es la única que hace el pasticho, la versión venezolanizada de la lasagna o el pasticcio italiano que, en ese local es de los platos más vendidos. Lo prepara con la misma dedicación que se lo hace a sus hijas en su casa. Sale bien gratinado por encima, con una bechamel líquida con un toque especiado, y lleva jamón, a la usanza venezolana. «Si le cambio algo, los comensales lo notan», asegura. También se ocupa de los postres, y es famosa su torta húmeda de chocolate,

«Uno de los platos que más piden es macarrón con pollo. Es algo que se comía mucho antes, pero los restaurantes dejaron de hacerlo», cuenta Alfredo, que se ha hecho conocido por ser imagen de @dondeelportu, la cuenta de Instagram de la lunchería.

Todos los platos salen con tajadas, a menos que algún comensal diga (difícilmente) lo contrario. «Nosotros sabemos que el venezolano siempre come con tajadas y con pan«, dice María Elia. Y cuenta que, muchas veces, piden raciones extras del plátano frito.

Mientras conversan con Bienmesabe, esta pareja sigue atenta a su negocio. Alfredo se acerca a dos jóvenes que almuerzan pollo al horno y les pregunta si todo está bien, si quieren salsa de tomate. María Elia acerca una cesta de pan a un grupo de tres compañeros de trabajo que comparten una mesa.

Un rato después, Alfredo conversa con un cliente que come solo un hervido de res a la que le ha picado una arepa completa encima. «Las sopas salen con pan o arepa, como quiera el comensal», comentan. Este es otro de los platos que más se venden en este local, debido a que son sustanciosas, ya que las verduras y tubérculos se cuecen a fuego lento y removiéndolas constantemente. Además, forman parte del típico «sopa, seco y jugo» de las luncherías, es decir, del «menú ejecutivo», que incluye una porción de sopa, un plato principal, la bebida y un café que es cortesía de la casa.

lunchería venezolana
Por ahora el local se llama Solo arepas, pero cambiará de nombre porque no le hace justicia a lo amplio de su menú. Foto Swuany Uzcátegui

Entre los platos principales que suelen tener a diario están los ya mencionados pasticho y macarrón con pollo, albóndigas, pollo al horno, carne a la jardinera, milanesas y pastichos de berenjena o plátano, entre otros.

María Elia y Alfredo comparten su tiempo entre la lunchería y una panadería que tienen en Prado de María. Entre los negocios que ha manejado Alfredo está la tradicional panadería Pepín, en Chacao, de la que fue socio durante 12 años.

Coordenadas de la lunchería Solo Arepas

Instagram. @dondeelportu

Dónde. Calle Teresa de la Parra, Santa Mónica, entre Crema Paraíso y la estación de servicio de PDV.

Horario. De lunes a sábado, de 6.30 am a 4 pm y los domingos hasta las 2 pm.

Precios de referencia. «Sopa, seco y jugo», $7; pasticho solo, $5; empanadas, Bs.50; 3 empanadas más malta o refresco, $5; sopa sola, $3 o $5, según el tamaño; arepa pelúa, $5; dos pastelitos más jugo, $3.

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